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Poza Rica, Ver.-Los trabajadores de la agencia automotriz Chevrolet en Poza Rica fueron denunciados penalmente por el delito de fraude. La cantidad que reportan los afectados asciende a 12 millones de pesos.
Son un total de 170 compradores que hicieron los depósitos con cantidades de 70 hasta 86 mil pesos durante noviembre y diciembre de 2015, sin embargo les aseguraron que esas cuentas no están registradas en la empresa.
La denuncia quedó asentada en la carpeta de investigación 116/2016 en el sexto distrito judicial con sede en Tuxpan –subunidad Álamo Temapache.
La demanda fue interpuesta en contra del gerente Mario Méndez Martínez y los trabajadores José Villegas Muñoz; Francisco Cabrera Ocampo y Fermín Rivera Espinoza.
Johana Hernández Saavedra, una de las inconformes, dio a conocer que la mayoría de los clientes son del municipio de Álamo, localidad ubicada en el norte del estado de Veracruz.
Esta situación también generó que protestaran en la empresa Chevrolet “Autos y Camiones Poza Rica”, ubicada en el bulevar Lázaro Cárdenas de la colonia 27 de septiembre de la ciudad de Poza Rica.
Han transcurrido cuatro meses desde que hicieron los pagos y no les han sido entregados los automóviles tal y como fueron los acuerdos decían al interior de la agencia automotriz “exigimos la devolución de nuestro dinero”, “Mario Méndez y Fermín Rivera cómplices de Francisco Cabrera”.
Cada cliente entregó, vía transferencia o en efectivo hasta 86 mil pesos para adquirir los carros. Los manifestantes presentaron documentos y comprobantes de los movimientos financieros que realizaron en seis cuentas bancarias que están a nombre de esta concesionaria automotriz.
Estos clientes pretendían comprar sus vehículos a través de un programa de renovación vehicular que les aplicaba el 50 por ciento de descuento del precio total del vehículo, que les ofreció uno de los asesores de venta y enlace de Autos y Camiones Poza Rica, identificado como Fermín Rivera Espinoza.
Después de realizar todos los pagos, el personal de la empresa automotriz se deslindó de los contratos de compra que poseen los 170 clientes de Chevrolet y los responsables argumentaron que los depósitos bancarios no existían, por lo que era improcedente la entrega de los automóviles solicitados.
