Línea Política
EL PRI, SE LA JUEGA
Agustín Contreras Stein.
NO HAY la menor duda.
El Partido Revolucionario Institucional, se la juega en la próxima realización de la Asamblea General, donde, desde ahora, hay la intención de inyectarle un cambio que sea cierto.
Por eso, es que ahora, más que nunca, hay la plena voluntad de los participantes en ser verdaderos actores del cambio en un partido, que si bien es el más avanzado en materia ideológica, en principios y lineamientos generales, es también la organización política más criticada en los recientes tiempos.
Los priistas tienen que tomar al toro por los cuernos y anteponer sus propios intereses políticos a favor de una verdadera reestructuración de su propio partido para llevarlo a conseguir la confianza que ha perdido en casi todo el país.
El PRI, es un instituto con plena personalidad, visión política de futuro, comprometido con las causas del pueblo, con sus propias aspiraciones y deseos de superación.
Es el partido político que puede consolidar muchas aspiraciones del pueblo mexicano, porque tiene sus principios bien definidos y un camino andado que le da, sin lugar a dudas, la experiencia más importante para seguir gobernando a la nación.
Ya lo vimos, lo sentimos y lo experimentamos, con dos gobiernos federales de la alternancia.
No hubo avance, no hubo nada, pero dejaron al país, no precisamente en ruinas, pero sí en una guerra interna de la cual pocos se han salvado. México, vivía tranquilo, pero alguien en sus momentos de locura inventó una guerra interna para dejar su sello personal de gobernar.
Ahí están, todavía, las consecuencias.
Y no es precisamente, porque se niegue importancia a la batalla contra la violencia o el crimen organizado, sino que lo mal planeada, de la noche a la mañana, dio como resultado que en estos momentos, el país, se este deshaciendo de las manos de los propios gobernantes y hasta de los mismos habitantes a casi nada por vivir en plena tranquilidad.
Por eso, el PRI, deberá revalorar su propia existencia y ser parte, más que nada, del proceso que pretende castigar a quienes lo han puesto en estos a la deriva.
Al PRI, se le acusa de todo, sobre todo, por las voces anónimas que a través de las redes sociales se encubren para no delatar a quien, verdaderamente, esta detrás de todos estos ataques.
Se le ha acusado de ser complaciente con la corrupción, con quienes han generado el caos en las arcas gubernamentales y lo han tomado como rehén para sus propias fechorías.
Quizá, estas voces anónimas y las que no lo son, no han logrado ver que están escupiendo para arriba y que tarde o temprano, tendrá que recibir el regreso de sus propias acusaciones, pues justo debería ser que se reconociera que en todos los partidos políticos hay corruptos que están a la espera, siempre, de saciar sus apetitos personales.
Nadie puede, en este sentido, tirar la primera piedra.
Sin embargo, se le han ido encima al PRI para deshacerlo, para acabarlo y desaparecerlo, cuando en realidad, lo que se quiere es borrar las huellas de quienes, en su momento, también se sirvieron del mismo instituto político.
Hoy, el PRI, busca renovarse y por eso se esta trabajando seriamente en las mesas dispuestas para ello en regiones y Estados de la República, donde operan con plena libertad.
El PRI, aliado o no, dará respuestas en las próximas elecciones, sobre todo, a todos aquellos que han buscado terminarlo de una buena vez.
Por eso, el PRI, desde ahora, se la juega.
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AL VOLVER AL ESCENARIO normal de la vida política de México, el Partido Revolucionario Institucional, a través de sus representantes, tanto en su propia dirigencia, como en la conducción del país, en algunos de los Estados, en el Congreso y Senado, hasta llegar a la misma célula municipal, deberá impulsar el castigo ejemplar, a través de la ley, de todos aquellos personajes que han actuado mal, porque por unos cuantos que ahora se encuentran viviendo de sus negocios fraudulentos, de sus robos descarados, de su enriquecimiento inexplicable o explicable, del aprovechamiento de sus siglas, la confianza depositada desde hace años, se haya perdido paulatinamente.
No deberá volver a la protección de legisladores federales y locales, por ejemplo, que ahora se escudan en las faldas del fuero constitucional.
Tendrá que volver con fuerza para exigir que se proceda en contra de cada uno de los que hasta ahora, han sido señalados por las autoridades ministeriales de haber cometido delitos con el desvío y aprovechamiento de los recursos de los propios mexicanos y veracruzanos, en el especial asunto que ha ocupado a todos desde hace algunos meses.
La corrupción y la impunidad, han sido los temas más relevantes en los que se mueve el gobierno en sus tres esferas de competencia y es necesario, por lo tanto, concluir con esta etapa que ha generado el desastre por todas partes.
El PRI, a través de sus representantes, los más honestos, por supuesto, deben abogar por instrumentar estas acciones que tengan por objetivo principal terminar con la deshonestidad de los servidores públicos y respetar los recursos que no son suyos, sino de todo el pueblo mexicano y veracruzano en lo particular, citando este caso, como ejemplo, por ser el más destacado de los recientes tiempos políticos y administrativos.
De ahí que la celebración de la próxima Asamblea Nacional priista, sea el principio del nuevo ciclo político con el cual se revolucione el pensamiento, se transforme la visión política y se deseche a personajes, representantes de la corrupción.
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LOS FAMOSOS CANDADOS dentro del PRI, seguramente que serán motivo de grandes discusiones, pero al final, también existirán voluntades que concluyan con este requisito, pues esta visto que para esto no falta la manera de encontrar estrategias políticas que los superen.
Para el PRI, será de suma importancia que desaparezcan estos candados, porque de esa manera, ampliará su visión democrática, al dar paso a quienes, por alguna razón, no se encuentran afiliados, pero que han sido más priistas que las más renombradas figuras de la vida política del tricolor.
Si logran que se desechen estos obstáculos políticos, seguramente, que el PRI, habrá vencido uno de los grandes problemas que ha venido padeciendo en los recientes tiempos, aunque de paso, afecte, como siempre, algunos intereses políticos que sienten la presión que viene desde afuera y que no le permitirán seguir con los viejos procedimientos de decisión.
Este es uno de los grandes temas, aunque no es el único que integra la agenda política de la futura Asamblea General priista.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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