Peña Nieto y Duarte de Ochoa, tiempos felices. Imagen de archivo.

Ciudad de México.- En su columna “Teléfono Rojo”, el periodista José Ureña da cuenta de una posible e inminente destitución de Javier Duarte de Ochoa como gobernador de Veracruz, ante las múltiples problemáticas e irregularidades que se han revelado de su administración.

Bajo el título “Arranca el proceso para destituir a Javier Duarte”, Ureña detalla en su entrega de este martes que “ayer (lunes 22 de febrero) se echó a andar la maquinaria para destituir a Javier Duarte de Ochoa… Comenzó con consultas para actuar en doble vía: 1.- El mecanismo para hacerlo a un lado. Y 2.- determinar a quién se pone en su lugar”.

También asegura que el panorama para tal efecto resulta por demás complicado “dadas las condiciones de Veracruz desde todos los ángulos: ingobernabilidad, malos manejos presupuestarios, violencia institucionalizada, ataques a comunicadores, persecución de opositores, crisis administrativa”.

Además expone que “la operación es dirigida desde el PRI, donde despacha Manlio Fabio Beltrones, con la autorización superior”.

Y continúa: “Además del oficio de Beltrones,Enrique Peña Nieto tiene un operador de altísima lealtad en el secretario de Gobernación,Miguel Ángel Osorio Chong, quien da seguimiento a todos los actores”.

Entre otras cosas, asegura que “tanta preocupación ha pasado a una siguiente etapa: ¿qué hacer con el gobernador Javier Duarte para atemperar las pasiones en aquella entidad del Golfo de México”.

“Y por el ánimo observado, no se sorprenda usted si en días –digamos cinco– se decide actuar para intentar recuperar la gobernabilidad, fortalecer la seguridad pública y garantizar elecciones pacíficas”, apunta.

“Los escenarios bajo análisis son variados:

“El menor podría ser un llamado a cuentas para evitar torpedeo en las campañas, habida cuenta de su animadversión con el priista Héctor Yunes y los escándalos previsibles del panista Miguel Ángel Yunes.

“Una intermedia sería pedirle amablemente organizar su salida con algunas consideraciones, equivalentes a poner un interino cercano, no ser perseguido por sus estelas de deuda, inseguridad, arbitrariedad y persecución de opositores.

“La última, la más extrema, sería enfermarlo bajo amenaza de un proceso por las denuncias en su contra”.

Así mismo, el columnista adelanta que “ahora el reto es encontrar un hombre conciliador, capaz de regresar a Veracruz a la gobernabilidad, comunicar con priistas y opositores y garantizar un proceso electoral institucionalizado, en orden”.

Aquí la columna integra: http://www.telefonorojo.mx/2016/2/23/telefono-rojo/o2zez3

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