Fraccionamiento Homex, diez años de robos e invasiones

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Fraccionamiento Homex.

Williams Cortez/

Xalapa, Ver.- Desde hace diez años los robos, asaltos e invasión de viviendas es cosa común en el fraccionamiento Lomas de Santa Fe popularmente conocida como Homex.

Se trata de una unidad habitacional conformada por cerca de 1,500 departamentos y casas, construida por la compañía desarrolladora Homex, en la zona sureste de la ciudad capital.

Desde sus inicios, entre los años 2009 y 2010, las familias que aquí habitan han aprendido a convivir con los delincuentes que lo mismo asaltan a peatones y automovilistas que ingresan a los departamentos para vaciarlos.

De acuerdo con una vecina de la avenida San Bárbara que pide guardar el anonimato, “hasta antes de la cuarentena por el coronavirus aquí había delitos todos los días”.

Cuenta que lo mismo asaltaban a peatones y comercios, que a taxistas y automovilistas ajenos a la colonia. Incluso los ladrones ingresaban a las casas.

Todo ello disminuyó desde finales de marzo, cuando la mayoría de las familias tuvieron que permanecer encerradas en sus casas debido a la contingencia sanitaria implementada a nivel mundial por la presencia del coronavirus o COVI-19.

“Por eso bajó un poquito la delincuencia, pero no se crea, vivir aquí es bien difícil, pero qué le hacemos si aquí compramos porque era barato”.

Las puertas y ventas de las viviendas aquí están enrejadas y encadenadas como una medida que busca impedir que sus habitantes sean víctimas de la delincuencia.

Pero de poco han servido, pues se reportan casos de personas que al salir a trabajar y regresar por las noches les vaciaron sus viviendas. Los delincuentes se han llevado tanques de gas, pantallas y muebles.

Por eso varios han decidido abandonarlos e irse a vivir a otras colonias más al centro de la ciudad en busca de mayor seguridad.

Es situación ha sido aprovechada por paracaidistas, los cuales se han atrevido a ingresar a los departamentos abandonados para habitarlos, cuenta otro vecino de la colonia.

Algunos vecinos se han organizado en grupos de vigilancia y colocado mantas para tratar de inhibir la presencia de los delincuentes. De poco han servido pues aquí, de no ser por la cuarentena obligatoria, la mayoría de las casas estarían deshabitadas, susceptibles de ser asaltadas.

“Siempre hemos pedido que vengan los policías, pero la verdad que no nos hacen caso, solo vienen cuando hay ejecutados”, cuenta otro señor.

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