Texto y fotos: Francisco De Luna /
Xalapa, Ver.-La imagen en tela de la Virgen de Guadalupe y tres veladoras fueron encendidas en el lugar donde abandonaron a los nueve cuerpos descuartizados la noche de éste sábado 13 de enero (2018).
Los vecinos del fraccionamiento “Lomas del Tejar” de la ciudad de Xalapa, se organizaron para colocar el pequeño altar. Un mantel a cuadros en colores blancos y azules cubría la mesa en el sitio que ha marcado un recuerdo más de la violencia.
Justo en la entrada a la unidad habitacional por la avenida Rafael Murillo Vidal, en un árbol se observa la imagen católica. Cuentan que ahí, dentro de una camioneta con las puertas abiertas fue abandona con todo y restos humanos.
Uno de los vecinos, apenas y se persigna y se aleja del altar improvisado, porque ahí huele a muertos, huele a carne, a sangre, pero sobre todo a mucho miedo.
Los habitantes del fraccionamiento Lomas del Tejar de la ciudad de Xalapa, cerraron la calle donde fueron encontrados los nueve cuerpos descuartizados la noche de este sábado 13 de enero.
Y la tarde de este domingo, con vehículos particulares que atravesaron en la entrada de la avenida Rafael Murillo Vidal, exigieron a las autoridades locales y estatales el apoyo para la colocación de unas plumas y la caseta de vigilancia.
Recordaron que en tres ocasiones y en menos de medio año, la zona se ha convertido en prácticamente un tiradero de personas desmembradas.
Cuentan que el primer caso y el que tienen más presente es el de dos vecinos de la colonia Álvaro Obregón (colindante con el panteón Palo Verde) que fueron tirados cerca de la reserva ecológica de Murillo Vidal.
Luego otros cadáveres en esos mismos accesos de Lomas del Tejar y los de la noche de este sábado 13 de enero. “Ya son tres ocasiones y la verdad tenemos mucho miedo” contaron los vecinos que prefirieron no revelar sus identidades.
“Pedimos que el gobierno actúe porque esto no puede seguir pasando y la ciudadanía ya tampoco lo aguantamos. Estamos materialmente enfermos y agotados de esta situación”.
Dijeron que ahora pedirán que el acceso de ese fraccionamiento quede cerrado, tal y como está en el proyecto de construcción de la unidad habitacional.
Por las escenas de terror, los vecinos no han podido dormir, incluso algunos por los nervios tuvieron que medicarse “sabemos que en todo el país está así, pero queremos atención de las autoridades y hasta de la Secretaría de Salud para checarnos a todos”, dice una mujer anciana.
El fraccionamiento luce solitario, todas las casas con puertas cerradas y las ventanas con sus cortinas tapan los interiores de los domicilios, porque no quieren mirar el sitio donde se respira el miedo y la muerte.
