Ilustración tomada de lavidavamagazine.com

David Sandoval Rodríguez/UV

El segundo relato más corto de Julio Verne posee una riqueza lingüística, léxica y temática singular, además de proponer una reflexión ética sobre el papel del médico en la sociedad de su tiempo, señaló Jean-Marie Lassus, especialista en literatura comparada de la Universidad de Nantes, Francia, al participar en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2016.

El académico dictó la conferencia magistral “Frritt-Flacc y la representación del médico en la obra de Julio Verne”, donde definió este breve relato de sólo ocho cuartillas, publicado en 1886, como “un cuento de terror y de cierto humor, muy bien escrito, en el que Verne se burla de un protagonista lúgubre y malo”.

Refirió que los estudiosos de su obra han recalcado su estilo lacónico, creador de una serie de neologismos sonoros, del que sólo una parte ha sido descifrada por diferentes autores.

No obstante, Verne logró borrar las fronteras entre lo familiar y lo artificial en su escritura de modo que “la estructura silábica, las desinencias y asonancias dan hábilmente la impresión de algo ya escuchado, y uno tiene que esforzarse para convencerse de su carácter artificial”, según el crítico literario Jean Chesneaux.

Lassus precisó que los médicos en la obra de Verne son un tema de estudio “bastante revelador de la evolución también de su escritura, ya que la figura del médico varía según los textos, pasando del científico explorador, no únicamente médico, sino hombre de ciencia, muy culto y después incluso se convierte en un pícaro”.

En su primera novela, Cinco semanas en globo, aparece la figura de Samuel Ferguson, un sabio inglés que decide atravesar el continente africano.

Asimismo, en Miguel Strogoff, Vassili Fédor es “un médico ejemplar con una visión política y heroica”; Pierre Aronnax de 20 mil leguas de viaje submarino, quien es profesor en el Museo de Historia Natural y había estudiado medicina.

“Podemos decir que hay toda una parte de Verne en que el médico se ve como un personaje muy positivo desde varias perspectivas, pero si leemos otros de sus textos, empieza a cambiar esta figura, lo hacen evolucionar hacia una representación más carnavalesca”, abundó.

Por otro lado, Trifulgas, el médico protagonista de Frritt-Flacc, ya no es ejemplar ni mueve a la risa, es un personaje malo dentro de una historia de carácter fantástico, pero con “una notable riqueza lingüística y totalmente innovador en su estilo que por muchas razones puede evocar al universo del vampirismo”.

 

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