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Kairós

¿Economía creativa para Veracruz?

Francisco Montfort Guillén

El Foro Económico Mundial provoca una reflexión inquietante: ¿es posible implantar una sólida economía de la innovación en América Latina? La discusión inicial señala algunas fortalezas y debilidades en la región. El texto señala: <<La economía creativa, -regularmente referida a aquella basada en sectores cuyo principal insumo es el talento- ha probado ser muy resiliente en tiempos de crisis, creciendo siempre a una velocidad mayor que el resto de la economía regional.>> Esta es una manera nueva de sustentar el concepto de Peter Drucker <<sociedad del conocimiento>> en sus esferas de producción y nombrarla <<economía del conocimiento>> para una <<sociedad que aprende>>, este último término acuñado por Joseph Stiglitz.

La realidad es que la globalización ha reunido a las sociedades de las diferentes naciones en una esfera <<invisible>> pero tangible: la nueva etapa de creación de riquezas para el sustento humano que yo llamo el capitalismo digital, que se diferencia al que llamamos capitalismo industrial. Este capitalismo, que en su etapa de madurez ofreció a las sociedades más avanzadas las satisfacciones y seguridades del llamado Estado de bienestar. El fin del capitalismo industrial está causando tantos trastornos como los de la aparición de su nacimiento que afectó profundamente a las sociedades de campesinos y artesanos.

En México nunca pudimos gozar de todas las comodidades del llamado Estado de bienestar. En primer lugar, porque durante el inicio del siglo XX nos la pasamos guerreando. Después ensayando fórmulas de organización económica de orientación comunista y formas de organización política de corte fascista que mantuvieron al país en el subdesarrollo. El resultado fue que nuestra industrialización fue tardía e incompleta. Peor aún: como sociedad ni siquiera conseguimos crear un sistema educativo de calidad, una sociedad alfabetizada, con libertades para emprender proyectos personales de vida fuera del ámbito marcado por el sistema de Partido Único.

¡Un siglo perdido! Apenas en 1997 iniciamos políticamente el fin del sistema político de Partido Único, unos años después del inicio de la liberalización de la economía y del debilitamiento de grupos corporativos. Ahora, con las reformas del Pacto por México, fruto del acuerdo político de todos los partidos, se ha propiciado un nuevo empujón al desmantelamiento de otros monopolios corporativizados en las estructuras del gobierno. Los coletazos son fenomenales, dolorosos y destructores de armonía social y de riquezas colectivas.

El caso es que nuestro ingreso a la <<economía creativa>> o <<sociedad del conocimiento>> o <<sociedad que aprende>> requiere de condiciones especiales que debemos construir y aprovechar las fortalezas existentes. El Estudio del WEF sostiene que en toda América Latina contamos con tres factores de potencialidad. El primero es <<cultura e identidad>>. El segundo lo llaman <<emprendurismo>>. El tercero lo designan como <<población joven y creativa>>. Sobre estos tres elementos, en Veracruz sabemos a ciencia cierta que contamos con una abundante población joven y creativa y con una fuerte cultura e identidad. Los premios internacionales de estudiantes y maestros expresan esta creatividad y la contradicción: algunos maestros y alumnos muy brillantes en instituciones mediocres. Las clases medias, de esos grupos y condición que también resalta el WEF como condición necesaria para el crecimiento, están a la vista: crecientes pero débiles e inestables.

¿Qué debemos construir en Veracruz? En primer término gobiernos innovadores, municipales y del estado. En segundo término un sistema educativo más eficiente, más eficaz: más competitivo. Y un terreno común para tener una mayor igualdad de oportunidades. Lo más difícil es este elemento inasible que es el <<emprendurismo>> y que está asociado con “otro tipo de cultura” dominante en Veracruz: el conservadurismo: la represión de la innovación, de la creatividad, las libertades. Una “cultura de la sospecha, de la descalificación, del temor a lo nuevo”. El gobierno innovador, interesado realmente en gobernar y ejercer los presupuestos que son dineros públicos para fines públicos, no para realizar negocios privados e inclusive apropiárselos.

