Calderón y el Ejército.

La Institución militar que fue trastocada

Mario Mijares

La respuesta de AMLO a EPN es: “yo no utilizaré al ejército para reprimir al pueblo”.

1.- El Ejército Mexicano, ha sufrido grandes traspiés por culpa de sus comandantes supremos, e incluso antes de que el Estado Mexicano se consolidara, los asesinatos de Emiliano Zapata y Francisco Villa, fueron cavilados por los presidentes de su momento. No obstante, el ejército logró después de tales acciones, participar de manera eficiente para pacificar, no sólo al llamado “México Bronco”, sino desarrollar las instituciones del país. Todo ello a pesar de que algunos generales posrevolucionarios, se disputaban entre ellos, la candidatura para a dirigir este país, y por supuesto a las fuerzas militares.

Ya dentro del “ciclo político”, en que los militares gobernaron, éstos lograron grandes avances, tanto en lo político, económico y social. No obstante, la presión del imperialismo angloamericano, impuso que arribara un civil a la Institución presidencial. De esta manera fue que llego Miguel Alemán Valdés, quién si bien vestía de civil, no dejo de llevar las cananas, debido a que el artículo 89 de la Carta Magna, designa al representante del Poder Ejecutivo, como “Comandante único de las Fuerzas Armadas”.

No conforme a esto, Alemán instituyó una fuerza armada, por arriba del Ejercito Mexicano, nada menos, que al Estado Mayor Presidencial, así como al Batallón de Paracaidistas, los cuales son leales al individuo en lugar de hacerlo hacia el pueblo. De esta manera, Alemán no sólo aprovecho las zonas militares, creadas por Porfirio Díaz, sino que las reforzó a base de buenos salarios y bonos, pagados por medio de “La partida secreta” que manejaba el presidente en turno. Véase: México; génesis de su descomposición política. (EUA. Edit., wwwpalibrio.com)

El Ejercito Mexicano, después del sexenio alemanista, únicamente se dedicó a sus funciones jurídicas que le corresponden. Así durante el periodo del año de 1952 hasta 1968, fue su mejor época, apuntalado por la educación nacionalista, incluyendo la formación de jóvenes, quienes, a los 18 años, realizaban por ley su Servicio Militar. Lo brillante y respeto a dicha Institución militar, se veía reflejado cada año, en los grandes desfiles del 16 de septiembre, en dónde la población salía a las calles, para admirarlos y aplaudir su gallardía. Tales manifestaciones eran también el reflejo de lo que las radiodifusoras y después la televisión, manejaron de forma ideológica, exaltando a las: “Fuerzas Militares en defensa de la Nación Mexicana.”

2.- Pero en 1968, el comandante supremo Díaz Ordaz, ordenó la represión y matanza de jóvenes en Tlatelolco. Fue sin duda una tremenda mancha para el Ejercito Mexicano, el cual a partir de ese año, no volvió salir a las calles, excepto para emergencias naturales, así como cuidar la naturaleza. De este modo, si bien cada 1º de Octubre se recuerda la “Noche de Tlatelolco”. El desprestigio del actual del ejército, la inició su “Comandante Supremo”, Felipe Calderón, cuyo descredito continúa con Enrique Peña Nieto.

Ambos presidentes han utilizado de manera perversa su mando unipersonal, para manejar a su libre albedrío a las fuerzas armadas. Felipe Calderón, al arribar a la presidencia, totalmente deslegitimado, tramó una guerra al narcotráfico, y así envió al ejército sin ningún plan ni estrategia a patrullar las calles de todo el país. Con ello, lograba dos cosas: la primera, evitar que la población a nivel nacional agrupada en torno a Andrés Manuel López Obrador, pudiera presionar la renuncia del presidente espurio. La segunda, fue lograr que Washington lo reconociera y apoyara, y para ello, firmó y se comprometió a comprar todo tipo de armamentos, vehículos de tierra y aire. Los cuales le impusieron los dueños del capital de guerra de los Estado Unidos, vía el gobierno norteamericano. Sin duda, son ya dos sexenios con gobiernos tiranos de tipo militar, que han desfigurado la brillantes de la Fuerzas Armadas -que tanto nos quieren vender hoy día-. En el sexenio de Calderón los militares le solicitaron a Calderón, de ya no salir más a la calle. Así que el “comandante supremo”, ordenó que sería “el cuerpo de “marines” ( The Marine Corps) embozados, quienes produjeron un terror entre la población. Sin duda, es un tipo de guardia pretoriana en pleno siglo XXI.

3.- Asimismo, se podrá confirmar la tesis de éste texto, con las declaraciones como las del general Galván como Secretario de la Defensa Nacional, un militar de escalofriante aspecto, agresivo e incesante golpeador, quien constantemente declaraba a la prensa cosas como. “El señor presidente de la República es nuestro comandante supremo las 24 horas del día y todos los días del año, los operativos del Ejército irán tan lejos como el presidente decida” (Proceso 1580/11, con fecha de febrero de 2017, página 9.) Con tales afirmaciones, se pude concluir que la moral de Calderón y ahora EPN, demuestra del cómo ha sido trastocada la Institución Militar.

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