Ciudad de México.- Bernardo Benítez, padre de Bernardo Benítez Arroniz, uno de los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, de quien la Secretaría de Gobernación (Segob) anunció el hallazgo de sus restos en un rancho El Limón, ubicado en el municipio de Tlalixcoyan, dijo que solicitará la prueba de otros expertos para validar que correspondan con los datos genéticos de su hijo.
“Debemos revalidarla para estar 100 por ciento seguros que son los restos de mi hijo y darle cristiana sepultura de lo que queda de su cuerpo”, dijo el padre en un tono amargo.
En entrevista con Grupo Fórmula, Bernardo Benítez dijo que aún no se ha decidido con quién, y en el transcurso del día decidiremos con quién se llevará a cabo estos nuevos análisis y aclaró que no solicitará el apoyo del gobierno, pues lo harán de manera particular.
El padre señaló que no se ha acercado a ninguna organización para hacer los nuevos peritajes y que la investigación por parte del gobierno federal continúa, sin embargo lamentó que “se está quedando al descubierto la red de complicidad aquí del estado con el crimen organizado”.
“Donde estaban los restos de mis hijos habían cientos de personas calcinadas”, añadió.
El otro de los jóvenes de quien se presume corresponden los restos óseos, es Alfredo González Díaz.
Ayer la Segob detalló que en el lugar se encontraron indicios de manipulación de drogas y vehículos, así como el almacenamiento ilegal de hidrocarburos entre otros ilícitos.
VERACRUZ, UNA FOSA CLANDESTINA
En otra entrevista radiofónica, Bernardo Benítez señaló que Veracruz se ha convertido en una fosa clandestina para desgracia de los veracruzanos y le pidió al gobernador del estado, el priista Javier Duarte, voltee para abajo a ver lo que padecen las personas “comunes y corrientes”.
“A nosotros nos comentaron que en Tierra Blanca es muy común que desaparezcan personas. Nadie entiende por qué se llevaron a mi familia. Hoy se cumplen 30 días y no comprendemos por qué se llevan a la gente y por qué la matan”, recriminó.
Respecto a la desaparición de Anabel Flores Salazar, reportera de El Sol de Orizaba que fue secuestrada por un grupo armado que arribó a su casa durante la madrugada de este lunes, dijo parecerle sospechoso pues asegura la periodista estaba investigando acerca de los jóvenes.
Finalmente dijo que seguirán trabajando para encontrar a los muchachos que faltan y que confían en la Gendarmería: “debemos de creer en alguien, las autoridades se ha comprometido con nosotros diciendo que continuarán hasta el final caiga quien caiga”, concluyó.
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