Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver.- La ensayista y poeta xalapeña Paola Velasco, expresó que escribir es trabajar por la esperanza, por un futuro más optimista, al presentar su libro Rotación del tiempo, editado por la Universidad Autónoma de Querétaro.
El evento se llevó a cabo en el lobby de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) Xalapa de la Universidad Veracruzana (UV), con la participación Esbeidi Lara Reyes, estudiante de la Facultad de Letras, y Edgar García Valencia, director de la Editorial UV, moderados por la directora general de Difusión Cultural, Esther Hernández Palacios.
Paola Velasco resaltó que el acto de escribir es una manera de preservar la vida, porque no importa qué tan mal esté el panorama, el escribir es un acto de fe hacia el futuro.
“Creo que en términos generales, el escritor, quien escribe, el poeta, el narrador, el ensayista –quizás el poeta más que el resto de sus colegas escritores–, buscan mantener la esperanza, trabajar por un futuro, aunque no siempre con optimismo, a veces con un reconocimiento muy grande y tremendo de la desgracia, del desasosiego, de lo que está mal.”
Cuando un escritor escribe se desnuda, se expone, se arriesga a la mirada del otro, al juicio del otro, a que el otro entre en él, vea lo que piensa y lo que siente, agregó.
“Como ensayista uno siempre está pensando cómo organizar las ideas, cómo exponer las cosas, porque sabes que siempre estarás abierto a lo que los demás miren de ti a través de las palabras.”
Al preguntarle su opinión sobre el hecho de que las carreras que son consideradas más productivas económicamente son las que reciben más apoyo con relación a las humanísticas, dijo que lo ideal sería no desmembrarnos en intereses, es decir, alguien que estudia economía o mercadotecnia puede ser un gran lector de poesía, de narrativa, de teatro o disfrutar de la pintura y de la música.
“Me parece que deberíamos hacer más una integración, conectar las humanidades con las otras carreras, ser un ingeniero lector, un futbolista interesado en la música o la poesía; cualquier profesión se enriquece muchísimo si te acercas hacia esta parte de lo humano, nos da respuestas, nos ayuda a entendernos.”
A quienes quieren dedicarse a estudiar letras les compartió que para ella ha sido una carrera fabulosa y la recomendaría ampliamente; aunque claro, es un terreno en el que no hay tanto si se busca dinero, las satisfacciones son de otro tipo, poder comprender mejor los pensamientos, los sentimientos.
“No es un terreno en el que uno se puede hacer millonario, pero tampoco es un sacrificio, creo que al final uno siempre tiene pan en la mesa y vino en la copa, se puede vivir bien y con mucha satisfacción, si es lo que te interesa hacer”, pero insistió, se podría ser ingeniero y también poeta.
Con referencia a Rotación del tiempo, mencionó que todo el libro es un diálogo, una conversación y un homenaje a Ramón López Velarde, poeta mexicano; también es una invitación abierta a leer a uno de los poetas mayores del país, como es su caso.
“Es un poeta nada inocente, un súper cachondo, muy erótico, está lleno de una culpa por el catolicismo y cristianismo violado por su deseo carnal; como todo esto lo pone en versos de una sutileza y un simbolismo tan delicado para hablar de cosas carnales.”
Apuntó que buena parte de este libro se gestó en Xalapa, por lo mismo “tiene mucho más carne, quizá y en ese sentido, estar en esta ciudad adquiere un mayor significado”.
En tanto, Edgar García dijo que en este libro, la autora ofrece sus lecturas, las cuales intercala en sus poemas; López Velarde está presente en todo el libro, a manera de guiño u orientación sobre ciertas lecturas.
“La poesía y el ensayo van de la mano, ambos son un autorretrato. Siento que los poemas son parte de una visión y Paola como poeta está viendo su entorno y a partir de esa mirada es de donde escribe, nos presenta una mirada diferente, es una mirada de ensayista que va a través de la literatura.”
Finalmente, Esbeidi Lara comentó que en Rotación del tiempo, se cronometra el tiempo de la vida en etapas, unas más ruidosas e inocentes que otras. En una de las partes del libro, intitulado Rosa Silvestre, la autora remite a los lectores a uno de los cuentos más famosos de los Hermanos Grimm, La bella durmiente del bosque.
“Uno de los objetivos principales de la literatura actual fue el adoctrinamiento y el cuento de La bella durmiente no es la excepción, puesto que se ocupa de enseñar ciertas virtudes y vicios de los seres humanos en general. Velasco lo reconoció y lo plasmó en su poemario.”
