La estructura electoral, ¿el punto débil?
Por Plinio Soto Muerza
Concluido el tercer debate entre los candidatos presidenciales, y con la llamada mega encuesta de la Coparmex, donde AMLO aventaja con más de 20 puntos al segundo lugar, la lucha por la presidencia de la República parece tomar destino seguro. Si le agregamos que el Mundial de Futbol arranca para los mexicanos el domingo 17 de junio, todo está listo para que el guion que se ha escrito en los últimos meses tenga su desenlace lógico: el triunfo en su tercer intento, de Andrés Manuel López Obrador.
AMLO estará pasando a la historia como un persistente opositor que después de años de lucha y de intentos por ganar la presidencia de la república, podrá como François Mitterrand, Ignacio Lula da Silva, y el mítico Salvador Allende, escribir que sus derrotas le enseñaron el camino de la victoria.
Pero el triunfo de AMLO todavía tiene dos aduanas finales que superar. La primera son los vicios y las prácticas antidemocráticas que el régimen político mexicano ha adelantado: compra de credenciales para votar, entrega de despensas y coerción de votantes, amenazas de despidos, manejo de los programas sociales a favor de los candidatos del PRI y el PAN.
La campaña sucia también se profundiza y rayando en la locura busca por todos los medios explotar el miedo colectivo. Pero parece que a pesar de todo, AMLO va en barco seguro.
La segunda aduana final es la concerniente a la estructura electoral para la defensa del voto. En este punto la inquietud se asoma en los cuarteles de la Coalición “Juntos hagamos historia”, y prenden las alertas en muchas partes del país. El cuidado de los votos, desde la casilla hasta los Consejos Distritales del INE, viene a ser la piedra hirviente que muchos candidatos tienen en la mano.
Superados por la propia ola a favor del morenista, algunos candidatos a diputados federales y senadores que no veían posibilidades de ganar, y que no le dedicaron esfuerzos a la construcción de la estructura electoral, hoy se encuentran con el reto de que pueden ganar, siempre y cuando funcione la estructura que cuide sus votos.
Por otra parte, los candidatos que desde el inicio se dedicaron a caminar y a brigadear en forma constante, pero que no supieron construir una estructura electoral sólida y preparada, también enfrentan el reto mayor de garantizar que se cubran todas y cada una de las casillas.
A poco menos de 18 días de la histórica jornada electoral, el punto débil de la Coalición “Juntos hagamos historia”, parece ser la estructura electoral.
Son 156,899 casillas a instalarse en todo el país, divididas en 150,530 casillas únicas, donde tendrán que acreditarse 2 propietarios y 2 suplentes, y 6,369 casillas federales (Baja California y Nayarit), donde se tendrán que acreditar 1 propietario y 1 suplente. Para tener completa toda la estructura, se requiere tan solo de Representantes de Casilla (RC´s) un total de 614,858 simpatizantes de AMLO.
A los anteriores habría que sumarle los Representantes Generales (RG´s) a los que por Ley tienen derecho los partidos, en una proporción de 1 RG por 10 casillas urbanas y 1 RG por 5 casillas rurales.
Todavía más, el reto también abarca los equipos de capacitación electoral que tienen a su vez la encomienda de capacitar lo mejor posible a los RC´s y RG´s, para que se desempeñen de la mejor manera en cada una de las casillas, principalmente en el tema del cómputo simultáneo que realizarán los funcionarios de casillas.
Ante las evidencias de juego sucio que están mostrando los operadores del PRI y del PAN y sus aliados, para evitar una elección sin contratiempos, es menester que la estructura electoral de Morena, PT y PES, este lo mejor preparada. Sería una verdadera tragedia que se ganara en las urnas, pero se perdieran distritos en las mesas. Es un reto de proporciones gigantescas la preparación y organización de la estructura de defensa del voto.
La jornada electoral está a la vuelta de la esquina, y la debilidad que hoy tiene la campaña de AMLO es la organización y capacitación de la estructura electoral que le permita cubrir a cabalidad el global de las casillas a instalarse. Superado este problema, lo demás se coronara con una amplia participación de la ciudadanía.
Tienen ya pocos días los seguidores y simpatizantes de AMLO y su coalición para afinar los detalles de su organización y capacitación electoral. Ahí se les pueden ir triunfos asegurados y contundentes. Vamos a ver si eso lo pueden entender los encargados de ese trabajo al interior de Morena-PT-PES, y entreguen los resultados que el propio AMLO desea.
