México.- En la Ciudad de México existen 72 librerías de viejo y la mayoría se concentran en la calle de Donceles del Centro Histórico, en las colonias Condesa-Roma y en las cercanías a Ciudad Universitaria. Así lo demuestra el proyecto http://www.libreriasdeviejomexico.org,
desarrollado por la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Cuajimalpa, que busca mapear el movimiento de este mercado considerado en riesgo de desaparecer.
Carlos Gallardo, editor de la UAM y responsable del proyecto, señala que la idea es localizar en un mapa virtual (con geolocalización) todas las librerías de viejo que existen en el país, sin embargo, debido a que la plataforma fue creada en diciembre de 2015, por el momento sólo tienen el registro de las librerías de la capital, las cuales demuestran que su ubicación se relaciona a colonias con población de clase media económicamente hablando.
“Hemos registrado 72 librerías y tienen que ver con los principales recintos culturales y con la vida bohemia en la ciudad, pero su ubicación responde también a una lógica socioeconómica. Si observamos el mapa, las librerías de viejo trazan una media luna al poniente de la ciudad, es la media luna donde se asienta la clase media citadina. Esto sólo es una hipótesis, pero es visible”, destaca.
Sobre por qué estas librerías se concentran en delegaciones como Cuauhtémoc, Benito Juárez y Coyoacán, Gallardo plantea que en parte, se debe a la existencia de familia de libreros y a consumidores potenciales como son los estudiantes.
“Históricamente la calle de Donceles, durante el siglo XX, es donde se concentra el mayor número y tiene que ver con la existencia de la familia López Casillas. Ellos son dueños de esas librerías e incluso han promovido la existencia de estos establecimientos en la Roma, sobre la calle Álvaro Obregón y en el sur, sobre Miguel Ángel de Quevedo y Avenida Universidad”, externa.
También, comenta, influyó que en un principio la Universidad Nacional estuviera en el Centro Histórico, misma que ahora se encuentra al sur, además de que en los últimos años las colonias Juárez, Roma Norte, Condesa y Narvarte han concentrado gran parte de las manifestaciones de la vida artística.
Al respecto, Samantha Camacho, cartógrafa e integrante del proyecto, destaca que la idea del mapa es que se deriven varias líneas de investigación. “Puedes hacer cruces con otras variables que no tienen que ver con las librerías, por ejemplo, podrían ayudar a entender por qué están distribuidas de esa manera o desde cuándo están en la zona centro”.
REGISTRO.
¿Cómo inició el proyecto?, se le pregunta a Carlos Gallardo. “El punto de partida fue un mapa impreso que realizamos a mediados de junio y distribuimos gratuitamente, entonces lo primero que se nos ocurrió fue hacer un mapa plegable, de bolsillo, pero en la conversación y en la posibilidad que da la tecnología digital y la cartografía electrónica, pensamos que era factible hacer un sitio web de las librerías de viejo”, responde.
Con recorridos, recomendaciones de usuarios, aportaciones de investigadores como Sebastián Rivera e información de directorios y de páginas de internet, los investigadores de la UAM registraron las 72 librerías que actualmente pueden consultarse en la página de internet, pero saben que aún falta incluir otras librerías que hay, por ejemplo, en Tepito, Xochimilco e Iztapalapa.
“La idea con el sitio web es que el usuario de las librerías de viejo sea quien registre y dé de alta la librería en el mapa electrónico mediante un formulario que puede verse en la página: tenemos un filtro editorial para corroborar la veracidad de la información para posteriormente, geolocalizarla”, indica Gallardo.
Los datos que aparecen en la web para cada librería son: nombre, ubicación, horarios, teléfonos y correo electrónico. En un futuro se incluirán fotografías, así como avanzar en la geolocalización de librerías en Querétaro, Puebla y Guadalajara.
Gallardo señala que mucho del éxito del proyecto depende de que los usuarios se apropien de la herramienta, “y así generar un circuito de información alrededor de estos espacios culturales que se supondría que están en extinción, pero que son una realidad viva”.
SIN RIESGO.
En palabras del editor de la UAM, este mapa sirve para cartografiar un fenómeno cultural muy particular que tiene que ver con la cultura impresa de un país y no sólo de una ciudad.
—De junio que hicieron la versión impresa a diciembre, ¿detectaron cierre de librerías?
—Desaparecer como tal, no. No hay un cierre masivo. Sólo nos tocó saber de cuatro librerías que ya no existen. Al contrario de lo que se dice, vemos que surgen nuevas librerías, por ejemplo, una especializada en poesía en San Fernando, en la zona de hospitales y otra de la cadena Libreros en Andanzas en Pachuca.
“Son ámbitos muy circunscritos a un sector de la población, no tienen esa presencia masiva como no la tiene ninguna librería sea de nuevo o viejo. Creo que más que extinción, se están reubicando en nichos más pequeños de personas”, precisa.
Samantha Camacho añade que el proyecto da la oportunidad de registrar esos movimientos, “un histórico de cómo se va moviendo la ubicación y localización de librerías en cualquier entidad. El mapa es un producto vivo que se mueve como la misma realidad de las librerías”.
Algunos corredores de librerías de viejo en el mundo
—Calle Corrientes, Avenida Mayo y Florida en Buenos Aires, Argentina.
—Avenida Yasukuni, en el distrito Kanda Jimbocho, en Tokio, Japón.
—El Rastro de Madrid y la calle Claudio de Moyano o mejor conocida como Cuesta Moyano, en Madrid, España.
Información tomada de: http://www.cronica.com.mx/notas/2016/942726.html
