Trump, God is in the business
Mario Mijares
“God’s away on business”, La Bola, https://www.youtube.com/watch?v=rbMfZ2vgS_w
1.- La Biblia en un país automatizado como son los Estados Unidos, en donde sus gobernantes se han llenado las manos de sangre, invadiendo países y usado incluso armas nucleares, además de tener un pueblo, con un pensamiento cultural individualista y de arquetipo material. La pregunta que se hacen muchos es ¿Qué significado tiene para ellos, el juramento sobre la Biblia en actos políticos y jurídicos? En la reciente toma de posesión del ahora presidente angloamericano, participaron los ministros de todas las iglesias que coexisten en este país. Entonces una vez más, salta la siguiente interrogante, será el mismo concepto de Dios el de Abraham; el de Moisés o el de Isaías, pareciera que sí, pues se demuestra en tales hechos. La conclusión es que, lo único que no permiten los norteamericanos es el ateísmo.
Las acciones de tipo religioso, son controladas por la burocracia gubernamental, al defender su historia, pues tales quehaceres fueron implantados desde las trece colonias, a partir la metrópoli Inglaterra, ya instaurado el Estado Moderno. La “Sociedad Religiosa de los Amigos”, conocidos como los “cuáqueros” fue fundada en ese país por George Fox, la cual se extendió por los Estados Unidos, participando de manera importante el activista William Penn. Tal organización no tiene un credo oficial, y los que pertenecen a los cuáqueros pueden llegar a tener creencias diversas.
No obstante, en el Estado Laico de EUA, el concepto de Dios, establecido por la oligarquía inglesa, así como la angloamericana, es de tipo judaica. Mismo que puede ser ilustrado a través de Shylock, un personaje descrito por Shakespeare en su novela El Mercader de Venecia. Es el hombre avaro que -hace dinero del dinero-, prestando con altos intereses a sus nuevos deudores, y en que la “ganancia”, es el principio político en la vida de todos ellos.
2.- Los ideólogos de los Estados Unidos, como Madison y Hamilton, principalmente, justificaron en sus diferentes escritos en El Federalista y después en su Constitución, el vicio del lucro, y la corrupción de la riqueza. La cual es el motor de su forma de gobierno plutocrática. Según ellos, en el texto bíblico no existe la palabra “pecado”, por tanto, el hombre con esas condiciones puede desafiar el poder del Dios supremo, [se refieren al dios desconocido]. Este es el argumento que utilizó la clase en el poder, para lograr la supremacía ante las demás clases sociales.
3. Hace años, en una revista leí que, los oligarcas de los Estados Unidos, solamente hablan con Dios, pues poco aparecen en público, y es que, de alguna manera, ellos ante su gran supremacía política y económica, realmente se sienten dioses. Donald Trump, muestra ese comportamiento del amo tirano, por tanto, se le dificulta hablar con la mayoría del pueblo, y es por ello que no lo entienden. Por tanto, está pagando caro su osadía, pues no es lo mismo conversar con el Vellocino de Oro, que con las multitudes. Hace más de una centuria, que los oligarcas dejaron de optar por cargos políticos, para ello tienen a sus empleados, me refiero a los senadores y al presidente, -algo grave debe estar pasando en ese país-.
4.- El Dr. Patricio Marcos en su obra El fantasma del liberalismo, escribe sobre el comportamiento de los hombres adinerados de los EUA, y señala que el eco puritano y apotegma cristiano que reza In God We Trust, -tal leyenda-, está de manera vergonzosa en su moneda. Pero Marcos traduce ese apotegma como, The Trust I our God, (El trust es nuestro Dios) La palabra “trust” es también -conjunto de empresas o fideicomiso-. En donde el liberalismo pujante hace de la figura de Dios un uso de propiedad, y citando al autor dice: “vista la hipóstasis que el liberalismo moderno identifica a la figura de Dios con la propiedad usuraria”. Este tipo de acontecimientos es normal en los EUA, donde la cultura del fideicomiso, la propiedad asimilada, está en razón del nuevo dios del dinero, en la que los fariseos contemporáneos siempre estarán a la expectativa.
Eric From, en su texto; Y seréis como dioses, dice que la idea del ídolo es una cosa hecha por el hombre, en que es casi imposible explicar la naturaleza de tal idolatría. A los ídolos se les pueden percibir y tocar, y no como aquellos a los que no se les pueden ver como es el caso del Dios cristiano. Parafraseando a From, “Qué diferencia hay en los sacrificios humanos que ofrecían los aztecas a sus dioses, con los modernos sacrificios que se ofrecen en las guerras a los ídolos como el nacionalismo o al mismo Estado Supremo”.
