Entre Columnas

El infortunio veracruzano.

Martín Quitano Martínez
mquim1962@hotmail.com

Los procesos sociales no se detienen ni con el crimen, ni con la fuerza.
Salvador Allende.

El infortunio que ahora vivimos como veracruzanos, es debatirnos entre la pobreza, el desempleo, el abandono del campo y la falta de un proyecto colectivo, de un proyecto de todos. Es este el Veracruz que, capturado por esta horda en el poder, es saqueado y puesto de rodillas mientras sus riquezas sirven para forjar las riquezas particulares de un grupo de cínicos neoricos, políticos y funcionarios que han hecho de las arcas públicas sus cuentas privadas.

Lo que ocurre en el estado de Veracruz es la cotidiana manifestación de la descomposición en la que estamos sumidos gracias al mal comportamiento de los ejercicios de gobierno, quienes han pavimentado las avenidas de la corrupción, la arbitrariedad, la inseguridad, el subdesarrollo, la inseguridad, la impunidad y la violencia.

Pareciera que nuestros males no tienen fin, porque ser noticia nacional de nuestros pesares refuta con claridad las “99 buenas y una mala”. Los brotes de la purulencia muestran un organismo que requiere un tratamiento profundo y no tan solo ser tratado con el cuadro básico de medicamentos, la metástasis inunda un cuerpo institucional que se deshace.

Las empresas fantasmas para adueñarse del dinero, los más mil millones robados legalmente al IPE solo en este año, los 3 mil millones de recursos públicos del 2012 manejados de forma privada en la cuenta xalapeña, son esos algunos de los muchos ejemplos que desnudan el tamaño del quebranto de nuestros recursos, poniendo en práctica la máxima del grupo en el poder, de los que han hundido a Veracruz: “todo me está permitido y puedo hacer lo que quiera”.

La complicidad de actores involucrados es amplia, como los notarios que amablemente dan fe de actos que no cubren los procedimientos ni los requisitos, bajo los que se embarraron de legalidad las empresas que concursaron y ganaron la adjudicación de más de 600 millones de pesos, avalando direcciones y directivos inexistentes.

Mientras los millones saqueados danzan, la violencia sigue su derrotero arraigando el miedo en nuestra entidad, un largo y sinuoso camino de inseguridad que no concluye. Al escribir estas líneas, el presidente del PAN en la entidad ha sido sujeto de un ataque con bombas molotov en su domicilio-oficina, el rechazo a este o cualquier otro tipo de violencia debe ser unánime, sin distingos de filiaciones partidarias o políticas la exigencia debe ser el cese de todo tipo de violencia o intimidación, es necesaria una investigación seria y un resultado de ella.

Los que le apuestan a la continuidad de las viejas mañas, pretenden inhibir la participación de esta sociedad que se dice agotada de los males. Es este 5 de junio donde veremos que tanto se deja amedrentar la ciudadanía y hasta donde el hartazgo se puede hacer presente.

La democracia veracruzana nuevamente se encuentra a prueba, una democracia manoseada, de baja calidad, reducto de muchos vivales. Nuestra democracia debe ser sacudida por la razón y el compromiso por una participación cívica que le otorgue una mayor fortaleza y credibilidad.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
La respuesta del vocero del gobierno de Veracruz ante el atentado a Pepe Mancha es verdaderamente patética.

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