Una pequeña crónica

Autodefensas en zona rural de Minatitlán, aunque las autoridades lo nieguen.
Se dejaron ver para proteger a una familia que despide a una mujer asesinada por su esposo.

Tamara Corro Periodista/

Tras más una hora de camino, llegamos unos colegas y yo a El Valedor, una comunidad rural del municipio de Minatitlán. Ahí en una pequeña casa humilde estaban familiares y amigos velando a Ana Balcázar Reyes, quien hace más de 20 días recibió unos disparos por parte de su propio esposo Benjamín Luis, quien horas después fue linchado, se decía, por los autodefensas de la zona.

Ana luchó por su vida en un hospital del puerto de Veracruz, pero a pesar de las 9 operaciones que le hicieron no aguantó más y dejó en orfandad a una pequeña de 8 años de edad y a sus tres sobrinos, que también se quedaron sin su madre de nombre Hortencia, quien también fue asesinada a manos de su esposo, quien hasta el momento se encuentra prófugo.

Con el sentimiento de sentirse imprudentes y apenados buscamos a los padres de la víctima para pedir su permiso para grabar (no por morbo, sino para mostrar un hecho más de feminicidio, un hecho más de impunidad y un caso que se vuelve más común en esa comunidad y en todo el estado), y que también nos platicaran sobre lo que había estado pasando, pero, con toda la justa razón, los padres no quisieron hablar, no solo por el gran dolor que tenían sino por no encontrarle sentido hablar con la prensa porque ya lo habían hecho cuando pasó el homicidio de su primer hija y hasta el momento no han visto que la Fiscalía General del Estado de Veracruz den con el responsable ni tampoco les den el apoyo que les prometieron para la manutención de sus cuatro nietos de 9 meses, 2, 4 y 8 años de edad.

Sin embargo, familiares cercanos sí hablaron y además de dar las gracias a todos los que los apoyaron también exigieron que se haga justicia por el caso de Hortencia, que les den el apoyo porque ellos son de muy escasos recursos y también que las autoridades hagan algo porque ya no haya un feminicidio más.

Después de velar su cuerpo en su casa, la trasladaron a la iglesia para celebrar una misa y ahí empezó a verse todo el movimiento de las autodefensas, pasaban caminando y en motos, desconfiados ante la presencia de la prensa que los fuéramos a grabar o hacer algo que nos les pareciera. Por cierto, ahí llegó la diputada local por el distrito de Minatitilán, Jessica Ramírez,quien no quiso hablar con la prensa para que nos hablara sobre la problemática de feminicidios que se está viviendo.

Incluso una persona nos advirtió que iba en camino un grupo grande de autodefensas para ir al sepelio que se llevaría a cabo en el panteón de la comunidad San Cristóbal, pero que no dijéramos nada para no alertar a la gente.

Terminando la misa, decidimos retirarnos, dejar el sepelio muy íntimo para la familia y fue como emprendimos el regreso, cuando a pocos kilómetros que avanzamos nos encontramos con el gran contingente de las autodefensas: Nos hicimos a un lado del camino y nos paramos, así que vimos como iba pasando uno a uno, hasta contar alrededor de 40 unidades entre camionetas de batea, carros y camionetas de redilas en las que iban a bordo personas, unos cubiertos de la mitad del rostro y otros no, con armas de todo tipo, en unos iban 5, en otros hasta 10, pero contamos alrededor de 100 individuos en total.

Incluso, había gente parada afuera de sus casas para ver pasar a estar personas, que aunque para muchas autoridades tanto actuales como de sexenios pasados, es un mito, o así lo han querido hacer creer, lo cierto es que es una realidad, ante la incompetencia y la falta de actuación por parte de ellos, se han organizado para buscar justicia por su propia mano y para protegerse entre ellos.

En fin, asombrados los vimos, pero sin poder hacer nuestro papel de reporteros, el no poderlos grabar ni tomarles fotos, porque, como ya le ha pasado a otros colegas, quien se atreva a hacerlo, se mete en problemas, son muy desconfiados con la prensa.

Y así hasta que pasó la última unidad, continuamos nuestro camino, con una experiencia más en esta profesión que solo podremos relatar sin poder dar una evidencia fotográfica, pero lo quieran reconocer o no, las autodefensas sí existen y cada vez son más, porque ya no confían en la actuación de las autoridades.

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