Yunes y Peña. Saludo.

Línea Política 

LOS PENDIENTES 

Agustín Contreras Stein.

AL CONCLUIR, en seis meses, aproximadamente, las administraciones estatal y federal, cinco importantes pendientes habrán de quedar sin resolver. Primero, el relacionado con la economía nacional, la cual pasa por una severa crisis que afecta a todos los sectores de la población. Segundo, la falta de empleo para miles de trabajadores que no han logrado tener un espacio donde ganarse el sustento diario, lo necesario para la medicina, vestido y calzado para toda la familia. Tercero, sin duda, el asunto que más preocupa y ocupa a todos los mexicanos en general, sin dejar se señalar, como caso especial al Estado de Veracruz, y que es la inseguridad, con la cual no se puede generar ningún avance en ningún sentido y es motivo, incluso, de serias enfermedades que están apareciendo por esta causa entre los niños y jóvenes del país. Cuarto, la corrupción imperante en todo lo largo y ancho del territorio mexicano, donde los gobiernos nacional y estatal, se han quedado pasmados al ver que no encontraron la manera de erradicar este mal que se ha incrementado en los recientes años. Y la impunidad, compañera de la corrupción, porque no se ha tenido la decisión suficiente, la voluntad permanente y la capacidad de quienes tuvieron y tienen, todavía, la responsabilidad directa para evitar este mal y aplicar los castigos correspondientes.

Seis meses, se dice muy bien, no es el tiempo que alcance para resolver estos problemas que se quedan, como siempre, en el intento de encontrar una solución, muy a pesar de haber tenido los instrumentos necesarios para combatir estos fenómenos de nuestro tiempo, lo que deja, sin lugar a dudas, un amargo sabor de boca y una evidente decepción de todos los que creyeron que habría esperanzas, cambio de rumbo, verdaderos caminos de depuración administrativa, de un nuevo amanecer en el país y en el Estado, después de que los negros nubarrones empañaron la historia de la política nacional y estatal. El tiempo que les queda a los responsables de las administraciones local y federal, ya no será suficiente para la aplicación de ninguna clase de estrategia, pues en los casos pendientes que hemos señalado, es claro que se requiere de más tiempo, de proyectos definidos y planes bien elaborados para que en el combate a estos males, se obtuvieran resultados positivos, donde el pueblo se pudiera dar cuenta de que su voto, alguna vez, fue efectivo y se dio precisamente en el sentido que se quiso o que se quería.

Seis meses, para los gobiernos del país y del Estado, ya no son nada, sino simplemente tiempos que servirán para planchar cada detallito administrativo, dejando, supuestamente, una sana aplicación de los recursos, maquillando errores o tapando hoyos, como luego suele decirse, para significar que no todo en las administraciones, estuvo bien. Eso es para lo que se utilizará el tiempo de seis meses, aproximadamente, del gobierno constitucional, que tuvieron en sus manos, pero que no deja resueltos ni siquiera el cincuenta por ciento de los compromisos contraídos o bien de las esperanzas que dejaron entre todos los ciudadanos, para cumplir con las demandas que algún día recibieron para ser estudiadas y resueltas en el menos tiempo posible. Ese es el asunto de este momento, cuando preocupados por los resultados de las elecciones del primero de julio, prefieren terminar con su responsabilidad, alegando o pretextando, que ya se cierra la administración y que ya no hay manera de cumplir con lo programado.

Ese es el detalle, aún cuando en algunos casos, como es el del Estado de Veracruz, se coló la información de que sería, para julio o para agosto, cuando todavía se pudiera tener una derrama económica, generada por la aplicación de recursos en obras que están pendientes de concluir en toda la entidad y que debido a las restricciones del proceso electora, no se pudieron aplicar. Sin embargo, eso fue lo que llegó a decirse en fuentes gubernamentales, aunque ya se pierden un poco las esperanzas, porque también, se ha comentado que si durante tanto tiempo, antes del proceso electoral, no se logró cumplir, al pie de la letra con lo anunciado, difícilmente, en el tiempo que le queda a la administración estatal, se pudiera cumplir.

