Infartado.

Minatitlán, Ver.- Un comerciante que generó fuerte despliegue policiaco tras tener como rehenes a sus empleados en una de las bodegas de la Central de Abastos de Minatitlán, terminó por morir en las celdas de la cárcel preventiva por probable infarto fulminante a los pocos minutos de su ingreso.

Según testigos todo comenzó desde la mañana del viernes cuando el hoy occiso identificado como Juan Antonio Martínez Herada, de 32 años de edad, arribó a su local bajo la probable influencia de alguna droga perdiendo el control de sus actos.

Con ello decidió bajar las cortinas de acero del establecimiento quedando en cautiverio al menos cinco personas identificadas como empleados generándose dos disparos al aire por parte del comerciante, según los relatos de testigos.

Esto provocó el acercamiento de elementos de la Policía Estatal, que rodearon la zona posterior a la liberación de los trabajadores privados de la libertad.

Mientras que Juan Antonio Martínez permaneció dentro del local donde provocó destrozos en su interior detonando en la tensión de comerciantes vecinos, clientes y de la propia policía.

Para las 14:30 horas fue posible el acceso a la bodega, siendo allí donde capturaron al sujeto el cual gritaba palabras altisonantes y a su vez, mencionaba que era el fin del mundo presentando pupilas dilatadas.

Ante la mirada de los comerciantes el hoy ya occiso fue abordado a una de las patrullas que permanecían en el operativo, quedando en calidad de arrestado y llevado a la base central de la coordinación naval.

Poco antes de las 15:30 horas, paramédicos de Cruz Roja, fueron requeridos en el cuartel policiaco dado a la complicación del estado de salud que sufrió el comerciante que al ser atendido por personal técnico en urgencias médicas se confirmó estaba sin vida dentro de una de las celdas.

Informaron las fuentes que tentativamente la causa del deceso obedeció a un infarto producido probablemente por una sobredosis, siendo la perito en turno de Servicios Periciales que se encargó del traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo) donde se practicarían los estudios de rigor.

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