Para obtener prosperidad debemos superar el modelo neoliberal

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Para obtener prosperidad debemos superar el modelo neoliberal

Andi Uriel Hernández Sánchez

Vocero del Movimiento Antorchista en Veracruz

El modelo neoliberal impuesto hace más de 40 años en el mundo entero, que propugnó por una menor regulación del mercado por el Estado y por la absoluta apertura comercial global y que a cambio prometió un mundo en el cual todos los seres humanos podrían desarrollar el máximo de sus capacidades, en el que no habría pobreza ni guerras entre naciones, ha resultado ser exactamente todo lo contrario. Pues aunque es innegable que la producción de bienes aumentó considerablemente y que ha habido un desarrollo científico y tecnológico acelerado, esto no ha traído necesariamente mayor bienestar para la inmensa mayoría de la población mundial.

La riqueza mundial se ha concentrado cada vez en menos manos, los datos más recientemente aportados por la Oxfam, una ONG seria y objetiva, dan cuenta de cómo 8 megamillonarios en el mundo tienen tanta riqueza como la mitad más pobre de la humanidad. En el mundo entero no existe paz entre las naciones, pues el imperialismo norteamericano y sus aliados de la OTAN se han valido de infinidad de métodos, incluida la guerra, para derrocar gobiernos legítimos que se resisten a obedecer sus designios para sustituirlos por títeres que entreguen sin reservas los recursos naturales de sus países, permitan la invasión de capitales y mercancías imperialistas y la explotación laboral de sus gobernados, todo en pos del aumento de la riqueza inconmensurable de los mayores beneficiados del sistema económico neoliberal. Como se ve, el neoliberalismo de ninguna manera ha generado prosperidad y paz para los pobres del mundo.

Nuestro país nunca ha estado al margen de esta realidad global, aquí el 45% de la riqueza nacional está concentrada en el 1% de la población mientras que 100 millones de mexicanos viven en pobreza. México se encuentra invadido de capitales norteamericanos que explotan sin recato los recursos humanos y naturales de nuestros país y que en nada o muy poco abonan al desarrollo y progreso del mismo. A su vez, la pobreza de amplias capas sociales ha formado un óptimo campo de cultivo para la creación y desarrollo de células delincuenciales que desde hace años han convertido al país en un sangriento campo de batalla.

Fue la situación de pobreza y marginación de los mexicanos lo que hizo que el discurso de AMLO tuviera amplia aceptación y que eventualmente él y su partido llegarán al gobierno de la nación, sin embargo, como los antorchistas apuntamos desde mucho antes de las campañas electorales de 2018, López Obrador se equivocaba en señalar a la corrupción gubernamental como la mayor y única causante de esta situación, que la verdadera razón era el diseño del modelo económico neoliberal, pensado para producir mucha riqueza pero también para aumentar abismalmente la brecha de desigualdad social al interior de las naciones y en el mundo entero. Un año de gobierno lopezobradorista permiten confirmar irrefutablemente esta tesis. Pues aunque ya no existe corrupción, según lo que festina el propio López Obrador, aunque se aplica la austeridad casi franciscana en el gobierno y se han transferido miles de pesos a millones de mexicanos, la pobreza no cede, por el contrario se agudiza.

Pues por más que el presidente se declare antineoliberal, en los hechos el modelo económico se ha mantenido firme y se ha reforzado en su primer año de gobierno, pues se sostienen acuerdos comerciales como el T-MEC, que benefician mayoritariamente a las empresas norteamericanas, al permitir la intromisión del gobierno estadounidense en la política laboral mexicana y al obligarnos a comprarles a ellos la mayor parte del acero y aluminio que consumimos; se mantienen la política fiscal regresiva, en donde pagan más impuestos los que menos tienen, mientras que los ricos pagan muy poco, lo que da como resultado una de las tasas recaudatorias más bajas del mundo (únicamente el 14% del PIB contra el 30% o 40% de los países capitalistas desarrollados); existen, además, un mínimo gasto en infraestructura pública, sistemas de pensiones inviables, escasa regulación legal a sectores del mercado con mucho poder (como el sector bancario y financiero) y un nulo apoyo al mercado interno mediante la cualificación de la producción nacional a través de una educación científica y tecnológica de mayor calidad.

Y ya vemos los resultados de esta política, mientras la economía mexicana se estanca, mientras no hay generación de empleos y crece la violencia como nunca antes, la riqueza de los 4 mayores millonarios de México aumenta: Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Sara Mota de Larrea y Juan Beckmann, agregaron de manera conjunta 14.53 mil millones de dólares (mdd) a sus fortunas. En un año de estancamiento económico, es decir, de baja producción de riqueza, esto solo es posible a condición de mayor explotación laboral, bajos salarios, precios más altos en los productos y de la liquidación de pequeñas y medianas empresas, es decir, de mayor concentración de riqueza a costa del empobrecimiento de más gente.

Es necesario, por el bien de todos, frenar urgentemente esta situación si queremos construir un país, un mundo, de mayor prosperidad y si realmente queremos parar la violencia y alcanzar la paz, necesitamos disminuir la brecha de desigualdad social y combatir la pobreza de millones de personas. El Movimiento Antorchista Nacional convoca al pueblo de México a formar una fuerza social importante que se convierta en partido político nacional en 2024 para llegar al poder del país y desde ahí gobernar con un un proyecto de nación superior al de Morena y cualquier otro partido político, que instrumente una política económica que sustituya al neoliberalismo y que favorezca a todos los mexicanos.

En este gran frente, tendrán cabida todos aquellos que quieran ver a nuestro país rico, fuerte y soberano frente a las grandes potencias del mundo, incluyendo a todos los empresarios progresistas de México, que entienden que la pobreza de las masas siempre será un freno para la correcta circulación de mercancías, que el subdesarrollo del país impedirá una mayor generación de conocimiento científico y tecnológico que agregue valor a sus productos y que el nulo crecimiento económico y nuestra dependencia hacia los norteamericanos siempre nos mantendrán rezagados del mundo. No se trata de agredir a la libre empresa ni a la propiedad privada, únicamente se trata de aumentar los impuestos a los más ricos, generar más empleos, incrementar los salarios y reorientar el gasto publico para atender prioritariamente las necesidades de la gente humilde. Todo ello generará un clima favorable al desarrollo, precisamente de la libre empresa y el libre mercado y al mismo tiempo mayores oportunidades e inclusión social. Un México más próspero y estable es perfectamente posible.

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