Fotografía de www.poderpolitico.com.mx

Por Carlos Arturo Luna Escudero/sociedadtrespuntocero.com

Iniciamos esta segunda entrega agradeciendo los comentarios, las llamadas telefónicas y los mensajes por correo, que hemos recibido a través del portal Sociedad 3.0 y en el buzón personal, sobre el primer artículo de este extenso análisis que hacemos sobre la problemática de la ciudad. La multitud de propuestas y sugerencias recibidas hablan sobre la preocupación de los xalapeños por las condiciones en que viven y su compromiso por participar en la construcción de una mejor ciudad.

Sin duda, sus comentarios ayudan mucho a orientar nuestro análisis y nos estimulan a profundizar aún más en las propuestas que formularemos modestamente y desde nuestra perspectiva, para contribuir a resolver los conflictos de nuestra capital. Dicho la anterior, damos pie al tema que en esta ocasión nos ocupa.

EL AGUA
El agua constituye un elemento natural indispensable para el desarrollo de la vida y de las actividades humanas. En nuestro planeta cubre el 75% de la superficie, aunque el 97.5% es salada, por lo que únicamente el 2.5% es dulce, distribuida en lagos, ríos, arroyos y embalses. Esta mínima proporción es la que podemos usar con más facilidad.

Cuando satisface distintas necesidades, el agua se transforma en un recurso. No obstante, no todas las personas pueden disponer de él. Lo anterior sucede, entre otras razones, por la desigual distribución natural del líquido en la superficie del planeta. Otra razón tiene que ver con cuestiones sociales, porque existe una estrecha relación entre la posibilidad de abastecimiento y el desarrollo

Esto es, al mayor crecimiento demográfico se une el crecimiento de las diversas actividades económicas que se desarrollan para satisfacer las demandas de la nueva población. Las personas, las empresas, el campo, las industrias, requieren el agua cada vez en mayores cantidades para realizar sus actividades.

Como señalábamos en el primer artículo de este análisis, la fundación de Xalapa se dio a partir de los cuatro poblados originarios de Xallitic, Techacapan, Tecuanapan y Tlalnecapan, que con el tiempo se crecieron y se unieron, formando una sola población que recibió el nombre de Xallapan, que significa (con variaciones interpretativas) “agua en el arenal” o “manantial en la arena”, misma que ha venido creciendo de manera sostenida a partir de ese entonces, hasta llegar a nuestros días a ser una de las capitales estatales más importantes de México.

La historia de la problemática del abasto de agua en Xalapa comienza en 1830, mismo año en que adquiere la categoría de ciudad y está asociada al comienzo del desarrollo de la industria textil.

A pesar de la relativa abundancia de agua en la entidad y en particular en la zona metropolitana de la ciudad, Xalapa no escapa a los problemas que tienen que ver con el suministro y distribución de este vital líquido. Al igual que otras ciudades, la capital estatal está creciendo a tasas mayores que el servicio de abasto de agua y saneamiento y, lo peor, sin guardar proporción alguna con la capacidad de las reservas de agua que la abastecen.

La población total capitalina se estima en alrededor de 600 mil habitantes, pero con su zona metropolitana, que abarca también a Banderilla, Jilotepec, San Andrés Tlalnelhuayocan, Emiliano Zapata, Coatepec y Rafael Lucio, se ubica en un millón de personas aproximadamente.

En un período de 4 décadas, la población de Xalapa se ha cuadruplicado, pasando de 122 mil 337 en 1970, a los 600 mil que se estiman actualmente. Este crecimiento acelerado y no planificado ha urbanizado el paisaje forestal y los campos de cultivo en la zona norte de la ciudad, gracias al desarrollo inmobiliario irregular sobre terrenos ejidales y, por otro lado, ha creado especulación del suelo en las zonas residenciales del sur, contribuyendo así a la variación del clima y a la división de la ciudad en dos zonas socialmente diferentes y con grados desiguales de desarrollo.

Para orientar mejor este trabajo y por lo extenso del mismo, lo hemos dividido en cuatro grandes rubros, a saber: El Marco Regulatorio del Agua, el Abastecimiento de la misma, el Organismo Operador del Agua (CMAS) y las Propuestas. En esta entrega veremos solamente el Marco Regulatorio y las Fuentes de Abastecimiento, el diagnóstico de las mismas y los graves problemas que se registrarán en el corto plazo, dejando para una segunda parte la situación del organismo operador del agua, la operación de la infraestructura hidráulica y las propuestas que hasta la fecha se han realizado para asegurar el suministro, la calidad, el abastecimiento y distribución del agua.

