Sacerdotes asesinados.

Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz , doblemente asesinados

Ángel Rafael Martínez Alarcón.

Si se calla el cantor calla la vida
Porque la vida, la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor, muere de espanto.
La esperanza, la luz y la alegría.
Si se calla el cantor se quedan solos.
Los humildes gorriones de los diarios.
Los obreros del puerto se persignan


En el presente año del 2016, se cumplieron 90 años del inicio de la guerra de la Cristiada, el conflicto religioso entre el Gobierno de la Revolución Mexicana y la Iglesia Católica Apostólica Romana, entre los años de 1926 a 1929.

Se dio otra revolución por motivos de la fe de un pueblo como el mexicano. Fueron varios los religiosos asesinados en este momento histórico, algunos de estos mártires alcanzaron llegar a los altares con sus respectivas beatificaciones y canonizaciones.

También se conmemoraron los 85 años del conflicto religioso impuesto por el gobierno estatal del Coronel Adalberto Tejeda Olivares, quien coincidentemente era el Secretario de Gobernación del presidente Plutarco Elías Calles. Así el 25 de julio de 1931, fue asesinado el joven sacerdote Ángel Darío Acosta Zurita, en la hoy catedral del puerto de Veracruz; canonizado en 2007.

Sacerdotes, religiosos laicos de esos momentos en la historia de México, morir por su fe fue un asunto de honor en defensa de su credo. El pasado 19 de septiembre se suman dos sacerdotes de la diócesis de Papantla, como víctimas de la ingobernabilidad existente en los últimos doce años en el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.

En la gran lista de catalogo de asesinatos, levantados, secuestrados, extorsionados en el Veracruz de los últimos doce años, están también sacerdotes de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Cabe señalar que los sacerdotes tampoco se han librado de la ingobernabilidad que han sumido a Veracruz, sus gobernantes locales, y tal parece que tiene el visto bueno de la Federación, para que en Veracruz, sea el campo de batalla de la delincuencia organizada. En 1927, por querer cobrar los impuestos a las compañías petroleras extranjeras, el Presidente Plutarco Elías Calles, destituyó al Gobernador Constitucional, el General Heriberto Jara Corona.

Todo parece indicar que Enrique Peña Nieto, el presidente más impopular de los últimos 50 años, protege al gobierno de Javier Duarte de Ochoa, por aquellos 25 millones de pesos incautado, al hoy diputado local electo, Vicente Benítez, en aquellos días de la campaña presidencial de 2012. Por más denuncias presentadas ante las autoridades competentes, y el diario golpeteo de la televisión y prensa escrita a nivel nacional, luego pienso que nos lo presentan como modelo a seguir, Usted puede ser el emperador de la corrupción, que en Veracruz, es la cuna de la impunidad.

Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, sacerdotes de la Diócesis de Papantla, Veracruz, no sólo que fueron secuestrados y asesinados el pasado 19 de septiembre del año en curso, hoy su fama publica ha sido manchada por las irresponsables declaraciones del Fiscal del Estado de Veracruz, que conocían a sus verdugos, estuvieron liviano junto y que la fiesta terminó en asesinato; nadie le creído al fiscal Duartista, esas mismas declaraciones también difamaron a la asesinada periodista de Regina Martínez, abril de 2010.

Con una rapidez inaudita para la justicia de Veracruz, el 20 de septiembre, la autoridad difama la trayectoria de los sacerdotes, logrando el Episcopado mexicano no le crea, como miles de veracruzanos.

Cabe recordar que también los sacerdotes de la Provincia Eclesiástica de Veracruz, en sus diferentes Diócesis y la arquidiócesis de Xalapa, han sido víctimas también la delincuencia organizada de Veracruz, bajo el amparo del Estado; han sido muy cuidadosos en poner las denuncias; no son hasta en estos casos donde esta de por medio de la vida de dicho ministros, cuando salen a la luz pública.

El lamentable secuestro y asesinatos de los presbíteros Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, del desgobierno que vive Veracruz desde 2004, salió del acontecer nacional para ocupar un lugar de privilegio a nivel internacional, con la condena emitida por el Secretario de Estado del Vaticano.

Cuanta más sangre tendrá que derramarse en estos últimos 68 días de la agonizante y terrorífica de Javier Duarte de Ochoa, no más sangre inocente en nuestra lastimada y saquea entidad.

Así, se condenaron los arteros asesinatos, la Diócesis de Papantla: Lamentamos profundamente la pérdida de estos sacerdotes que primero fueron secuestrados y luego asesinados. Estamos muy consternados por esta noticia y en oración por su eterno descanso. Una Vez más comprobamos que la violencia y la inseguridad se han enraizado en nuestra sociedad. Esperamos que las autoridades esclarezcan el crimen y que la pérdida tan lamentable de estos hermanos nuestro sirva para que llegue la paz que tanto deseamos.

De la arquidiócesis de Xalapa: La Arquidiócesis de Xalapa, presidida por su pastor, Arz. Mons. Hipólito Reyes Larios, su obispo auxiliar, Mons. José Rafael Palma Capetillo y su Arz. Emérito. Mons. Sergio Obeso Rivera lamenta profundamente el secuestro y asesinato de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz.

La iglesia católica expresa sus condolencias a sus familiares, a la diócesis hermana de Papantla y a los señores obispos, Mons. José Trinidad Zapata Ortiz y su obispo emérito Mons. Lorenzo Cárdenas Aregullín. Al tiempo que ora para que estos hermanos presbíteros sean recibidos con misericordia en la casa del Padre para que contemplen eternamente su rostro.

Así escribió: La Conferencia del Episcopado Mexicano, expresa sus condolencias, cercanía y oración a la diócesis de Papantla, a su obispo S.E. José Trinidad Zapata Ortiz, a los familiares de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz que fueron privados de la vida, externamos nuestro dolor e indignación ante la violencia ejercida contra ellos.

Desde la ciudad del Vaticano, afirman: “Profundamente apenado al recibir la triste noticia del asesinato de los reverendos Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, párroco y vicario de la parroquia de nuestra señora de Fátima, de Poza Rica, el Santo Padre expresa su más sentido pésame a vuestra excelencia, así como al clero, comunidades religiosas y fieles de esa querida diócesis, a la vez que ofreceré sufragios por el eterno descanso de estos sacerdotes de Cristo, víctimas de una inexcusable violencia.

1 COMENTARIO

  1. Lamentablemente cada día estamos más invadidos por la delincuencia y lamentablemente las autoridades no se An puestos las pilas para hacer las cosas como se deben de hacer solo sela pasan dándole vuelta al asunto y para que nos hacemos si ellos si saben que tipo de gente es laque está detras de todo esto y pues sólo nos queda pedirle a dios que nos mande la paz y a mamita maría que nos cubra con su manda

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