Atoyac
Agustín Basilio de la Vega
El terrible accidente que ocurrió el pasado domingo en la carretera estatal Camarón-Córdoba donde perdieron la vida 20 personas en su mayoría jóvenes, ha entristecido a millones de Veracruzanos y conmocionó al mundo entero.
La noticia corrió a través de las redes sociales y de los medios masivos de comunicación desde las primeras horas de la mañana dando los detalles de las causas del accidente y los nombres de las víctimas que incluyen a 25 heridos además de los que lamentablemente perdieron la vida.
De acuerdo con lo que se ha publicado y de los testimonios de algunos supervivientes la carretera se encuentra en malas condiciones y prácticamente sin una sola señal ni horizontal ni vertical. En cuanto al Autobús, al parecer era conducido a exceso de velocidad y se quedó sin frenos en una curva que conduce al puente Atoyac.
En el autotransporte viajaba un equipo de fútbol, sus familiares y amigos, algunos testigos señalan que iba con sobre cupo. Las investigaciones que deben hacerse tendrán que indagar si en efecto así ocurrió además de muchos otros aspectos que son responsabilidad de las autoridades estatales de tránsito y transporte así como de infraestructura.
El chófer lamentablemente murió, pero la compañía o empresa “Jamapa” deberá demostrar en que condiciones físico-mecánicas operaba su autobús y por otro lado, las autoridades de y Tránsito del Estado de Veracruz deberán rendir cuentas de estado que guarda la concesión y los permisos que ellos regulan y por su parte, la Secretaria de Infraestructura y Obras del Gobierno del Estado responsabilizarse de las condiciones físicas de la carretera incluyendo su señalamiento y la superficie de rodamiento así como de los programas de mantenimiento y atención a puntos de conflicto (si es que lo tiene).
Es inadmisible quedarse solo con lo dicho por protección civil o cargarle toda la culpa al chófer. Es necesario que la Transito y Transporte así como la SIOP, den la cara y digan por qué permiten circular vehículos como ese o en las condiciones que estaba y además, por qué tienen abandonadas las carreteras estatales. No es justo que no se hagan responsables de este tipo de siniestros. Solo basta ir a ver el estado de esa carretera o subirse a un camión “autorizado” para percatarse de la incompetencia de las autoridades locales.
Apenas recopilamos algunos datos de este triste accidente cuando por la noche del domingo, aquí en Xalapa, frente a la Normal Veracuzana, murió atropellada por un camión de pasajeros otra persona. ¿Hasta cuándo el gobierno de Veracruz meterá en orden a los transportistas? ¿Hasta cuándo dará mantenimiento responsable a la infraestructura? Esta y muchas otras preguntas surgen del dolor humano que podría ser evitado en buena medida si quienes están al frente del gobierno hicieran bien su tarea.
