La actriz, luchadora social y fotógrafa italiana fue mentora de Manuel Álvarez Bravo.
El Instituto Nacional de Bellas Artes recuerda a Tina Modotti, reconocida fotógrafa italiana, actriz y luchadora social en México, en el marco del 76 aniversario luctuoso.
Xalapa, Ver.- En su paso por el Continente Americano (San Francisco y Hollywood, en California, Estados Unidos, y en la Ciudad de México, en los años veinte del siglo XX), Modotti Mondini incursionó primero en la actuación y después en la fotografía, debido a la influencia del estadounidense Edward Weston.
Durante los primeros siete años que permaneció en México (1923-1930), sus actividades se centraron tanto en la fotografía como en las causas sociales, pues se integró al Partido Comunista Mexicano, lo cual se reflejó en su trabajo como editora y fotógrafa de la revista Mexican Folkways y el periódico El Machete.
En esa década, la artista italiana entabló amistad con Antonieta Rivas Mercado, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Blanca Luz Brum, Nahui Ollin, María Tereza Montoya y Frida Kahlo.
De ese círculo de intelectuales, conoció a Manuel Álvarez Bravo, de quien fue, al lado de Edward Weston, mentora del reconocido fotógrafo mexicano.
Además, es considerada precursora del fotoperiodismo crítico, al manifestar una identificación inmediata con México y sus habitantes, de quienes plasmó gran cantidad de imágenes.
Las manos de un campesino agarrando una pala o Las manos de una lavandera, forman parte de las múltiples imágenes captadas y que fueron apreciadas por Diego Rivera y José Clemente Orozco, lo que permitió ganar la confianza de los muralistas, dando paso a fotografiar sus obras, cuyo trabajo representa cierto valor histórico porque sirve como documento de la realización de las obras de Rivera y Orozco.
Tina Modotti, tras abandonar México en 1930, viajó por Estados Unidos, Cuba, Holanda y Alemania, incluso se enlistó en España en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil.
En 1939 la fotógrafa regresó a México y fue en 1942 cuando falleció en un taxi en la Ciudad de México. Su vida inspiró a Elena Poniatowska a escribir una biografía novelada y al dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda una puesta en escena.