Pero esto de los pendientes, no es cuestión de una sola instancia, pues como ya lo hemos comentado, tanto a nivel federal como estatal, se quedan estos asuntos sin resolver, porque en muchos casos, hasta las propias circunstancias intervienen, como es el hecho de tantos eventos políticos que se atraviesan y que no dejan avanzar en los programas, así como en la falta de plena voluntad para cumplir con los compromisos contraídos, que en todo caso, es lo más importante para la ciudadanía que alguna vez votó por un gobierno que anunciaba el porvenir venturoso, la llegada de una nueva época, el tiempo de las soluciones de problemas y de un futuro prometedor, solo que al hacer estos anuncios, nunca se toma en cuenta los verdaderos problemas que existen para poder cumplir con las promesas y en eso, ya lo dijo hace algunos días el mismo Presidente de la República, que no es fácil gobernar, como un claro mensaje a quienes buscar ahora la Presidencia de la República, para evitar que las promesas no se hagan al vapor, sino que se reflexione sobre ellas, porque a la hora de cumplir es cuando se dan cuenta que gobernar a un Estado, o a un país, tiene, desde luego, sus grandes y propias dificultades.

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SI MAL NO SE RECUERDA, fue precisamente en el mes de diciembre del año de mil novecientos quince, cuando en reunión con medios de comunicación, el ahora Ex gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, preguntaba a algunos asistentes al convivio que al llegarse las elecciones en el dos mil dieciséis, que les parecía el partido Morena, así, como la posibilidad de que ganara las elecciones para los dos años de gobierno. Nadie respondía a esta pregunta, porque no se entendía claramente lo que se quería decir, en boca del propio gobernante de extracción priista, pues en lugar de eso, la pregunta, se esperaba fuera en el sentido de qué se esperaba del candidato del tricolor, a la gubernatura del Estado.

Para quienes piensan que desde ese momento, se quería impulsar la posible participación de la esposa del Gobernador, como sucesora en el gobierno de dos años, pues podrían estar equivocados, ya que Duarte, había decidido, desde entonces, dar su apoyo a un candidato diferente de su partido, como era el de Morena, por lo cual, pudiera estarse dando la razón a quienes aseguran que más tarde, se canalizarían recursos en abundancia para este partido y su candidato, pues en ese momento, Héctor Yunes Landa, ya se había convertido en un precandidato incómodo para el Ex gobernador, de tal manera que se inició el pleito que todo mundo conoce, porque el Ex mandatario, ya no era, de hecho, priista, sino morenista, por aquella interrogación que vino haciendo durante el encuentro con los representantes de los medios de comunicación.

Duarte, no quería a su esposa como gobernadora, ni siquiera lo pensó, sino simplemente, buscaba un mayor respaldo político y jurídico para lo que pudiera suceder en el futuro, y al parecer lo encontraba en el candidato de Morena, porque bien sabía que por parte de los Yunes, no conseguiría que le dieran total impunidad.

El proyecto falló, finalmente, y las consecuencias ya las estamos viendo ahora, pero que quede claro, Duarte, no pensó, que se sepa, en lanzar a su esposa para cuidarle las espaldas, aunque de hecho, sí pensó en el sucesor y preparaba su proyecto político con Alberto Silva Ramos.

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EN ALGUNAS FOTOS aéreas, se muestra el evento político del sábado pasado, que tuvo lugar en el centro de Xalapa, y con la presencia del candidato a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, donde mostró musculo político a unos cuantos días de que concluya, propiamente, su campaña política.

Por su parte, Pepe Yunes, ya emparejado con los demás aspirantes a la gubernatura del Estado, trabaja para sumar más aliados a su causa, pues como se sabe, ha venido desde abajo, en un tremendo esfuerzo por subir todos los días su preferencia electoral, logrando que en los más recientes días, se llegara a tener un resultado más halagador, que indica, sin duda alguna, que las cosas se han estado haciendo bien y que los votos ya le alcanzan par poder lograr la victoria electoral.

De Cuitláhuac, poco se sabe, pues que sus esperanzas, solo están puestas en el triunfo electoral de su jefe político, pensando que esos votos lo serán para él también, lo que puede ser una especie de falso espejismo.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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