Mystica Girls Metal Rose, imagen ilustrativa tomada de Internet.

David Sandoval Rodríguez/UV

En el marco del Seminario “Música, sociedad y globalización” que se realiza en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV), se presentó la charla “El movimiento gótico: la otra cara del rock mexicano” a cargo de Ulises Martínez Chipres, el viernes 1 de abril.

Homero Ávila Landa, investigador del CECC, señaló que la intención del seminario es crear un espacio abierto para generar trabajos de manera colectiva y la temática en cuestión tiene vínculos con las dinámicas de la globalización y procesos culturales contemporáneos.

“Desde la academia es posible generar líneas de investigación, perspectivas teóricas específicas para trabajar con estas manifestaciones de la diversidad juvenil. Como podemos ver, la noción de juventud se ha retomado como una categoría muy presente en las ciencias sociales y no era un tema de investigación legítimo hace 30 años”, explicó.

Como resultado de su trabajo de maestría en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Martínez Chipres explicó que su investigación se enfocó al movimiento social generado en la Ciudad de México a partir de la década de los noventa, cuando comenzaron a presentarse grupos tanto extranjeros como nacionales.

Fue posible realizar una estancia de cuatro meses en la ciudad, lo que le permitió conocer a algunos de los fundadores de los tres principales colectivos que iniciaron la organización de conciertos, ferias y exposiciones relativas al género musical.

La primera de ellas, la Unión de Trabajadores Autónomos (UTA), fue el grupo mayoritario al que se adhirieron jóvenes capitalinos y sigue existiendo; no obstante, se dividió y generó dos colectivos más: el Real Under y la Orden del Cister, una asociación civil que organiza hasta la fecha el Festival Octubre Negro, lo que le ha permitido gradualmente tener mayor peso en las políticas públicas, comentó.

En su planteamiento, el ponente señaló que los conceptos bajo los cuales se ha estudiado el movimiento gótico como tribus urbanas o grupos juveniles, en cierta medida quedaban cortos con respecto a los conceptos requeridos para el análisis, ya que muchos de sus integrantes fueron jóvenes hace 20 años pero siguen organizando conciertos y eventos, por lo que propuso analizarlos como una comunidad de estilo.

“Cuando hablo de comunidad de estilo me refiero al grupo de personas que se reúnen a partir de un gusto musical o estético, no importa si estás aquí, en Chicago o en Alemania, las personas que están en esta escena van a buscar a sus afines y como tienen el mismo bagaje cultural y los mismos elementos de pertenencia se van a sentir cobijados, aunque estén en otro lugar.”

La expresión de comunidad de estilo hace también referencia a un grupo organizado de personas que se perciben como unidos por un rasgo, interés o elemento, objetivo o función común que los hace sentirse parte y facilita su interacción.

El ponente señaló que durante su estancia en la capital del país logró identificar más de 100 grupos que realizan distintas actividades, desde promotoras, distribuidoras, sellos discográficos hasta empresas que elaboran sus vestuarios.

Observó que los grupos y espacios donde se reúnen están ubicados mayoritariamente en la Delegación Cuauhtémoc, lo cual responde a diversas causas, entre ellas el plan gubernamental de revitalización del Centro Histórico y la renovación de varios edificios para su arrendamiento.

Los tres colectivos principales tienen una producción bastante significativa, dijo, “dan empleo a jóvenes y a todas las personas que quieran participar con ellos, siempre y cuando conserven su estética, es decir, que vistan de negro, tengan por lo menos una perforación o estén rapados, usen maquillaje, tengan un piercing, porque eso es lo que atrae”.

 

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