Fotografía ilustrativa, etnia hñähñú.

Denisse Brauer

Ciudad de México.- Para evitar la discriminación que prevalece en las oficinas del Registro Civil, el senador perredista Zoe Robledo Aburto, presentó una iniciativa que reforma el artículo 58 del Código Civil Federal en el cual se adiciona el párrafo que enuncia que “en todos los casos en que se requiera, el Juez del Registro Civil, está obligado a registrar en el acta de nacimiento, el nombre solicitado, con estricto apego a los caracteres pertenecientes a las lenguas y dialectos indígenas”.

El senador relató en tribuna que lo que motivó la iniciativa fue el hecho del preregrinar de una pareja perteneciente a la etnia hñähñú en el estado de Hidalgo: Marisela Rivas y César Cruz, padres de una pequeña a quien quisieron registrar con el nombre de Doni Zänä, pero el Registro Civil, se negó a registrar a la niña, argumentando que no tenía la tipografía solicitada.

Ante ello, relató, los padres alegaron no sólo su derecho a elegir el nombre de su hija, sino que argumentaron el drástico cambio de significado si escriben el nombre como sugiere la autoridad. Doni Zänä, significa “flor de luna”, en cambio Doni Zana, es el equivalente a “piedra que muerde”.

Así, dijo, iniciaron una larga campaña por diversas dependencias del gobierno de Hidalgo para poder ejercer su derecho, campaña que los llevaría a la alcaldía de Tepeji, en el Registro del Estado Familiar, posteriormente en las Secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, en inclusive en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, instituciones en las cuales la respuesta si bien diferente contenía una misma respuesta: “dejar a un lado el “capricho” y buscar un nombre “menos complicado” que ahorre problemas a la niña”.

Finalmente y después de un largo peregrinar, Doni Zänä fue registrada después de año y medio.

El senador subrayó que esta historia revela la discriminación y exclusión que se ejerce contra los pueblos indígenas en este país, haciendo de lado lo que establece la Constitución respecto a la composición pluricultural de México y cuyo sustento yace en los pueblos indígenas.

Recordó que las lenguas indígenas del país tienen raíces diferentes “y si se van a reconocer la validez de estas lenguas y a asumirnos como pluriculturales hay que hacerlo cabalmente”.

En México hay 68 lenguas indígenas que tienen 364 variantes y alrededor de 8 millones de mexicanos las hablan todos los días, tan sólo en Chiapas 26 por ciento de la población es hablante de una de las 16 lenguas que hay allá y tienen caracteres y grafías distintas al español.

Esta iniciativa busca reconocer y aceptar estas grafías en el Registro Civil para desencadenar el derecho a una cosmovisión propia.

Tenemos un compromiso con los pueblos indígenas que va más allá de la Constitución, sino con volver el pluriculturalismo mexicano no sólo en un adorno para presumir el pluriculturalismo del país, sino como una realidad legal e institucional que garantice la igualdad de derechos de las diferentes lenguas y culturas que coexisten en el territorio nacional.

En la exposición de motivos, la iniciativa reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos, protegido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual entre múltiples cosas, permite la libre elección de una cosmovisión, que otorga al individuo toda una categoría valorativa que se ve reflejada tanto en su actuar diario como en algo tan íntimo como es su nombre.

Además señala expresamente que “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.

Por otra parte, el artículo segundo de la Carta Magna, consigna una serie de derechos fundamentales de los individuos pertenecientes a una comunidad indígenas, mismo que principalmente establece que: la Nación Mexicana es única e indivisible, compuesta pluriculturalmente sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.

Es por ello que reconocer a México como un país multicultural, es reconocerlo como un país con una población abundante en cuanto a minorías. Abundancia que puede verse reflejada desde una perspectiva indigenista en los índices de población hablante de una lengua autóctona.Esta iniciativa fue turnada a las comisiones unidas de asuntos indígenas y de estudios legislativos.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here