Las elecciones son juegos macabros.
Mario Mijares
1.- En todo Estado la clase que conquista y conservar el poder, es la que impone sus condiciones políticas, económicas, jurídicas, sociales y culturales. Lo anterior lo hace a través de la Constitución y leyes reglamentarias y orgánicas que de ella emanen, incluyendo la electoral, por supuesto. Todas ellas, estarán en razón de los vencedores, lo cual no es nada nuevo, ya que invariablemente es parte de la historia de la humanidad. Quizás la única diferencia en esta dialéctica entre los amos y esclavos o bien para no herir susceptibilidades -gobernantes y gobernados-, son los medios que hoy día utiliza la clase suprema, para hacer que las otras clases perdedoras sea más dóciles. Y me estoy refiriendo a los medios ideológicos que se utilizan en plena posmodernidad como son: la escuela, la iglesia, la televisión, la radio, la prensa escrita y virtual.
Es de ésta manera del cómo al grueso de la población, se les hace creer, que son los votantes, quienes -eligen- a los que administrarán los destinos de tal o cual país. Y estimado lector, nadie en su pleno juicio puede aceptarlo, pues lo único que ejecuta el que cruza la boleta el día de las elecciones, es –legitimar- a los individuos que aparecieron en la papeleta. Los que en realidad los –eligieron- fueron los sujetos que pertenecen a determinado partido político, todos ellos, en cierta manera le hacen el juego a la clase suprema de este país. Es por ello, que puede haber candidatos perversos o ignorantes, los cuales antes de aparecer en las campañas electorales, nadie sabía nada de ellos, Pero haciendo uso de los medios de información y de la mercadotecnia política es como mínimamente se está al corriente de sus antecedentes.
2- Los ideólogos trasnochados conocidos como politólogos-funcionalistas, han sido los encargados de confundir a la población en general. La mayoría de ellos, con su charlatanismo osan aseverar que en un país en dónde no se recurre a las votaciones no hay -democracia-, lo cual es lo más perverso que se puede escribir o leer. La forma de desgobierno democrática, es cuando la sociedad se llega a trasformar en un montón amorfo y desfigurado cúmulo de porquería, en donde las tribus comparten todos sus vicios, por tanto, sin ningún respeto infectan todo lo que tocan.
Así es como el presidente Obama, en el discurso demagógico en su despedida de Cuba, dijo que esperaba que los cubanos tuvieran la libertad partidaria, para elegir a sus representantes. Si bien quien lee el presente texto, ha venido siguiendo el macabre spectacle de los posibles candidatos para las elecciones de los EUA. Les preguntaré, ¿A los precandidatos incluyendo a Donald Trump, los eligió libremente el pueblo angloamericano o sus partidos? Son millones de dólares los que derrochan, quienes pretenden ser los aspirantes, pero después vendrá lo doble o triple de gasto, para finalmente lograr que los votantes avalen o legitimen únicamente al triunfador.
3.- La verdad es que es insultante el trato que el gobierno le da a la población. Por ejemplo, utilizando el desgobierno de la democracia, por su exceso de libertad -libertinaje- se presta, justamente para la manipulación de los habitantes de estas naciones. La vida libertina, ayuda de manera precisa para que esa pasión exaltada por la libertad, sea doblegada por medio de la ley, y así se evangelicen los ciudadanos para ser leales y obedientes e incluso debido a su ignorancia, éstos abracen las cadenas de la rememorada democracia. Al día de hoy, todos ellos, son esclavos voluntarios y por tanto hombres sin valía, por la sencilla razón de aceptar todo lo que les imponen vía medios.
4.- Utilizando la expresión sociológica de -sociedades de masas-, ellas están más expuestas al manejo ideológico, debido a la intolerancia del gobernante frente a todo tipo de legislación. Al explicar éste tipo de síndrome en los gobiernos mexicanos, ha sido común, que ni siquiera se tengan reglas o leyes claras, y menos para los procesos electorales. Lo anterior se complica todavía más, pues el uso de los elementos democráticos, por parte de quienes tienen secuestrado al país, hace que sea común la falta de respeto, no sólo a las personas con mérito o talento que sobresalen sobre su voluntad sino para todos. No obstante felizmente todavía abemos hombres que vía luz pública, continuamos desnudando, previniendo y criticando las acciones malvadas de los gobernantes, la dificultad es que las grandes mayorías no leen.
5.- En la Gaceta de la Universidad Veracruzana, Núm.102, se halla el ensayo político para el caso mexicano del Dr. Patricio Marcos; Dinero y corrupción. El sistema electoral más caro del mundo, quien señala: “(…) en el terreno electoral significa un desprecio absoluto por el cuerpo electoral y la sociedad toda, quienes no tienen otra opción que la oferta rígida, bobalicona, numerativa y gradualista de los partidos, exenta de cualquier diagnóstico de la realidad nacional; oferta extraña a las demandas de los electores y a los grandes problemas nacionales.”
(…) De cualquier modo, los partidos, a semejanza del PRI y de los candidatos del régimen priista, pretenden ser objeto de las preferencias ciudadanas, sin escuchar y atender sus necesidades y anhelos. Así, junto con el caso del sistema bancario, el subsidio electoral va en sentido contrario a los ya más de 40 años de reformas neoliberales a las que se ha sometido el aparato económico y a la sociedad entera, sin el menor reparo por el desempleo de las clases medias.”
(…) Los subsidios tienen dos efectos: a) Hacen oficial el dinero de las arcas públicas que solía usar el partido oficial para perpetuarse en el poder, extraído ahora ya no de Ejecutivo, sino del Legislativo: lisa y llanamente significa la legalización oficial del uso ilegal y fraudulento de recursos del Estado; Cambian el “mercado electoral”, pues de ser el cuerpo electoral ciudadano, ahora se usa de trampolín para acceder al dinero presupuestal del INE; recursos con los que los partidos consiguen publicidad televisiva a fin de mantener y acrecentar el número de cargos públicos, con lo que cierran el círculo perverso para conquistar más poder y más presupuesto.”
Sin duda estimado lector, las elecciones son: ¡juegos macabros!
