Williams Cortez

Xalapa, Ver.- Eurídice R. R., la mujer de unos cuarenta años de edad que la mañana de este miércoles se manifestó en el centro de Xalapa, habría sufrido un probable brote psicótico temporal.

Así lo consideró una psicóloga consultada al respecto luego de ver los videos de la manifestación difundidos en medios de comunicación y redes sociales que por más de tres horas y media realizó Eurídice por la zona centro de la ciudad.

“Por lo que observo, la mujer sufrió un probable brote psicótico temporal, se le ve visiblemente alterada”, comentó la psicóloga consultada al respecto al explicar que un brote psicótico se entiende como una «ruptura» de la realidad de forma temporal.

Y es que de acuerdo con amistades de Eurídice, desde hacía un par de días la también psicóloga por la Universidad Veracruzana (UV) había sido vista en condiciones de estrés muy elevado aunque se desconocen las razones.

“Es una chava muy movida y emprendedora, muy metida en su trabajo pero sabemos que no le ha ido muy bien últimamente, por eso nos llamó mucho la atención verla en las redes sociales durante varias horas, caminando y hablando”, relató una mujer que conoce a Eurídice.

EL INICIO

La mañana de este miércoles Eurídice, como ella misma dijo llamarse, llegó manejando a la calle Juan de la Luz Enríquez. Cerca de las 10:30 se estacionó frente a la Catedral Metropolitana, de allí caminó hacia el Parque Juárez cargando un garrafón de agua vacía y unos palos, en dónde se arrodilló y lanzó unos gritos.

Luego cruzó la calle para dirigirse al café Parroquia en dónde se encontraba un grupo de reportero cubriendo una conferencia con empresarios y a los cuales llamó la atención gritando que había sido víctima de «violación»; luego se dirigió presurosa a la Catedral Metropolitana seguida por fotógrafos y reporteros.

En el interior de la iglesia Eurídice se comenzó a despojar despojó de la blusa, una chazarilla de la Cruz Roja en donde dijo trabaja, hasta quedar en ropa interior y comenzar a lanzar consignas y gritar a Dios lo siguiente mientras se arrastraba por el suelo: “Perdónanos, perdónanos; bendícelos; soy tu hija, soy Eurídice”.

Luego intentó desvestir a uno de los santos que se encuentran en la iglesia, llamando la atención de quienes allí se encontraban, entre ellos misioneras que laboran en la Catedral Metropolitana. “Está poseída”, dijo una de ellas.

EN LA CALLE

Eurídice se salió del lugar presurosa e intentó subirse a su vehículo para intentar manejar y huir del lugar; sin embargo, mientras ella maniobraba fue bloqueada por agentes de tránsito. Allí dio varias entrevistas a los reporteros.

Eurídice.

A los cientos de curiosos que grabaron videos con sus celulares les llamó la atención que por más de una hora y media, y a pesar de la situación, no llegara ningún cuerpo de auxilio para someter o atender a la mujer y trasladarla a algún hospital para recibir atención médica. Tampoco llegó alguna ambulancia de la Cruz Roja ni del Hospital Civil a pesar de que ambos se encuentra a escasas dos cuadras de la calle Enríquez.

Solo llegó una grúa con personal que enganchó el vehículo con todo y la conductora dentro para arrastrarla escasos diez metros adelante para estacionarse frente al Café La Parroquia para que Eurídice siguiera lanzando gritos mientras continuaba siendo grabada por los reporteros y los curiosos.

Posteriormente la mujer se bajó de la grúa y fue auxiliada por unas personas que dijeron ser de Política Regional de Gobierno del Estado, un sujeto la abrazo y trató de llevársela. Ella caminó por los bajos del Palacio de Gobierno y siguió hasta el pasaje Enríquez en donde se hizo de un café y continúo dando entrevistas a los reporteros.

Minutos después, y pasadas de las 13:00 horas, llegaron unos familiares a verla, los cuales, finalmente se la llevaron del lugar.

Por la tarde, uno de sus amigos dijo haberla visto “rara” desde un día antes. Fueron las amistades de la mujeres quienes contactaron con su familia luego de ver en sus computadoras la situación en la que se encontraba.

“Va a estar bien, en unos dos o tres días que descanso y atención puede recuperarse”, concluyó la psicóloga entrevistada al lamentar que a pesar del tiempo de duración de su crisis, Eurídice no fue atendida por ningún protocolo en materia de salud mental, género y derechos humanos. 

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