Javier Duarte y Sara Ladrón de Guevara. Imagen ilustrativa.

Perfilando
UV, la marcha que se politiza
Por Iván Calderón

Lejos de que la marcha de la Universidad Veracruzana se politice o no, existen en la penumbras ciertos motivos que se tienen que enunciar.

Sara Ladrón de Guevara con todo y que instó a que aspirantes a un puesto de elección popular no participen en esta manifestación, al parecer, la rectora se ha vuelto desde tiempo atrás, una acérrima promotora de la alianza PAN-PRD, principalmente de su candidato a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.

Esto, ya no se puede negar.

Es del dominio público que su esposo, Guillermo Heitler, mantiene desde el Chirinato nexos directos con el líder del Clan del Boca del Río, y actualmente es un personaje muy cercano al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

La conexión entre Sara con la línea azul, está más que viva.

Incluso, los mismos operadores panistas y perredistas fueron quienes en su momento impulsaron estas expresiones estudiantiles, las cuales efectivamente han venido de menos a más.

Es cierto, el gobernador de Veracruz, tiene que cumplir a cabalidad con los universitarios.
Duarte de que tiene que pagar, tiene que pagar.

Ahora, la bebe o la derrama.

Sin embargo, antes de que se le cumpla su 5 % del presupuesto estatal, lo que quizás sea un berrinche más de la rectora; Ladrón de Guevara primero debería de explicar en que ejercerá los más de 5 mil millones que pide de presupuesto, ya que desde mucho antes de existir este estire y afloje con el Duartismo, la Universidad ha presentado ciertas anomalías en el manejo de sus recursos públicos y destinados a la educación.

La UV no estuvo exenta de la Auditoria Superior de la Federación. La ASF detectó en esta casa de estudios, y otras más del país que existe personal sin perfil, así como subsidios inflados.

En sí, el deseo financiero en la máxima casa de estudios de la entidad es plenamente evidente.

Pero eso no es todo, transcendió que 22 de sus licenciaturas no están acreditadas por la Secretaría de Educación Pública, y aunado a esto, en la gestión de Ladrón de Guevara aumentó en 150% el índice de demandas laborales, de personas que fueron liquidadas por no estar de acuerdo con su política interna.

Un dato que llama mucho la atención, son los más de 79 mil pesos que representa anualmente la educación de un solo alumno en la Universidad Veracruzana, costo que es más del 50% mayor a la Universidad de Nuevo León, o la Universidad del Estado de México.

Y es que volvemos a lo mismo, todo este tema más que de recursos, se considera ya un arrebato de Sara Ladrón, ya que en una carta del mandatario enviada a la rectora, este cedió y se comprometió a darle autonomía financiera a la Universidad, reconociendo los débitos, comprometiéndose a liquidarlos, y sobre todo a no modificar el artículo 98 de la Ley de Pensiones del Estado.

No obstante, ya nada es del agradado de la rectora.

Volvemos a reiterar, el gobernador Javier Duarte de que tiene cumplir, tiene que cumplir, pero no con Sara.
Duarte tiene que responderle a los miles de estudiantes que ingresan a las aulas en busca de conocimientos para obtener mejores condiciones de vida.

Javier Duarte también tiene que comprometerse, pero con los padres que hacen maratónicos esfuerzos para pagar una escuela, la cual, aunque es gratuita, genera grandes costos de manutención.

En fin, esperemos que luego de la parafernalia de esta marcha, y de exigir los 5 mil millones de pesos para la Universidad, sea la misma decana quien se comprometa a elevar la calidad educativa, ya que con todo y este presupuesto nos encontramos en el vergonzoso quinceavo lugar a nivel nacional.

Las exigencias siempre vienen acompañadas de compromisos.

Ya veremos qué es lo que pasa.

@IvanKalderon
ivancalderonflores@outlook.com
www.eldelsur.com

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