Doctora Olivia Torres.

Guadalajara, Jal.- La estadística de ciencias de la salud nos dice que aproximadamente 80% de los cánceres se deben a factores ambientales que podrían haberse evitado. Necesitamos desarrollar más métodos preventivos que curativos, que sean económicos, eficaces y fáciles de aplicar”.

Lo anterior fue manifestado por la Olivia Torres Bugarín, doctora e investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), quien recientemente obtuvo su nombramiento de Investigadora Nivel 2 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), reconocimiento que otorga el Gobierno Federal a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Señaló que a nivel mundial la mayoría de las enfermedades son atendidas cuando ya afectan al organismo y no se busca prevenirlas.

“Necesitamos reforzar la investigación preventiva, investigar para prevenir no para curar. Los recursos que actualmente tenemos en los centros de salud pública no son suficientes para atender la demanda de padecimientos que sufre y sufrirá la población. Insisto, debemos y podemos prevenir enfermedades como diabetes y cáncer que afectan hoy a nuestra sociedad”, dijo.

Trayectoria dedicada a la ciencia médica

La Profesora, Dra. Olivia Torres Bugarín, es investigadora desde hace más de 20 años y ahora tiene la categoría Nivel 2 en el SNI. Existen diferentes categorías en este sector, explicó la doctora, el más bajo es candidato, luego siguen los niveles 1, 2,3 y luego el cargo de “emérito”.

Le fue otorgado el grado por su nivel de trabajo académico, puntaje y tiempo de servicio en el sistema. Su trabajo se ha dedicado en la exploración de genotóxicos, término aplicado a la evaluación de compuestos que pueden dañar diferentes tipos de materia viva, plantas, animales y seres humanos.

“Esta metodología es muy versátil; puedes llevarla al hospital, al laboratorio, al campo. Estoy especializada en este método dirigido a animales y humanos”.

La doctora también ha implementado, junto a un grupo de investigadores, la técnica para análisis de raspado de mucosa bucal en México.

Señaló que esta técnica es sencilla, no dolorosa y consiste en un raspado de células mucosas, de la boca. Con este método se consigue información del código genético, medio ambiente y si existen enfermedades o afectaciones a futuro que repercutirán en un organismo como el envejecimiento de las células y células cancerígenas, entre otras.

“Con la prueba no se pueden descubrir enfermedades, sino prevenir. Ésta es una técnica preventiva. Sin embargo, ésta herramienta aún no se usa en hospitales y otros centros de salud ya que está en la etapa experimental, hace falta entrenamiento y recursos económicos para su implementación. Sólo en España se realiza esta prueba”, explicó.

La doctora se formó en el Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al terminar su doctorado fue contrata por la UAG para impartir diferentes cátedras y continuar con su trabajo como investigadora.

Comentó, tras su nombramiento, tener sentimientos encontrados “estoy feliz por el reconocimiento, pero ahora debo esforzarme más y tendré más responsabilidades. Antes trabajaba 24 horas, ahora no sé de donde sacaré las otras 24. Es mucha responsabilidad. Gracias a la institución por la oportunidad de trabajar aquí y a mis alumnos ya que he alcanzado todo esto por el compromiso y aportación de ellos”, concluyó.

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