Enrique Peña Nieto en fotografía ilustrativa tomada de Internet.

Mario Mijares

1.- Emilio Azcárraga Jean es actual propietario del Grupo Televisa y desde los 29 años de edad. Al fallecimiento de su padre Emilio Azcárraga Milmo en 1997, de manera vertiginosa logró el control de esta gran empresa. En la primera restructuración despidió a muchos zánganos, y la convirtió en uno de los trusts más importantes de América Latina. Hace unas semanas Emilio dio a conocer una segunda e importante innovación, tanto en la televisión, radio como los medios virtuales de su propiedad.

De esa manera se han realizado diversos cambios en algunas de sus producciones, como fueron los relevos en sus noticieros estelares. Así también, los recientes formatos televisivos e incluso la desaparición de El Canal de las Estrellas, para según él, darle entrada a una nueva imagen. De acuerdo a la entrevista en El Universal, dicha modificación es encabezada por José Bastón, presidente de Televisión y Contenidos de Grupo Televisa. Al mismo tiempo serán asesorados por Lee Hunt, quien colaboró con el posicionamiento de importantes medios internacionales como BBC, CBS, Discovery, Fox, NBC, CTC y globo.

Según Azcárraga Jean, la idea es obtener un mayor acercamiento a la audiencia, pero ahora, acompañado de las Redes Sociales, pues señaló que éstas suministran cierta información mucho más ágil que cualquier medio. Por tanto, sus noticieros y trasmisiones, trabajaran poniéndoles mejor atención. A través de éstas acciones, la organización espera subir su rating pero sobre todo lograr credibilidad.

2.- Emilio Azcárraga Jean, una vez más, no se equivocó, ya que en días pasados, la entrevista de Carlos Marín a Enrique Peña Nieto, logró un auditorio que rompió el record de visitas en las redes respecto al tema. El video llegó a un auditorio poco asiduo a ver televisa, y los más a enterarse de los problemas políticos. El encuentro extractado se expandió como el fuego, y en las redes, -se volvió viral como dicen-. Tal encuentro, por cierto, fue de muy bajo nivel profesional, el cual se centró en la sátira masiva sobre la invitación del Ejecutivo mexicano al candidato norteamericano Donald Trump. El diálogo estuvo sobre la base de la opinión de miles de usuarios, tanto del Facebook o Twitter App´s» y demás páginas. Al menos el lenguaje utilizado por entrevistador fue lo que había ya salido en las redes.

Lo que dejó ver el presidente en el video es la de ser un sujeto que no sabe escuchar, y que piensa que sulfurándose es como puede imponerse, -dos necios no pueden hablar-. Ambos terminaron como si fuera un pleito de vecindad. Resultó increíble, pero en menos de 30 minutos, la palabra “percepción” –mal utilizada- se usó más de diez ocasiones, con la cual, EPN mostró un terrible menospreció a la opinión pública. Pero sobre todo, a los usuarios de las redes, a quienes acusó de opinar en base únicamente a “sentimientos”, sin importarles las obras de infraestructura inauguradas por él. No obstante, señor presidente el arma más poderosa del pueblo para defenderse, radica, estrictamente en el caudal de sus facultades imaginativas.

Carlos Marín, finalmente derrotó al presidente en este terrible mitote, pues EPN más tardó en arribar a China, y Obama le reclamó, pues la invitación a los candidatos no había pasado por Washington. Entretanto en los Estados Unidos como en México, se condenaba todo lo sucedido en la entrevista con el candidato republicano. Incluso D. Trump en pleno vuelo de regreso a su país, acusó a Enrique de “mentiroso” -perjury, deceit- tramposo-, condición que para el pueblo angloamericano es lo más condenado, no sólo en su código penal-místico, sino también por la moral que les imponen desde la escuela.

EPN en la entrevista para justificar la invitación del candidato Donald, hizo un lerdo símil entre la posición de Fidel Castro, al señalar que el comandante con sus denostaciones hacia Estados Unidos, no logró lo que Obama, quien utilizó el dialogo para lograr el acercamiento entre ambas naciones. A la pregunta incisiva, “del porque el presidente mexicano no proponía un muro para evitar la entrada de armas”, y el presidente dijo que “él prefiere los puentes que muros”. En seguida Carlos Marín, le expresó textual, “todo aquel que apoye a Donald Trump, es un imbécil”, y el entrevistado ante tal insulto ni se inmuto.

Y recurriendo al viejo adagio religioso, EPN “en el pecado llevó la penitencia”, porque el presidente mexicano (gobierno) está pagando caro los platos rotos de los errores cometidos. Al grado de que un grupo de senadores mexicanos ya reprobó al Ejecutivo. En la entrevista -una y otra vez-, EPN dijo que él se hacía responsable de la invitación de Trump, pero finalmente, no fue así. Debido a la presión externa tuvo que sacrificar a su amigo y empleado, quien asumía nada menos que la cartera de Hacienda. Pero quizás la factura más elevada será cobrada por el próximo presidente norteamericano, sea uno u otro candidato.

3.- El caso es que EPN, no sabe reflexionar o hacer una introspección, y sin ella, no hay consciencia, ya que la ignorancia frena toda posibilidad de entendimiento. El desconocimiento de lo que pasa en el país, aumenta su inconsciencia o también puede ser que sólo piense lo elemental, como sucede con no pocos animales. Durante treinta minutos, demostró su inopia, sobre la esencia del pueblo mexicano, por ello, lo acusó de que éste sólo reprocha en base a –emociones-, por ello sólo lo critican lo malo. Lo que no sabe es que la ausencia de sentimientos lleva a la cancelación de la consciencia y la carencia de esta. Todo ello, es lo que le sucede al presidente quien de un plumazo suprime los sentimientos.

Es urgente que los analistas, separen la Institución presidencial con el hombre, los personajes que la han presidido la deterioran cada vez más, los cual resulta realmente peligroso para la nación. Andrés Manuel López Obrador, declaró en días pasados, que habrá que ponderar las diatribas pues de otra manera el país se verá en ruinas.

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