Fotografía ilustrativa tomada de HoyEstado.com

DEL HARTAZGO JUVENIL, MANOS NEGRAS, PORRISMO Y LOS PAROS EN LA UNAM

Salvador Hernández Pelcastre.

En la última semana hemos visto un resurgir del movimiento estudiantil y juvenil en la UNAM, son muchas las razones que podemos advertir en este resurgimiento y muchas las aristas y análisis sobre sus motivos y posibles consecuencias, pues bueno, aquí voy con la intención de contribuir al debate.

1. Sobre los motivos inmediatos del Paro en CCH Azcapotzalco. Fueron una conjunción de eventos y acciones que resumiré en dos: la ineficacia y prepotencia de la directora del plantel, Sandra Guadalupe Márquez; y las demandas incumplidas a profesores y alumnos. Como es sabido, al comenzar el semestre, los estudiantes regresaron con la sorpresa de que una serie de murales fueron borrados por la administración, los jóvenes hicieron asambleas llamando a la directora a dar una explicación y la restauración de estos, lo cual nunca ocurrió.

A lo anterior se sumó que en este semestre, en el plantel implementaron un sistema electrónico para la asignación de grupos a los profesores interinos (sistema que existe en los otro cuatro planteles), modificando la antigua tradición de hacerlo de forma manual, lo que ocasionó dos cosas: quitó a las AAPAUNAM la posibilidad de asignar de manera discrecional y políticamente los grupos, y por otro lado, generó todo un movimiento de horarios, con el efecto contradictorio de que algunos profesores no alcanzaron grupo y hubo grupos sin asignación, de ahí la demanda de los estudiantes para que les asignaran maestros y por supuesto el apoyo de los maestros demandando grupos. Ambos problemas coincidieron y se encontraron con una actitud de soberbia y negativa a escuchar, la directora incluso se enfrentó a los profesores en una asamblea del sindicato blanco. Ahí inicio la movilización que derivó en el paro, los demás puntos se fueron sumando como una cadena de agravios (cuotas, maltrato, violencia).

2. En esta coyuntura, un problema que pudo resolverse en quince minutos (Fox dixit), se alargó innecesariamente por mero autoritarismo, así llegamos a la marcha a Rectoría que fue violentamente agredida por porros, sobre este hecho, no me cabe la menor duda que fue una provocación para desestabilizar a la UNAM, es decir, grupos de poder de ultraderecha usaron un conflicto local para iniciar una lucha de patadas debajo de la mesa para disputar los espacios de poder en la UNAM con miras a los cambios que se darán en el gobierno federal. Desde mi punto de vista, buscaron precisamente cerrar a la universidad como un mensaje que diga “mira lo que soy capaz de causar”, pero la respuesta rebasó a la provocación, los estudiantes no están en el mismo canal que esos grupos enquistados en la UNAM.

3. La marcha de hoy no sólo estuvo magnífica, volver a mirar a la juventud desbordada de esa manera es emocionante sin duda, pero habría que preguntarse ¿Qué hay detrás de esos 30 mil jóvenes que hoy se quitaron el miedo? Mi opinión es que lo que los mueve es el hartazgo y la esperanza. El hartazgo a la violencia social que padecen: el asesinato de Karen, alumna de CCH Vallejo, y su hermano Eric hace un año en su domicilio; el secuestro y homicidio de Miranda alumna de CCH Oriente; la violación de una alumna de FES Acatlán; el asesinato de narcomenudistas en el campus universitario; la desaparición de 43 normalistas; y por supuesto la agresión de porros a una marcha pacífica. Esto último, fue la gota que derramó el vaso y se nota en las consignas “¿Por qué nos asesinan si somos la esperanza de América Latina” “Ni una menos” “Fuera porros de la UNAM” “1,2,3…43 Justicia” son las consignas gritadas una y otra vez. Son sin duda la expresión de una generación que ya no quiere poner la sangre y sus vidas en la ruleta rusa y salen a exigir garantías de seguridad.

4. Sostengo que en estos momentos hay dos olas que están chocando, los grupos de las derechas que mueven sus hilos para atrincherarse en la UNAM y controlarla ante un futuro gobierno de centroizquierda; y las izquierdas universitarias que hacen eco del hartazgo juvenil, enarbolando su demanda de mayor seguridad, pero también agregan demandas históricas como son la gratuidad de la educación y la democracia universitaria. Por supuesto, en estas aguas la ola viene y hay que saber surfear para no ahogarse en el encontronazo, yo por supuesto me sumo a la ola de la izquierda por la democratización, la gratuidad y la seguridad.

5. En esta perspectiva, el movimiento estudiantil se apresta a crear y consolidar una plataforma de lucha, la cual discutirán el próximo viernes en el auditorio Ho Chi Ming de la facultad de Economía, sin duda las demandas principales serán las tres expuestas, el problema es que ninguna parece tener una solución en el corto plazo y esto será un conflicto ¿se levantarán los paros o continuarán hasta la consecución de las exigencias? Ahí nuevamente habrá intereses que busquen mantener a la universidad cerrada, tanto de las derechas como de las izquierdas, pero en la práctica, un escenario así conviene más a las primeras.

6. La izquierda universitaria tiene por delante el reto de mantener un movimiento vivo, de largo alcance y con las puertas abiertas que obligue a las autoridades universitarias y gubernamentales a responder estas exigencias. La interrogante es cómo.

7. Es posible en el mediano y largo plazo obtener nuestros objetivos. La democratización de la universidad puede darse si el nuevo Congreso de la Unión modifica la Ley Orgánica de la UNAM que data de 1946; la gratuidad depende de dos cosas, por un lado, que el Congreso de la Unión garantice un presupuesto suficiente que haga innecesario a la universidad buscar recursos económicos y que el Consejo Universitario abrogue el Reglamento General de Pagos (RGP); mientras que la seguridad y desaparición de los grupos porriles es posible hacerlo si los grupos de poder que los sostienen dejan de subsidiarlos mediante boletos a los partidos, préstamo de instalaciones o renta de espacios para la realización de sus fiestas, la integración de líderes en las nóminas universitarias y de distintas dependencias de gobierno, y por supuesto, que no haya impunidad a sus fechorías presentes, pasadas y futuras.

8. Nuevamente insisto, las demandas son por supuesto justas, pero objetivamente difíciles de realizarse en el corto plazo. Los jóvenes que hoy salieron a marchar deben conservar la energía y entusiasmo, pero también deben tener paciencia, organizarse y disponerse a una lucha larga e inteligente, pero con las aulas abiertas para imaginar y construir el futuro que les corresponde, cimentar un movimiento representativo, democrático, inteligente y con propuestas claras que ante la coyuntura de un nuevo gobierno, encuentre los hilos de coincidencia y realmente se impulse la famosa cuarta trasformación de la República y de la Universidad.

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