MARCO REGULATORIO

El manejo y la gestión del agua se lleva a cabo a través de un conjunto de instrumentos jurídicos que otorgan capacidades, responsabilidades y obligaciones a las diferentes dependencias públicas, que comprenden aspectos de cuidado, restauración, planeación para los usos y la explotación del recurso, así como el abastecimiento y saneamiento del agua.

En Veracruz, los organismos que regulan la gestión del agua, así como la normatividad que les dan origen y facultades son tres:

Consejo del Sistema Veracruzano del Agua (CSVA). La Ley No. 21 de Aguas para el Estado crea, mediante la publicación en la Gaceta Oficial de junio del 2006, este Consejo como instancia responsable de la coordinación, planeación y supervisión del Sistema Veracruzano del Agua, dándole autonomía técnica y de gestión y otorgándole patrimonio propio. En 2007 se reforma esta ley pasando este Consejo de ser autónomo a ser sólo un órgano de consulta de la Comisión del Agua del Estado.

Consejo del Agua en el Estado de Veracruz (CAEV). Es un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Es el organismo operador estatal y el responsable de cumplir y hacer cumplir los planes, programas y normas establecidas por el CSVA. Nace en 2001 mediante la Ley 21 de Aguas del Estado de Veracruz.

La CAEV, tiene las atribuciones de administrar las aguas de jurisdicción estatal, planear, construir, ampliar y mejorar la infraestructura hidráulica y, en caso necesario, seguir prestando el servicio cuando un municipio no tenga la capacidad para hacerlo. También está facultado para coordinar la planeación y presupuestación del sector hidráulico estatal, proyectando, ejecutando y supervisando, directamente o a través de terceros; además de dar asesoría a los organismos municipales operadores del agua.

Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa (CMAS). Es el organismo operador del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento del municipio de Xalapa y de la zona conurbada, que comprende los municipios de Banderilla, San Andrés Tlalnelhuayocan y Emiliano Zapata.

Se crea en 1995, siendo sus atribuciones proporcionar los servicios de agua potable, agua desalada, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Son sus facultades también las de planear, estudiar, proyectar, construir, rehabilitar, ampliar, operar, administrar, conservar y mejorar todos los sistemas señalados. Su objetivo es abastecer de agua potable en cantidad y calidad suficiente para preservar la salud y mejorar el nivel de vida de sus habitantes.

ABASTECIMIENTO

El municipio de Xalapa esta bañado por los arroyos y manantiales: Chiltoyac, Ánimas, Xallitic, Techacapan y Tlalnecapan; por los ríos Sedeño, Carneros, Sordo, Santiago, Zapotillo, Castillo y Coapexpan, así como por diversos lagos artificiales y algunos naturales.

Hasta ahora, el abastecimiento de agua se realiza principalmente de la subcuenca del Río Los Pescados. Este afluente tiene importantes tributarios como son los ríos Huizilapan, Matlacobatl, Tlilapa, Chico, Seco, Pixquiac y Los Pintores.

Xalapa cuenta con 6 fuentes de abastecimiento, de los cuales se obtienen 1,760 litros de agua por segundo. Este aporte se constituye por la Presa de Los Colibríes, Río Huitzilapan, con 960 litros por segundo; Medio Pixquiac con 250; Alto Pixquiac con 250; Socoyolapan con 150; Cinco Palos con 100 y El Castillo, con 50 litros de agua por segundo.

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Imagen de “Xalapa Sostenible” (BID, Banobras, Ayuntamiento).

En el período 1970-2004, las estadísticas hidrométricas arrojaban un escurrimiento de 1,551 millones de metros cúbicos en estos caudales, donde el 75% de esos escurrimientos se daban durante la época de lluvias, que comprende de junio a noviembre.

Sin embargo, los escurrimientos anuales muestran una tendencia negativa, al pasar de valores superiores de 3,000 millones de metros cúbicos, al inicio del periodo analizado, a menores de 2,000 millones en los últimos años, misma que es originada por el incremento de las extracciones para diversos usos y por la deforestación acelerada que se registra en la zona boscosa.

Por otro lado, en cuanto a las aguas subterráneas, Xalapa se encuentra en la parte central del perímetro que delimita el acuífero Xalapa-Coatepec, mismo que tiene un área de recarga aproximada de 821 kilómetros cuadrados. Según estimaciones de la CONAGUA, la recarga media anual asciende a 120 millones de metros cúbicos, donde al restar la descarga natural comprometida y el volumen concesionado, queda únicamente una disponibilidad de 9 millones de metros cúbicos, que ha venido menguando dramáticamente durante los últimos años.

