Foto: Mario Román

Desde Poza Rica

VISIÓN CRÍTICA

Por Mario A. Román del Valle

UN AÑO CABRÓN

Hace muchos años el egregio líder sindical petrolero de los años treinta y fundador de nuestra ciudad, Don Rafael Suárez Ruiz, me decía con profunda convicción: “Poza Rica, con todas sus carencias y problemas, siempre ha sido una tierra generosa y de progreso; quienes llegamos a ella, hemos encontrado caminos para alcanzar el bienestar con nuestras familias. Y eso no lo podemos perder nunca”.

Para los pozarricenses de hoy no es tan fácil mantener esa convicción, pues la ciudad ha experimentado en los últimos años una coyuntura muy complicada. Además de la falta de inversiones en la vital industria petrolera y de los malos resultados de las exploraciones y perforaciones efectuadas entre 2008 y 2013, se deben sumar un alto e inusual índice de desempleo regional, marginalidad y pobreza en amento, amén de un incremento de la violencia.

Empresarios, sindicalistas petroleros, profesionistas, maestros universitarios, comerciantes, estudiates y jubilados, coinciden en señalar que las pasadas celebraciones de navidad y año nuevo son, tal vez, “las más tristes y apagadas que ha vivido nuestro municipio”.

La mayoría de las compañías contratistas privadas han llevado a cabo drásticos recortes de personal y, algunas, hasta han cerrado sus instalaciones.

Por su lado, Pemex anunció en octubre del año pasado que tres gerencias de lo que era anteriormente Pemex Exploración y Producción Región Norte fueron enviadas a Reynosa.

Todo lo anterior se refleja en algunas cifras estadísticas oficiales que nos muestran importantes rezagos en las condiciones de vida de muchas familias de Poza Rica. Y aunque el municipio petrolero es considerado por el INEGI y Sedesol como un municipio con un alto nivel de bienestar, no deja de ser significativo que para Conapo paso de ser “MUY BAJO” (en 2005) a solamente “BAJO” (2010), su grado de marginación. Así, encontramos en estas estadísticas que todavía, en 2010, el 18.14% de las viviendas particulares pozarricenses no contaban con agua entubada; mientras que el 9.23% d esas viviendas tampoco contaban con refrigeradores; otro 20% no dispone de lavadora; y en materia de educación, tenemos que el 30.63% de la población de15 años y más no ha podido concluir su educación básica (Sedesol, “Indicadores de marginación”, 2013).

En el entorno estatal el panorama no luce mejor. Los ciudadanos, azorados, sabemos que ya se vienen las campañas electorales que, todo apunta, se basarán en una fuerte guerra sucia; con una clase política que no permite abrigar buenas esperanzas de mejoramiento para las clases sociales mayoritarias, sino por el contrario, más de lo mismo: depredaciones, corruptelas, represiones, autoritarismo a cielo abierto.

Y en contrapartida, el enojo social va en aumento. En el campo veracruzano los campesinos y los indígenas sólo ven frente a si, miseria, atraso y desnutrición infantil. En las ciudades, los obreros, empleados, comerciantes ambulantes y subempleados, se quejan de los salarios de hambre, del desempleo, de los elevados precios de la gasolina, los servicios y los alimentos.

Los jubilados y pensionados exigen, con toda razón moral y jurídica, que el gobierno del estado les pague lo que les adeuda (4 mil 370 millones de pesos), desde el 2014. Y, con pancartas, también exigen las renuncias del gobernador Javier Duarte de Ochoa, y de los secretarios de Seguridad Pública y Gobernación (Arturo Bermúdez Zurita y Flavino Ríos Alvarado, respectivamente), a quienes consideran como los responsables directos de la indignante represión que sufrieron el pasado 23 de diciembre.

Y para colmo, el economista e investigador de la UV, Hilario Barcelata Chávez, nos asegura que en este 2016, Veracruz será una entidad que no contará con suficientes recursos económicos para responder a las más urgentes necesidades del gobierno estatal.

En este naciente año tendremos, con la situación complicada que hemos bosquejado, una crucial elección estatal, en la que se renovará el ejecutivo y legislativo del estado de Veracruz. Y desde ya, algunos analistas opinan que existen posibilidades reales de que el PRI vea en peligro su larga y monopólica continuidad al frente del poder estatal. Pues además de los graves problemas económicos y sociales ya apuntados, se percibe un fuerte enojo ciudadano frente a una clase política que es calificada de despilfarradora y corrupta. Igualmente, la inminente alianza entre el PAN y el PRD puede convertirse en un factor central en esta coyuntura electoral compleja.

Muchas veces se dice, con un tono sólo retórico, que la voz del pueblo es la voz de Dios. Y tengo para mi que muchas veces los hombres sencillos, de a pie –como suelen llamarlos los periodistas y sociólogos-, tienen una intuición verdaderamente certera. Así, concluyo esta colaboración en mi casa informativa PRIMER PÁRRAFO, con el comentario de mi amigo Ramsés Hernández, el sonriente y amable taxista pozarricense con quien suelo charlar cotidianamente, cuando me apuntó que “este año se ve que será verdaderamente cabrón para el pueblo”.

LA INDUSTRIA PETROLERA VIVE UNA GRAVÍSIMA CRISIS MUNDIAL

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