Xalapa, Ver.- Poco a poco, de la pared de color morado del Centro de Gestión Comunitaria Oeste, en la unidad habitacional Fovissste, surge una gran flor con un ojo cargando a su mascota, una berenjena que parece perro y pasea a un betabel, y un caracol-caballo inspirado en La historia interminable de Michael Ende, así como un dragón peculiar, semejante a las criaturas de arena de la película Beetlejuice.

Se trata de un mural de seis metros de alto por 30 de ancho que pinta el artista francés Nicolas Barrome Forgues, financiado por el gobierno de su país a invitación del Consulado Honorario en Xalapa.

Trabaja de sol a sol, con precisión marcial. Va y viene, cuenta las horas: “tengo tres horas para terminar éste”, se dice a sí mismo mientras se para a media calle para revisar el avance… “Cuando tengo una idea tomo una foto de buena calidad, preparo el boceto en mi computadora e imprimo. Necesito un día entero para trazar. No me gusta, pero es muy importante porque cuando el dibujo está bien sólo hay que poner colores”, expresa, al hacer pruebas a una lata de aerosol.

Sus dibujos son una mezcla entre cultura clásica y pop, animales peludos, fantásticos, en color o en blanco y negro, con texturas y colores vivos. Nicolas habla sobre sus influencias: Josh Keyes, Tim Biskup y Salvador Dalí, además de un sinfín de referencias del cine, de su infancia, videojuegos, vegetales y los dibujos animados.

Además del colectivo Jeanspeizal, forma parte de Les Jeanclode, en el que más de 50 artistas de Francia trabajan arte monumental. Sobre el aerosol, deja en claro que no es grafitero; lo usa como una herramienta más que le permite avanzar rápidamente; las latas convertidas en pinceles trazan, rellenan, dan forma, volumen y profundidad a sus creaciones.

“Soy ilustrador, y sólo quiero hacer buenos dibujos, grandes, muy grandes, utilizando el spray porque es rápido”, afirma.

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