Así también, en cuanto a la precipitación pluvial, ésta se ve condicionada por la ubicación geográfica de Xalapa, al pie de la Sierra Madre Oriental y con alturas que van desde los 1,100 a los 1,500 metros de altura, que hace que su clima se vea afectado por dos masas de aire que se alternan el dominio de condiciones meteorológicas: la polar, con los “nortes”, donde la precipitación representa el 10% de la anual; y la tropical, donde el paso de las ondas tropicales y los fenómenos de esta naturaleza en sus diferentes categorías (perturbaciones, depresiones, tormentas, huracanes), la canícula y “el niño”, acumulan el 90% de la misma.

Debido a lo anterior, el Sistema Meteorológico Nacional ha medido la precipitación pluvial media anual para Xalapa y la región en 1,763 milímetros, esto es, más del doble de su equivalente nacional, cuyo valor es de 759 milímetros, precipitación que, desafortunadamente, no es aprovechada por la falta de colectores pluviales y un sistema de utilización de esas aguas.

La utilización del agua, al tope

Ahora bien, Xalapa tiene dos concesiones del Río Huitzilapa: una que vence en 2017 y la otra en 2018, cada una de ellas por 500 lts/seg. Para el caso de Cinco Palos, Alto y Medio Pixquiac y El Castillo, las concesiones vencen en el año 2029, aunque la ley establece que las concesiones se deben renovar cada diez años.

En todas las fuentes, desde el Huitzilapa hasta El Castillo, en épocas de estiaje se utiliza casi el 100% de la cantidad de agua concesionada por la CONAGUA. De acuerdo con estimaciones de expertos de la materia, tomando en cuenta la tendencia del crecimiento de la zona metropolitana y su consecuente demanda de agua, ya se llegó al tope de utilización de las fuentes de agua concesionadas, por lo que de acuerdo con la actual disponibilidad del líquido, muy pronto se tendría que  dejar de abastecer por lo menos un día a los habitantes de la ciudad.

Por lo anterior, la necesidad de traer agua de otras fuentes es urgente, ya que debido a la creciente demanda y a las sequías cada vez más recurrentes, se ha perdido afluencia de agua de las diferentes fuentes de abastecimiento.

Así, el Huitizalapa ha perdido 100 litros por segundo –lps- (10%); Alto Pixquiac, 250 lps; Medio Pixquiac, 150 lps; Zocoyolapa, 60 lps; Cinco Palos, 60 lps; El Castillo, 30 lps, sumando un total 550 lps de pérdida de agua. Durante el último período de sequía, más de 250 mil habitantes de la ciudad no recibieron agua en, al menos, un día de la semana.

Agregado a ello, se suma el incremento en el consumo de agua per cápita, que hasta hace algunos años era de 200 lts por habitante al día y que ahora se encuentra, según estimaciones de expertos en el tema, en 220 lts, estableciendo CONAGUA un consumo máximo de 250 lts.

En resumen, al crecimiento demográfico exponencial de la ciudad y su zona metropolitana, acompaña una pérdida del 50% de los escurrimientos que abastecen a Xalapa, la disminución crítica del acuífero del que se surte y el desperdicio del 100% del escurrimiento pluvial que, junto con los hábitos de consumo de los habitantes de la ciudad, las fugas de agua de la red de distribución y la corrupción existente en el organismo operador del agua, han gestado un problema mayúsculo en el abastecimiento del líquido, que en el mediano plazo estallará sin remedio, si no se toman las medidas pertinentes para remediar este crucial asunto.

Peor aún: se estima que el problema del abastecimiento de agua se agudizará en los próximos tres años, debido a la falta de interés del gobierno municipal por dar  mantenimiento integral a la red de distribución, que por las fugas genera pérdidas del 60% del líquido, y por los impactos al medio ambiente, de la urbanización, debido a la construcción residencial en zonas ecológicas. Los bosques, la vegetación y los cafetales han sido devastados por el crecimiento de las zonas habitacionales.

Xalapa ha perdido ya más del 80% de su territorio rural y esta espiral de crecimiento difícilmente disminuirá en los próximos años. (Continuará).

Artículo publicado con permiso de: http://sociedadtrespuntocero.com/2016/02/xalapa-la-ciudad-del-caos-parte-ii/

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