“DEBO NO NIEGO; PAGO LO JUSTO”
Fraudes Financieros
Teresa Carbajal
Sin duda alguna, ser desconfiado, es el mejor seguro (y el único gratuito) que podemos conseguir para evitar ser víctimas de Fraudes Financieros; actualmente hay tal variedad de fraudes como la imaginación y la tecnología lo permiten, -y por supuesto las comunicaciones- pues la mayor cantidad de ellos, son los que se cometen utilizando un medio de comunicación tan popular como el teléfono celular, por ello en esta ocasión me referiré únicamente estos últimos.
Hace un par de semanas los noticieros dieron cuenta de la experiencia vivida por Mario DiCostanzo Armenta en la nota se describía como -Di Costanzo- había recibido una llamada telefónica en donde le solicitaban ingresar a una página en internet para proporcionar ahí sus datos y proceder a la aclaración de unas compras o cargos de su cuenta bancaria cargados por error, si no mal recuerdo, del Banco Bancomer (según le dijeron en dicha llamada).
Seguramente los defraudadores no sabían que se habían contactado con el mismísimo actual Presidente de la Comisión Nacional para la protección y defensa de los usuarios de servicios financieros (Condusef) ¡vaya descaro! No se tomaron la molestia de investigar a qué se dedicaba su probable víctima, y aunque este objetivo les falló, seguramente hay muchos más intentos que si les dan resultado. Y eso es lo grave del caso.
Así, déjeme ponerlo al tanto si es que Usted se encuentra ‘ajeno’ a este tipo de información, las autoridades ayudadas por los medios de comunicación -quienes cada día van tomando más interés en los temas financieros- afortunadamente, porque la difusión es una excelente manera de ayudar a prevenir fraudes; tienen por lo menos un año haciendo de palabras como Robo de Identidad lo mas cotidiano de sus titulares.
Y todo para familiarizarnos con la posibilidad que, personas que se dedican a delinquir obtienen nuestros datos -proporcionados por nosotros mismos- para utilizar los fondos de nuestras cuentas bancarias, o hacer compras con líneas de créditos de las que somos titulares, algo que de primera impresión parece difícil de creer pero cuando se vive la experiencia de haber caído en alguna de estas trampas el hecho se vuelve creíble.
Verá Usted, los defraudadores utilizan como medios principales para contactarnos el correo electrónico, o teléfono –de preferencia celular- ya sea vía mensaje de texto o llamada, en principio porque saben la cantidad de horas que pasamos junto a nuestro celular y en segundo lugar nuestro correo electrónico porque ahora es casi imposible concebir la vida laboral sin ese medio instantáneos de correspondencia. Una vez definido el medio de comunicación estos hábiles estafadores –de quienes es de reconocer su alta creatividad- te enviaran un mensaje urgente o de alerta, en el que te pedirán que actúes rápido, por ejemplo el mensaje que está “de moda” es en el que una persona que se hace pasar por ejecutivo bancario te avisa que se han detectado cargos inusuales en tu cuenta y enseguida te pregunta si lo reconoces o no, a lo que -por supuesto vas a contestar que no- enseguida te pedirán que ingreses a una determinada página o bien que respondas un mensaje de texto a tal número en donde digas la frase “no acepto”.
Así, acostumbrados por cultura a actuar para después pensar en las consecuencias de lo que hicimos; la mayoría de las personas creen todo lo que les dice el supuesto ejecutivo, sin cerciorarse si en verdad les están hablando del Banco y los motivos que le expone, por el contrario piensan: ¿En qué puede comprometerme un “no acepto” al contrario confirmará que yo no hice los cargos? Sin embargo estos creativos hampones, una vez que enviaste el mensaje desde tu celular o respondiste ingresando los datos a la página electrónica a la que te hicieron direccionar, robarán tu información y en tu estado de cuenta –si es que lo consultas porque ese es otro de los más graves y usuales errores que tenemos como usuarios de servicios financieros –vendrán las consecuencias. Ya con tu información en mano pueden contratar deuda y disponer de tu dinero como si se tratara de ti mismo.
Durante meses me he resistido a abordar el tema del “robo de identidad” porque me parece que es un asunto del que se ha dicho y escrito mucho, sin embargo he notado con alarma la gran cantidad de casos que diariamente se registran de víctimas de este tipo de fraudes, y aprovechando que estamos en periodo vacacional y que la mayoría de los lectores disponen de un poco más de tiempo para informarse de temas como este, considero conveniente sumarme a la difusión y a la recomendación de pedirle que sea desconfiado. Desconfié de todas las llamadas que reciba, no sea fácil, de convencer ni de engañar, es mas registre el número pida los datos de quien le llama y acuda directamente a la sucursal de su Banco y confirme cualquier tipo de información y si necesita hacer alguna llamada hágala desde ahí y pida que un ejecutivo le de seguimiento a su caso.
¡Hasta la próxima!
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