Xalapa, Ver.- El Partido del Trabajo se encuentra motivado por el cierre de precampañas que arrojan un resultado inobjetable. El beneplácito que compartimos con la ciudadanía es que nuestra alianza «Juntos haremos historia» es considerada puntera al final de la precampaña.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) va en primer lugar, Ricardo Anaya en segundo y Antonio Meade en tercer lugar. La mayoría de las encuestadoras coloca a López Obrador hasta con 11 puntos de ventaja a su más cercano oponente, y casi el doble con respecto al precandidato del PRI-PVEM; y con un 38 por ciento de la preferencia electoral.
En Veracruz, nuestro candidato Cuitláhuac García Jiménez se mantiene en primer lugar con una ventaja del 3 por ciento con respecto a los otros oponentes. Los ciudadanos reconocen en él su liderazgo, su trabajo, su capacidad de organización y gran calidad humana.
Las propuestas de Andrés Manuel y de Cuitláhuac son las más viables y apoyadas por los ciudadanos, en el pasado, algunas de las que planteó AMLO fueron puestas en práctica por los espurios triunfadores que le arrebataron el triunfo. A pesar de ello, no aprendieron nada de lo bueno sembrado por AMLO, la demagogia y cinismo son una máscara que se les cae.
Los oponentes de López Obrador hablan de “ideas” no de propuestas. Son incongruentes al decir que sus propuestas políticas son serias y alejadas de las ocurrencias y de la improvisación”, ese es el mentiroso discurso utilizado por los precandidatos del PRI. Uno, menciona ser el “yo mero” y el otro se dice puro y casto, que “no es igual a sus compañeros corruptos”, sin mencionar quiénes sí lo son y soslayando la traición que le hicieron al pueblo mexicano, pues nunca pusieron en práctica sus dichos con sus hechos. El 1 de julio el pueblo se las cobrará.
Los dos oponentes manifiestan que empatan con Andrés Manuel, esa, es la campaña mediática que ya inician Anaya y Meade, es la dirigida a intentar engañar nuevamente al electorado diciendo que «tienen un empate técnico con AMLO”. Los engañados son ellos mismos. Uno de ellos corre el peligro hasta de ser sustituido.
En otro contexto, un suceso que no puede ignorarse es el que surgió de las declaraciones de la Arquidiócesis de México, que si bien tiene razón al denunciar el hartazgo de la ciudadanía por falsas promesas políticas de quienes nos han gobernado, omitió mencionar que sólo el PAN y el PRI lo han hecho. Verdad le sobra a la Arquidiócesis en cuanto al despilfarro efectuado en precampañas aunque cabe “otro pero”: no mencionó que el precandidato del PRI, en menos tiempo gastó mucho más. Si el árbitro electoral cumple sus funciones, confirmaremos que precandidato gastó más.
Acertado el calificativo al Instituto Nacional Electoral (INE) endilgado por la Arquidiócesis: “autoridad desdentada y débil que tiene encima una maraña casi imposible de deshacer de forma pronta y expedita por el bien de millones de personas hastiadas de una farsa democrática y de un aparato electoral groso, que exige más y más dinero mientras el votante soporta la inflación diaria y el repunte de precios que siguen impactando la magra y empobrecida economía de las familias mexicanas”.
También advertimos, “el INE como ente chimuelo” y al servicio del partido en el poder y, como lacayo intenta desaparecer nuevamente al PT. No lo logrará. Sabemos que junto con AMLO el Partido del Trabajo ejercerá un gobierno austero y transparente.
