Un robot, fotografía ilustrativa tomada de presencianoticias.com

Denisse Brauer/Exclusiva

Ciudad de México.- De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ciencia y Tecnología, suscrita en la serie Los mexicanos vistos por sí mismos elaborada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), menos de la mitad de los mexicanos tienen interés por la ciencia o asuntos que la implican, ya que este instrumento cuantitativo reveló que sólo el 40.6 tienen “mucho” o “algo” de interés.

La presentación de los resultados de esta encuesta estuvieron a cargo de dos de los autores: Carlos Erwin Rodríguez Hernández-Vela y Rosalba Namihira Guerrero, en una sala de Juntas del recinto del Senado de la República donde refirieron que son los jóvenes entre 15 y 24 años los que refieren mayor interés, y éste disminuye conforme se incrementa el rango de edad.

En cuanto al interés por la tecnología, dijeron que la cifra se incrementa en diez puntos, siendo el 50.6 por ciento de los mexicanos los interesados ya sea “mucho” o “algo”, siendo las personas que tienen grado de escolaridad más alto quienes refieren tener mayor interés.

Y en promedio, la calificación que se otorgaron respecto a sus conocimientos en ciencia y tecnología, fue de 5.6 puntos, frente a quienes no tienen escolaridad que se calificaron con 3.1 puntos y los que tienen posgrado que se otorgan calificación promedio de 7 puntos.

La percepción que tenemos sobre nuestro conocimiento acerca de ciencia y tecnología es limitada porque en general la calificación que nos otorgamos en promedio los mexicanos es de 5.2 en una escala de 10 puntos, calificación que es menor a las que otorgan exámenes como PISA.

En este rubro, son los jóvenes entre 15 y 24 años quienes se dan la calificación más alta de 6.2, contra 3.8 que se otorgan los adultos mayores de 65 años. Aquí lo sorprendente es que quienes cuentan con estudios de posgrado se otorgan 6.5 de calificación, sólo dos décimas arriba de quienes cursaron la secundaria o la preparatoria.

Los autores explicaron que al universo de mil 200 encuestados se les preguntó si conocían algún tecnología desarrollada en México, a lo cual, el 17 por ciento sí la refirió y el 74 por ciento dijo no conocer ninguna.

Una de las preguntas consistió en solicitar a los encuestados las primeras tres palabras que se les vinieran a la mente cuando escuchaban la palabra ciencia, siendo la respuesta más frecuente “No sé” con el 20.6 por ciento del total de las respuestas.

Algo relevante fue que lo relacionado a la salud es lo que la población mexicana asocia mayormente con ciencia y tecnología, y una segunda asociación la hacen con educación e investigación.

En el 72.1 por ciento de las respuestas obtenidas, los entrevistados asocian a la palabra Tecnología con computadoras, antenas e invenciones.

A la interrogante ¿qué tan importante es el conocimiento científico para usted?, la respuesta “algo importante” obtuvo el 44.4 por ciento; “muy importante”, el 28.6; “poco importante”, el 15.4; “nada importante”, el 7.7 por ciento; “no sé”, 2.7 por ciento y el 1.2 por ciento no contestó.

De lo anterior se deduce que alrededor del 73 por ciento de la población en México cree que el conocimiento científico es muy importante o algo importante, lo que implica que la mayoría de la población valora al conocimiento científico como algo importante.

En el cruce por edad, se observa que las personas de 15 a 24 años de edad dan mayor relevancia a la ciencia con un 86 por ciento y conforme  los rangos de edad se incrementan, disminuye el porcentaje de relevancia de la ciencia.

Al cruzar la información tomando como referencia el grado de escolaridad, se aprecia que quienes tienen un nivel bajo, no consideran importante  la ciencia con 36.7 por ciento frente al 86.5 por ciento de quienes tienen un grado más alto de educación.

Mencionaron que ese es el reflejo de la tarea pendiente que aún se tiene en este rubro, ya que pese a que en 2004 se adicionó el artículo 9 Bis a la Ley General de Ciencia y Tecnología, en el cual se estableció el compromiso del Estado a destinar el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a las actividades de investigación y desarrollo tecnológico, esto no se ha logrado ni cumplido.

Los autores detallaron que el indicador denominado Gasto en Investigación y Desarrollo (GIDE) que va en proporción del PIB, es el que adquiere mayor relevancia, siendo referente utilizado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para medir el esfuerzo nacional en investigación y desarrollo tecnológico de un país.

Éste se divide en dos partes: lo que destina el Gobierno y lo que destina el sector productivo “lo que vemos es que el Gobierno aporta generalmente el 60 por ciento en investigación y desarrollo, mientras que las empresas alrededor del 40 por ciento. Esta lógica en otros países es a la inversa.”

Por ejemplo, refirieron, en 2012, México se ubicó en los últimos lugares a nivel mundial en este rubro destinando el .43 por ciento del PIB, frente al 2.4 por ciento que registran los países en vías de desarrollo y el promedio latinoamericano era en ese año de .82 por ciento.

Al analizar el comportamiento del indicador del GIDE en México entre los años 1980 a 2013, éste regularmente al final de cada sexenio cae, por ejemplo en el sexenio de López Portillo cayó de .39 a 0.23 por ciento; en el de Miguel de la Madrid pasó de .26 a .19 por ciento; con Carlos Salinas de Gortari pasa de 0.35 a 0.18 por ciento, siendo este parámetro el mínimo histórico en México, pero a partir de ese momento GIDE ha ido subiendo y la tendencia es creciente aunque con pequeñas caídas ubicándose actualmente en el 0.5 por ciento, siendo éste el máximo histórico, sin embargo, México se ubica en los últimos lugares en la tabla de indicadores.

Hicieron referencia a otro indicador, que es el consistente en el número de investigadores por cada mil personas de la Población Económicamente Activa (PEA), donde México tiene sólo 1 investigador, mientras que otros países tienen entre seis y doce investigadores.

Resaltaron la importancia de estos indicadores, ya que son los que deben ser tomados por los planeadores y tomadores de decisiones en este país, y así poder evitar o prevenir inconvenientes sobretodo en el ámbito económico.

METODOLOGÍA Y CONTEXTO

Los autores explicaron que el objetivo de la encuesta fue conocer el perfil de lo que piensan los mexicanos cerca de la ciencia y la tecnología, desde la interrogante de si creemos que son importantes, si confiamos en ellas al tiempo que subrayaron que no se pretendió decir lo que deben de ser o lo que los expertos dicen o lo óptimo para el país, sino simplemente lo que los mexicanos percibimos acerca de la ciencia y tecnología.

La población objetivo fueron mexicanos mayores de 15 años que representa poco menos de 80 millones de personas y se establecieron la edad y la escolaridad como variables de control edad, lo que permitió detectar y establecer las diferencias que existen en la percepción de la población en los temas de ciencia y tecnología, tanto por región, por estado civil, aunque pocos significativas.

Finalmente, al referirse al contexto que rodea a la ciencia y a la tecnología en México, los autores recordaron que a partir de la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se conformó una red de centros de investigación pública que permitieron la descentralización de la investigación en el país y con ello surge el Sistema Nacional de Investigadores que actualmente agrupa a 25 mil de los 50 mil investigadores que se estima hay en el país.

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