Gustavo Cobreiro y Mario Mijares.

Cuba y México: resultados vs simulación

Mario Mijares

1.- La reflexión sobre la ponencia del Dr. Gustavo Cobreiro Suarez, rector de la Universidad de la Habana, con el tema “Calidad en la educación”, realizada en el IVES. La pregunta que nunca le hicieron al Dr. Gustavo Cobreiro, es cómo es que en un país con fuerte arraigo a la teoría marxista, lograran adecuar, el Modelo de Calidad, mismo que está en base al diseño -sistémico y funcionalista-, ambos estándares científicos erigidos por la escuela de pensamiento de los Estados Unidos. Los dos modelos son contrarios al marxismo, este como teoría y filosofía, lo cual tampoco es nada nuevo pues veamos la historia.

Hablar de la productividad es remontarnos a los principios de la gestión empresarial científica de Frederick Taylor -1856-1915, ingeniero industrial y economista estadounidense, promotor de la organización efectiva del trabajo-. La cual se convirtió en estándar de referencia en la historia de la organización para el trabajo, me refiero al -culto a la eficiencia-, pero sobre todo para los propietarios de las factorías. Con tal innovación perfeccionaron la explotación del obrero, por cierto criticada de forma magistral por Charles Chaplin, en el film de Tiempos Modernos.

Alvin Toffler en su obra La Tercera Ola señala que: “pero no fueron los patronos capitalistas, ansiosos por extraer de sus obreros hasta la última onza de productividad, los únicos en admirar el taylorismo, con sus expertos en productividad, sus esquemas de trabajo y sus controladores. Los comunistas compartieron su entusiasmo. De hecho, Lenin urgió a que se adaptaran los métodos de Taylor para su uso en la producción socialista.” p. 33.

La realidad es que fueron los trabajadores fabriles quienes sufrieron los estragos de la medición del tiempo de trabajo. Debido a que Taylor, mediante el uso del cronometro dividió la tarea del obrero en las partes más visibles y pequeñas que se pueden identificar, es el antecedente de los conocidos hoy como -procesos-. De esta manera, los dueños del capital o propietarios de las fábricas, la eficiencia, les sirvió para recortar un buen número de trabajadores para de esa forma obtener mejores ganancias. De ahí surgió la famosa máxima angloamericana de; “hacer más con menos”.

Los efectos de la productividad, logró que Estados Unidos y países industrializados, alcanzarán avances importantes, debido al exceso de producción y explotación de la mano de obra en base al trabajo conocido; de estajo o serial. En este periodo fue cuando Carlos Marx, también de forma científica, en su gran obra El Capital, demostró que dentro de los tres factores de la producción, que el único que genera plusvalía o plusvalor, -es la fuerza de trabajo- Esto provocó que los obreros se organizaran en sindicatos, tal organización de lucha logró la conquista de la jornada de trabajo de ocho horas.

2.- Si bien, por mucho tiempo Taylor fue satanizado, ahora puedo afirmar que su teoría es el antecedente del Modelo de Calidad, y tal cómo lo digo en párrafo anterior, fue desarrollado en las universidades norteamericanas. La diferencia del taylorismo, con el sistema de calidad, es el trato humano al trabajador-, mientras en el primero el obrero es un buey mudo, que solo debía obedecer. En el segundo, el trabajador participa de manera significativa.

Sin duda alguna, después de la Segunda Guerra Mundial, la mira universal, fue -la producción- así después de abandonar el patrón oro-, la que respalda la moneda en todos los países. Un tema importante es tocar el caso de Japón, una nación que después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, tenían todas sus factorías e infraestructura destruida. Fue hasta 1949, cuando empiezan a recibir los apoyos de los Estados Unidos, en esa época es cuando W. E. Deming profesor angloamericano, les imparte a los propietarios y presidentes de las principales industrias, el tema del Modelo de Calidad; sobre todo sobre el sistema de control.

3.- Sin embargo, entrando al tema de la educación, lo increíble es que Cuba a través de su Universidad Nacional, implantó el Modelo de Calidad en la educación superior. Lo cual me dejo sin hablar, principalmente porque el ponente explicó lo que he escrito en tres libros sobre el Modelo de Calidad, con propuestas reales adecuadas a la cultura mexicana. Los cubanos al igual que los japoneses, por lo que escuche esa noche lo adecuaron a su modo de ser y pensar.

La investigación de los posibles avances en esta lastimada nación, me causa vergüenza, la cual no tuvo Raúl Lobillo, exrector de la UV, quien aseguró, en el mismo evento, que durante su periodo esa casa de estudios logró calidad y excelencia -sin duda, la simulación es la bandera de los mexicanos- quizás por ello, no se dan por enterados de sus limitaciones. Con datos, concretos el Dr. Cobreiro demostró los resultados que tiene la Universidad cubana, y sobre todo a nivel internacional. Lo demuestra con el parámetro de la cantidad de jóvenes que ingresan –no hay rechazados-y se titulan, además de las importantes investigaciones realizadas en todas las ramas del conocimiento.

Según el rector, la Universidad de la Habana se encuentra por arriba de las más en América Latina, la razón es obvia pues mientras el gobierno cubano invierte 3 por ciento de su PIB en educación. México es el uno por ciento, los cubanos eliminaron el analfabetismo, entre otros logros más, mientras la tasa de analfabetas en nuestro país es enorme.

El infortunio de México, es que un buen número de empresas privadas, dependencias públicas y universidades, piensan que con tener a la vista los escritos de la Misión y Visión, o conocer el esquema del FODA, ya tienen Calidad Total. Pero no termina ahí, pues la siguiente farsa de los propietarios, funcionarios y académicos, es la de certificar -un solo proceso-, y con ello, presentarse como si hubieran implantado el modelo de calidad total. Hoy día las certificadoras simuladoras en México tienen un buen negocio.

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