Tiempos de cambio

Jorge Luna

“Solo en los momentos de crisis es posible vislumbrar la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace por el prójimo, lo demás es demagogia”.

Hace algunos días, durante su ya tradicional conferencia mañanera, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, instó a los partidos políticos a donar el 50% de sus prerrogativas para contribuir a la lucha contra el COVID-19, presupuesto que sería empleado para adquirir equipo médico para atender a los pacientes infectados del coronavirus.

Ante este reiterado llamamiento, Ciro Murayama, Consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), advirtió que no es posible para los partidos políticos realizar donaciones de una parte o la totalidad del presupuesto que les ha sido asignado, puesto que ello devendría ilegal al contravenir la Ley General de Partidos Políticos que sólo permite la utilización de dichos recursos públicos para los fines que hayan sido entregados; es decir, para procesos electorales.

Sin embargo, el también economista, señaló que lo que sí es posible, es que los partidos políticos que deseen contribuir económicamente a la lucha contra el coronavirus, pueden renunciar a una parte o la totalidad de su financiamiento, de manera que el INE disponga de él y lo reintegre de manera inmediata a la Tesorería de la Federación.

Ni bien aclarado el asunto, el Presidente Interino de MORENA Alfonso Ramírez Cuéllar, envió una misiva al INE, previa autorización del CEN, a través de la cual manifiesta su irrevocable decisión de renunciar al 50% de sus prerrogativas para el ejercicio 2020, equivalente a 785.6 millones de pesos aproximadamente, para que dicho presupuesto sea utilizado para adquirir equipo médico que permita hacer frente al COVID-19 y salvar el mayor número de vidas posibles.

Hacía ya meses que MORENA venía anunciando la renuncia a una parte de su presupuesto al considerar que el financiamiento a los partidos políticos es excesivo. En su momento Yeidckol Polevnsky, ex Secretaria General del partido, había realizado una petición similar que no prosperó por cuestiones jurídicas, sin embargo, dicha acción se materializa en el momento justo, cuando más falta hace el recurso y una vez que existe una causa que lo justifica. 

Al día de hoy, MORENA es el único partido político que ha renunciado a una parte de su financiamiento y aunque ya otros partidos se han pronunciado también a favor, no lo han concretado al pretender establecer condiciones. Por su parte, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano han manifestado su negativa a ceder una parte de su presupuesto para enfrentar la pandemia.

Casi a diario podemos leer y escuchar declaraciones de actores políticos de estos partidos criticando la forma en que el Gobierno de México ha gestionado la Pandemia, acusando al Presidente de ocultar las cifras de contagios y muertes, denostando las acciones para contener la propagación e incluso, incitando al desacato. La realidad es que es en los momentos de crisis cuando es posible vislumbrar la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace por el prójimo, lo demás es demagogia.

Si bien es cierto que el presupuesto destinado a los partidos políticos persigue la democratización de la sociedad y la participación de la ciudadanía, no menos cierto es que dicho financiamiento es excesivo y que bien podría emplearse para cuestiones más necesarias como educación, infraestructura, salud. Por lo que lo ideal sería impulsar una reforma que permita recalcular el presupuesto para cada instituto político de manera que se reduzca considerablemente.

Por lo pronto, MORENA demuestra una vez más que “no traicionar al pueblo” no es solo un fragmento de un lema campañero, sino parte esencial de su espíritu. El partido – movimiento que arrasó en las pasadas elecciones se suma a la austeridad republicana decretada por el Presidente de México y asesta un nuevo golpe a sus adversarios que evidencía que hoy más que nunca la oposición está moralmente derrotada.

Jorge Ignacio Luna Hernández

Abogado de profesión

Regidor Tercero de Coatepec

Maestrante en Administración Pública.