JORNADA HUASTECA
-LOS TÉNEK VIAJABAN Y LOS CURAS LOS MADRUGABAN
-SI NO LES GANABAN LOS COMEHOMBRES
Livia Díaz
@editorahuasteca
Xalapa, Ver., 31 de marzo de 2016.- En aquélla época en la que los indios tének o huastecos de Tantoyuca comenzaron a ser dominados por los españoles, después de casarse, les daban sus papeles y luego los mandaban «a registrarlos», el que dijo esto piensa que iban a la Ciudad de México, pues es a la que en su lengua materna se le conoce como «en las nubes».
El viaje de los jóvenes casados duraba un año. Un integrante de la comunidad de Zapotal, dice que esta información se pasó de padres a hijos, y los que no son indígenas, le llaman a esto «leyendas.»
Cuando volvía el joven, muchas veces ya encontraba en su casa a un niño o a una niña. ¿Cómo? -es que los curas tenían el derecho de pernada. «Dicen que aún lo tienen».
ATRAVESANDO LA HUASTECA
Esto que pasaba era propiciado por la ausencia. Y es que el viaje era largo. Se iba caminando a atravesar los municipios de la Sierra Madre, la Huasteca Baja, ahora se llama Chicontepec, Benito Juárez, Ixhuatlán de Madero, Ilamatlán, Huayacocotla.
Andaban entre cerros, algunos pelones y otros con selvas y muchas cumbres, como montañas. Como iban solos, se topaban con unos animales en la Sierra de Otontepec, a los que se les llama «tigres» que, como los changos, se trepan en los árboles.
Ellos tenían que asegurarse de estar a salvo de ellos y de hacer buen fuego porque también había otros animales más grandes a los que llamaban «león» y que eran muy peligrosos.
El que contó la historia sabe de un caso en el que el joven encontró una casa adonde pidió permiso de dormir en el techo. A esa casa entró un señor. Al amanecer la señora le pidió al joven que fuera caminando y que al cabo iba a encontrar una cruz y que allí pusiera unos tamales que hizo y le entregó.
Obedeciendo luego pensó ¿de quién estarían hechos esos tamales?
Muchos no regresaban. «Otros al regresar ya tenían más grande a la familia.»
