Investigación y compromiso social en la Universidad Veracruzana

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Investigación y compromiso social en la Universidad Veracruzana

Juan Ortiz Escamilla*

¿Alguien conoce el número exacto de investigadores e investigadoras que laboran en la Universidad Veracruzana y cuáles han sido los resultados de sus estudios? Por increíble que parezca se adolece de esta información. Cada dependencia reporta cifras diferentes y sólo es del dominio público el trabajo realizado por los investigadores que cuentan con la membresía del Sistema Nacional de Investigadores. Incluso, cuando por medio de transparencia se solicitó la información a las autoridades universitarias, lo reportado demostró el completo desorden que priva en dicha dependencia, ya no se diga en la manera en que se ejerce el presupuesto. El Estatuto General y la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana son muy claros en las funciones, atribuciones y obligaciones de la Dirección General de Investigaciones para con las entidades académicas y los investigadores. Algunas de ellas son: Elaborar un plan institucional de investigación a partir de líneas prioritarias; dar seguimiento a los proyectos de investigación; evaluar y dictaminar sus resultados; promover la realización de proyectos de vinculación entre docencia, investigación, sectores públicos, privados y de la sociedad civil, y hacer públicos los resultados de las investigaciones.

Es más que evidente que la norma universitaria está ausente en la vida académica de los investigadores. No se conoce un plan general para la investigación ni el número de investigadores que laboran en la UV, lo que limita la posibilidad de sumar esfuerzos para la obtención de recursos extraordinarios y de vinculación con los sectores productivos y la sociedad. La Universidad Veracruzana cada vez más se está desvinculando de la sociedad y, por lo tanto, también está abandonando el sitio de referencia social que debe tener. Lo que nos queda claro es que la simulación y la falta de rendición de cuentas han sido factores que han limitado la generación y aplicación del conocimiento.

Ninguna administración anterior había desatendido tanto el quehacer investigativo como la presente. Esta situación limita también cualquier oportunidad de la UV para vincularse con otros grupos de trabajo a nivel nacional e internacional y para la obtención de recursos extraordinarios. Los proyectos de investigación que lo han conseguido son resultado del esfuerzo de cuerpos académicos en particular pero no como resultado de una política universitaria.

Ante la coyuntura que hoy se presenta por el cambio de administración rectoral, es importante recuperar experiencias que en pasado fueron muy exitosas. Del 2007 al 2013 la comunidad de la UV (autoridades universitarias, administrativas, investigadores, docentes y alumnos) pusimos a prueba nuestra capacidad para vincularnos con dependencias federales, estatales, municipales, de la sociedad civil y con la iniciativa privada para desarrollar proyectos interdisciplinarios de investigación, que coadyuvaran en la solución de los problemas que en ese momento aquejaban al Estado de Veracruz. El gran promotor y gestor de esta iniciativa estuvo encabezada por el Dr. Enrique Florescano. Se trató de uno de los proyectos académicos más ambiciosos que se tenga memoria en la historia de México. Me refiero al diagnóstico que se hizo sobre la condición que guardaban los patrimonios natural, histórico y cultural del Estado de Veracruz. Como resultado de semejante esfuerzo se publicaron 25 títulos, los que todavía es posible consultar en las plataformas de Internet.

La Universidad Veracruzana debe recuperar el liderazgo que le ha caracterizado y, demostrar con hechos, su capacidad para vincularse con los tres niveles de gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y la iniciativa privada para la realización de estudios interdisciplinarios que expliquen la compleja realidad que hoy vive y padece la sociedad veracruzana. La ciencia debe estar al servicio de la sociedad. En el programa de trabajo del Dr. Martín Aguilar se recupera el ejemplo que heredamos del Dr. Enrique Florescano.

*Académico del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales

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