Córdoba, Ver. , 24 de abril de 2020.-El premio al Decano-2020 de la Universidad Veracruzana, Martín Gerardo Aguilar Sánchez, dijo que en la región Córdoba-Orizaba hay distintos tipos de respuestas de la sociedad que se manifiestan en protestas y movimientos sociales ante las diversas violaciones a los derechos humanos que luchan por una respuesta de los gobiernos estatal y de los ayuntamientos, pero lo que se necesita son políticas públicas definidas para los diferentes sectores que resuelvan los problemas de fondo.
En una plática con universitarios, el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico
Sociales de la UV, quien tiene como principal línea de investigación la acción colectiva y los
sistemas políticos, afirmó que es importante entender la forma que se están organizando las
personas y las motivaciones que tienen en la región de Córdoba y Orizaba con los distintos
tipos de protestas y los movimientos sociales.
El doctor en ciencia política por la Universidad Pierre Mendés France en Grenoble, Francia,
estudia la protesta y los movimientos sociales en México, la industria petrolera, la acción
ciudadana y el sistema político veracruzano, quien opinó que “unas protestas y movimientos
sociales reflejan la problemática nacional y otros son problemáticas particulares, las problemáticas a nivel nacional tienen que ver con el problema de inseguridad, que se
manifiesta claramente en la región Córdoba-Orizaba, a través de sus colectivos que están
luchando por una respuesta más efectiva del gobierno estatal y de los Ayuntamientos en la
búsqueda de sus desparecidos”.
Martín Gerardo Aguilar Sánchez, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, agregó
que en esta región “tenemos una serie de protestas y luchas socio-ambientales, una de ellas es de carácter histórico que ya forma parte de la memoria colectiva, pero no porque sea un
asunto del pasado sino que es un asunto muy del presente como es del accidente de Anaversa, que este 3 de mayo cumplirá 30 años de la explosión de la fábrica de agroquímicos, y por otro , están todos los colectivos, los grupos sociales que están luchando por frenar una política neo extractivista que tiene que ver con la instalación de presas en distintas regiones, como lo están haciendo los habitantes de Amatlán, pero que también lo hemos visto en otros lugares del país y esta relación de los colectivos ha frenado estos tipos de empresas”.
Por otro lado, el también coordinador del libro “Resistencia y protesta social en el sureste de
México”, sostiene que en la región también hay expresiones de una problemática histórica
sobre el movimiento indígena en la sierra de Zongolica, en donde organizaciones sentaron las
bases del desarrollo organizativo de varios grupos y redes comunitarias, entre ellos, el
TINAM, pero que han enriquecido nuevos tipos de estructuras sociales más actuales, así
tenemos un conjunto de ciudadanías locales que están tratando de mejorar la participación y
las relaciones entre ciudadanía y sistemas políticos locales.
El investigador de la Universidad Veracruzana también expuso que hay problemáticas
estructurales, en donde la respuesta y la solución son más a mediano y largo plazo, ya que
hay cuestiones donde la política nacional a veces no coincide con las políticas locales, y
ejemplificó con la problemática muy agudas como las desapariciones de personas, las
desapariciones forzadas, los problemas con los cuerpos policiacos que no se están
solucionando de inmediato, y hay otras que son respuestas que se están dando y que todavía no hay una solución clara, es decir solo tienen soluciones a mediano y a largo plazo.
Aguilar Sánchez agregó que en la entidad hay una constante violación de derechos humanos, pero hay que recordar que cuando asumió la gubernatura Cuitláhuac García, él planteó que había una violación de los derechos humanos de lesa humanidad en Veracruz y ese reconocimiento es importante, porque se parte de que hay un problema grave y a partir de allí tiene que haber esfuerzos conjuntos de las distintas instituciones del nivel federal, estatal y municipal para abordar esta problemática.
El autor de “Procesos democráticos en contextos de violencia: México y Colombia”, destacó
que no se han resuelto estos agravios y demandas, pero ya hay un diagnóstico, un
reconocimiento de la gravedad del problema, aunque todavía se requiere una articulación y
coordinación eficiente de las políticas públicas orientadas a resolverlas y afrontarlas de lleno.
Sabemos que no siempre es fácil resolverlas, pero a veces es palpable que no hay esfuerzos
muy claros en algunos sectores, entonces “yo creo que hay que afrontarlas. El diagnóstico ya está, lo que se necesitan son políticas públicas definidas en los diferentes sectores para
resolver los problemas tan graves de derechos humanos”, acotó el Decano 2020 del área de
Humanidades de la UV.