En el Plan Veracruzano de Desarrollo se dará cuenta de la necesidad de iniciar, ya como política pública, esta <<economía creativa>>. Como todo progreso, tendrá que ser el resultado de pensar que es posible hacerlo y realizarlo de la mejor forma posible. Como todo progreso, deberá considerarse que este proceso no es lineal ascendente. Es una espiral que tiene retrocesos, que puede tomar caminos inesperados, no preestablecidos que generen al final una nueva cualidad entre sus actores y también sobre individuos y grupos sociales de una buena parte de la sociedad veracruzana.

La <<economía creativa>> es posible construirla pero su emergencia tendrá que romper barreras psicosociales, las más difíciles de vencer, porque están ocultas en las conductas, percepciones y actitudes de los veracruzanos que no quieren perder los privilegios actuales y que se expresan de muchas maneras una vez que se inician los cambios. En todos los ámbitos deben ser impulsadas estas relaciones económicas, no son exclusivas de los actores meramente productivos. Y la base está en la educación.

Como principio la educación de calidad no es la panacea para lograr la construcción de la sociedad del conocimiento o la economía basada en los frutos del talento humano. La educación de calidad sirve sobre todo para que los seres humanos comprendan mejor su momento histórico, el de su propia vida, y que puedan gozar más y mejor de los mejores productos, bienes y servicios, que producido el hombre a lo largo de su historia. Si esta educación de calidad logra despertar en los seres humanos veracruzanos el deseo de progresar, es decir, de seguir con paciencia un camino de autosuperación, paso a paso, por grados, entonces la educación mostrará otra virtud: que alienta el deseo de logro, el deseo de alcanzar siempre mejores metas.

La educación de calidad significa preparar a los alumnos y estudiantes para ser agentes activos en, y resistir las exigencias, de la Revolución Digital, la que ya estamos viviendo con sus consecuencias de incertidumbre, destrucción creativa de bienes y servicios, deformaciones y limitaciones de los alcances y de los avances que nos había ofrecido el Estado de bienestar. Es inútil lamentar esta desaparición. Menos productivo es crear chivos expiatorios: los malos y perversos empresarios, las reformas estructurales, o el sistema financiero internacional, la globalización, el Consenso de Washington.

La Revolución Digital es de origen científico y tecnológico. Inició al mismo tiempo que vivía su apogeo el capitalismo industrial. La conjunción de avances en la física, la biología, la cibernética, la miniaturización, los sistemas de información/comunicación entraron por las bases creadas de la industrialización: las máquinas que producen máquinas. Pero la revolución es total y enloquecedora. Ahora la digitalización demanda la producción de seres humanos súper dotados y sustentados en educación de calidad que “producirán” seres humanos superiores a ellos. Lo hace ya Estados Unidos, Alemania, India, China. ¿Se entiende el desafío a vencer?

En México y por ende en Veracruz urge construir las bases de estas tareas gigantescas que están ocultas en querellas por el poder corporativo y el control político. La organización de corte fascista de nuestro régimen es obsoleto y contraproducente para alcanzar el propósito de crear una “economía del conocimiento para la sociedad que aprende”: la sociedad del conocimiento que crea las condiciones de nacimiento, y es a su vez producida, por la <<economía creativa>>.

Estas consideraciones teóricas de la mayor relevancia sustentan la concepción sobre la cual se organizarán las demandas concretas con soluciones concretas que propondrán los ciudadanos veracruzanos. ¡Ahora o nunca! Es el lema motivante del Plan Veracruzano de Desarrollo. Se trata de invitar a mediante una Provocatoria: ser creativos para reorganizar el gobierno de Veracruz como un conjunto de instituciones creativas, inventivas, estimulantes del progreso. Por estas razones su participación, ocasional lector, resulta indispensable. Usted mismo invite a sus conocidos, amigos, alumnos, compañeros de trabajo, familiares: llegó el momento de tomar nuestro destino en nuestras manos: ese es el significado profundo del cambio, de la alternancia democrática: en realidad todo de pende de los ciudadanos veracruzanos, de usted.

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