Williams Cortez/
Xalapa, Ver.- Hace dos meses una familia tocó a la puerta de la casa de Isela Ponce para pedirle trabajo a cambio de comida.
Acababa de iniciar la contingencia por coronavirus en la ciudad y los padres de aquella familia que cargaban un bebé habían sido despedidos, no tenían dinero ni alimentos, contó Isela Ponce.
“Vinieron a tocar para buscar trabajo, ya sea que nos chapearan, limpiaran o lavaran un coche a cambio de comida. Nos platicaban que los habían corrido y no tenían nada para darle a su bebé, se les apoyó como se pudo”, recordó.
Desde ese día Isela Ponce quiso ayudar a más personas que estuvieran en la misma condición y colocó una mesa con alimentos afuera de su casa, en la calle Adalberto Tejeda de colonia Pumar, zona centro de la ciudad.
“Es una mesita de confianza, así la llamamos. Es una mesita en donde ponemos unos víveres para las personas que realmente lo necesitan. Ahorita se está poniendo comida también para apoyar un poco en esta contingencia que estamos viviendo”.
A la mesa de apoyo han llegado personas de la tercera edad, abuelitos, amas de casas, madres solteras, algunas de las cuales “vienen caminando de muy lejos”, de colonias alejadas o de municipios vecinos que se han quedado sin sus fuentes de ingresos.
“Hay mucha gente que no tiene trabajo y no tiene dinero ni para comprar el gas”, lamenta la entrevistada.
En la mesa hay raciones de frijoles refritos que son donados por una jovencita que trabaja con su mamá en una cocina económica. “Ayer nos trajeron arroz, a veces nos traen sopa, guisados, todos los días ponen algo”.
Por gestos como ese es que Isela está convencida que en la ciudad de Xalapa “hay mucha gente buena, demasiada”.
“Hay días en que la mesita queda completamente vacía, ahorita esto es lo único que queda. Viene gente de la tercera edad; por ejemplo ayer pasaron cuatro o cinco personas de la tercera edad, intentamos que no se vayan con las manos vacías, entonces, si tenemos sopa, atún les damos dos o tres cosas para que se lleven, mucha gente nos dice que no, “una cosas para que alcance a alguien como yo”; es bastante conmovedor ver eso porque no es gente abusiva, la gente que más necesita es la que menos se lleva”.
La primera ocasión que instalaron la mesita, junto a su familia colocaron un litro de aceite, un kilo de arroz y otro de frijol, unas bolsas de sopa y unas latas de atún.
Luego sus vecinos se fueron sumando a la iniciativa, lo que permitió incrementar la cantidad de alimentos, los cuales se dividen en bolsas de medios para llegar a más personas.
Ahora se conformaron en un grupo de ayuda que se llama Xalapa Unidad por Amor, entre todos reúnen alimentos y otros artículos como pañales, papel de baño, pasta de dientes, que en conjunto resultan insuficiente para la gran necesidad que hay entre la población.
También reciben ropa usada que esté limpia y en buen estado para que sea donada a quien la necesite.
“Alguien llega y pone y sanitizamos, también cuando alguien viene y toma algo sanitizamos, tratamos de que la mesa siempre esté limpia”.
En la mesa que se pone entre 9 y 10 de la mañana y la guardan entre 6 y 7 de la noche se leen mensajes de esperanza como los siguientes: “Si puedes dona, si necesitas toma”, “Estaremos bien, cuídate”, “a nosotros si nos importas”.
