untitledFrancisco De Luna /

Perote, Ver.-La carga era un poco pesada, pero había que llegar hasta la cima del “Cofre de Perote” a esa montaña cuadrada que desde la carretera luce imponente y cubierta de nubes. Para la tarde se anunciaba la nevada; el ascenso se complicaba, ya había frío.

Nuestro termómetro indicaba que la temperatura era de cero grados Celsius, en ese instante se complicaba la escalada, cada paso era más lento, la respiración se dificultaba, el latir del corazón se escuchaba con perfección.

Aunque el sol dejaba caer algunos rayos sobre las rocas, el viento soplaba frío y arrastraba las nubes las cuales desde la cima se podía observar cómo pintaban de mantos blancos las copas de los árboles.

Era un mar, un gigante de nubarrones que abrazaba todo el horizonte que se muestra infinito sobre el territorio veracruzano. No había tiempo que perder, era momento de enfocar la cámara fotográfica y capturar ese instante.

A esas alturas el aire pareciera que chifla, cuando cesa, no hay más ruido. Predomina la tranquilidad, también las tonalidades de colores azules, verdes, blancos y grisáceos por donde se pasea la vista y se pierde entre las montañas que sobresalen y parecen tocar el cielo.

untitledCada uno de los pasos, es cansado, pero llegar a la cima del Cofre de Perote es encontrarse con los gigantes de piedra.

Ahí el paisaje ofrece diversos espectáculos, aves que extienden sus alas en esas alturas. Al subir la montaña el color verde es predominante, de pronto cambia a color sepia donde las enormes rocas imponentes detienen el viento y expande al banco de nubes que anuncian las tormentas.

Desde el Cofre se pueden admirar a la “Mujer dormida”, Popocatépetl, al “Pico de Orizaba” cubierto de nieve, pero también a los poblados asentados en las faldas de los cerros. Los panoramas son como salidos de un cuento o una pintura, simplemente extraordinario.

El Cofre de Perote, tiene una altura de 4 mil 200 metros sobre el nivel del mar; los indígenas, nahuas y totonacos le nombraron Naupatecutepetl que significa “Cuatro veces señor”.

Esta montaña se trata de un volcán apagado, que se originó hace 20 millones de años, pero actualmente está inactivo. Hoy es visitado por los turistas.

En esta ocasión tenemos una vez más la oportunidad de compartir con ustedes la serie de imágenes que captamos y que a nuestra vista se iban descubriendo.