La miseria humana uniformada
Mario Mijares
El exceso de pudor de la religión católica envenenó el manantial de la existencia de muchas jóvenes mexicanas, mismas que hoy día un gran número de ellas viven desorientadas.
1.- Se regó como pólvora el video del festejo por parte de la máxima autoridad de Seguridad Pública del Estado de Veracruz SSP, para agasajar a las mujeres policías de esa corporación, por ser el día internacional de la mujer. No obstante, resulta patibulario que tales desenfrenos sean solventados con recursos del erario.
Respecto al lenguaje corporal utilizado, incluyendo los rostros de los ahí presentes, son parte del paisaje cotidiano de los hombres y mujeres, quienes aunque se encapuchen son parte ya de la leyenda negra del momento que vivimos. En la emisión filmada sobre el agasajo hacia las policías se denotan los apetitos sexuales de hombres y mujeres ahí presentes.
Mujeres policías, tengo que aclarar que no es una crítica moralista como bien se podría especular, ya que en la misma Biblia a través de “El cantar de los cantares”, hace siglos ya se hablaba de acciones eróticas. Pero finas y no corrientes o vulgares como las que les reprodujeron sus jefes. Lean estos ejemplos; “Tus dos pechos son dos crías, gemelos de gacela, que están apacentados entre lirios”; Subiré a las palmeras, para poder asirme de tus tallos frutales de dátiles. Y por favor háganse tus pechos como racimos de la vid y tu paladar como el mejor vino (…) Las santas escrituras, 7:5-8:14
Ante los hechos prosaicos del festival de la SSP, las personas pensantes y también las no ilustradas, ya pueden comprender ahora, el por qué en México y Veracruz en particular, son parte de las efemérides cotidianas de la violencia y crueldad. Las evidencias demuestran la miseria humana cuyo abismo insalvable, dan cuenta de hembras y varones de uniforme cuya promiscuidad es ya institucional.
2.- El responsable único del cuerpo policiaco es Javier Duarte, por ser el representante del Poder Ejecutivo estatal. En caso de no aceptarlo, tal como muestra su ignorancia cotidiana, que por favor algún letrado le lea la Carta General de la entidad. Ya de manera inmediata, la responsabilidad es de Arturo Bermúdez Zurita, Secretario de esa dependencia. El dilema es que ya no se les podría incriminar de analfabetas -a las y los policías-, ya que son millones de pesos gastados -debería decir invertidos pero se demuestra que no- en capacitación. Si usted entra a la página de la SSP, presumen de licenciaturas en Seguridad Pública, así como maestría en Administración de la Seguridad Pública.
3.- Estimado lector, lo increíble y lo insoportables es la constante simulación en este jodido país, y es que hoy día ya se puede descubrir y plasmarla en un artículo. La SSP veracruzana, se presenta como si ésta fuera una corporación con Calidad Total, así también como si estuviera certificada con el ISO un millón. La dependencia asume su Misión y Visión, ambas escritas en su página, y la pregunta sería, ¿Si la mayoría de los mandos y tropa, la conocen o las entienden? Esto sería el primer escrutinio para demostrar sus inconsistencias.
La realidad cotidiana nos muestra la terrible inoperancia de ese cuerpo policiaco, del que salen de forma constante, violadores y sicarios, los que son peores que los delincuentes, ya que éstos se escudan en el uniforme policiaco. Tales elementos, enlodan la corporación que los instruyó para usar armas y, tácticas personales así como de lenguaje agresivo.
4.- Se puede concluir, que los gobernadores de esta nación dolida, son terriblemente egoístas e ignorantes por naturaleza, ya que teniendo la oportunidad no evitan los abusos e injusticias de quienes son los encargados de salvaguardar a los habitantes del país. La corrupción rompió con el pacto social entre gobernantes y gobernados. Tal pareciera que viviéramos en la época primitiva, ya que la autoridad política no existe o brilla por su ausencia, el pueblo mexicano es hijo de la violencia gubernamental, hay lugares en donde todos los días se recorren las calles pegados a los muros como lagartijas, atemorizados por el fantasma del terror.
En resumen, las bestias de poder han usurpado el lugar de los políticos, y han hecho generaciones estériles que no logran comprender lo que sucede.
