Fernando Castaños. Fotografía de Denisse Brauer.

Denisse Brauer/ Exclusiva
Ciudad de México.- El sistema electoral mexicano otorga fuerte control a las élites partidistas sobre los candidatos, y éstos terminan atendiendo a agendas que nada tienen que ver con el ciudadano.

Fue la opinión que en entrevista refirió el doctor Fernando Castaños Zuno, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre el sistema electoral en México.

MEDIDAS DE CONTROL

Dijo que éste otorga fuerte control a las élites partidistas sobre los candidatos, de tal forma que, cuando ya son representantes, son precisamente las elites las que exigen que se alineen con ellos, y eso implica que no haya ni identificación ni conexión con el ciudadano.

Explicó que el hecho de que los representantes se alineen con las élites que se los demandan, genera que no se sienten obligados a rendir cuentas a los ciudadanos, sino más bien sienten el compromiso de atender las disposiciones de estas élites.

Fernando Castaños agregó que ello obedece a que las élites de los partidos políticos tienen el control del presupuesto de las campañas, “es muy difícil que alguien vaya a una contienda si no tiene dinero para ello”, y es precisamente por esa razón por la cual sería importante cambiar el control del financiamiento de campañas en el sistema electoral.

Dijo que una opción para que las élites partidistas tengan menos control es que haya menos diputados de representación proporcional (plurinominales), ya que éstos son los que generalmente son impuestos por esas élites.

“Hay demasiados diputados de representación proporcional que se eligen de una lista por todo el país para todo el partido y quien hace la lista es quien decide quién quedará en la Cámara.”

El investigador observó que es urgente elaborar reformas electorales que reduzca el control de las élites y propicien una relación más directa y cercana entre los representantes y los ciudadanos.

EL INE Y OTRAS COSAS PEORES

Se refirió al Instituto Nacional Electoral (INE) como un “gran avance” porque se establece vigilancia en que los recursos económicos de campaña se utilicen como establece la ley, para lo que fueron otorgados y además se tiene la posibilidad de detectar cuando a una campaña se le inyectan recursos adicionales, sin embargo, el problema del sistema electoral mexicano radica en que quienes establecen los contenidos de los spots, cómo se imprimen las propagandas son las élites de los partidos políticos “ellos son quienes deciden”.

En otro orden de ideas, y con relación al sistema político mexicano, el experto en teoría y análisis del discurso refirió que el principal problema es que no se delibera tanto como se debiera y la poca deliberación que en ocasiones se realiza se hace mal, entendiéndose por deliberación como el ejercicio democrático de ofrecer justificaciones y argumentos, pero también considerar los argumentos de los demás representantes, y es por eso que la percepción generalizada que se tiene es de imposición, en lugar de razonamiento y convencimiento.

“En una democracia un representante delibera y esto quiere decir que ofrece justificaciones y considera los argumentos de los otros representantes, estén de acuerdo con él o no, porque se trata de llegar a soluciones que sean válidas y viables.”

Subrayó que en un sistema democrático las negociaciones que hace deben estar avaladas en el marco de la deliberación, pero en México con la democracia poco avanzada que tenemos “se delibera poco y no se delibera bien. A México le hace falta que se delibere más y mejor”.

Explicó que cuando no hay deliberación, “si los representantes toman decisiones que no son convincentes, ni suficientemente discutidas y analizadas, los ciudadanos no las aceptamos, pero cuando se discuten y son buenas decisiones, aunque no son las decisiones que hubiéramos querido las aceptamos”.

LA COMUNICACIÓN POLÍTICA

Otro de los temas abordados en la entrevista, fue el modelo de comunicación política, y al respecto Fernando Castaño observó necesario que se eliminara de la legislación vigente la prohibición de las campañas negativas al considerar que esta medida generó censura y agregó que esta medida resulta estéril porque está demostrado que “cuando las campañas negativas están mal hechas, éstas se revierten contra sus emisores”.

Dijo que es importante que haya verdad en las campañas políticas pero que ésta sea lograda a través de mecanismos de evaluación de las mismas, y que la gente decida “no hace falta que nos tutelen ni que nos estén cuidando los líderes de los partidos políticos ni el gobierno, hay que quitar esta censura que se introdujo por las campañas negativas”.

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