Línea Política
LOS ERRORES POLíTICOS
Agustín Contreras Stein.
Cuentan, desde luego, los que más saben, que los políticos suelen cometer innumerables errores durante una determinada gestión. Esto incluye al Presidente de la República, a los Gobernadores de los Estados, y consecuentemente, a toda la cauda política que les acompaña. En términos generales, como humanos, caen constantemente en estas faltas que se les denomina errores y que si en algunas ocasiones, logran superarlos, es porque, quizá, cuenten con buenos asesores y que los propios políticos les hagan caso, porque también puede suceder que a los gobernantes se le sugiera tal o cual camino a seguir y que por el poder que todo lo corrompe, hasta la voluntad para hacer caso de los sabios consejos de los demás, no considere importante lo que le digan.
Esto pasa de manera constante, pues casos hemos visto en que los políticos, ya gobernando, sustituyen la humildad por la prepotencia y ya no escuchan nada que no les endulce el oído, haciendo lo que les viene en gana, desperdiciando la sabiduría de los demás, que en todo caso, para eso están, para asesorar a los políticos en el gobierno, con la finalidad de no dejar que éstos caigan en errores y pierdan, como también se ha visto, la propia aceptación de la ciudadanía, es decir, de los mismos gobernados, que como en esta ocasión, hablando de las elecciones pasadas, prefieren buscar otro receptor de su confianza popular y darle la espalda a quien no pudo evitar que el poder lo sedujera.
Pues bien, no han faltado quienes piensen que si otros Gobernadores del pasado, han caído en varios errores que lograron borrar con sus acciones, también Cuitláhuac García Jiménez, por ahora, Gobernador electo de Veracruz, y siendo ya titular del Poder Ejecutivo Estatal, respaldado por la constitución de Veracruz, también tenga que sucumbir a malos momentos que pueden afectar su propia imagen o en este caso la del mismo Presidente de la República, que provienen del mismo partido político, por lo que deben de existir las estrategias adelantadas para prevenir estos errores y sustituirlos por acciones que permitan que dichos errores no permanezcan como parte de un gobierno.
Dicen, por ejemplo, que lo mismo pudo suceder con Miguel Alemán, que con Fidel Herrera Beltrán u otros gobernantes que ha tenido Veracruz, pero que supieron en determinado momento superarlos con actos de gobierno, como una buena obra o disposiciones que fueron a beneficiar directamente a la población. En el caso de Cuitláhuac García Jiménez, tendrá la ventaja de que el Presidente de la República, tendrá mucho en cuenta lo que pase en Veracruz, toda vez que tiene profundo interés en seguir manteniendo su popularidad y asegurar, de paso, otro sexenio en la entidad, para su propio partido político. Decíamos que esto permitirá que si hay errores, como pueden cometerse en cualquier momento, habrá de donde echar mano para que de inmediato se puedan cubrir estas faltas y que no suceda lo que con otros gobernantes recientes que han cometido errores y no supieron, en su momento, enmendarlos.
Dentro de la actual administración se quedaran pendientes, por cierto, que muy evidentes, por lo que no hubo voluntad para poder solucionarlos en tiempo y forma y desde luego, que ahora son parte, también de los grandes errores que no permitieron que haya continuidad como se pretendía hasta antes de las elecciones pasadas.
Los errores que no se atienden a tiempo, crecen y luego hacen profundo daño, tanto que ya los propios gobernantes experimentaron en este proceso electoral, apenas concluido.
Por eso, los que hacen referencia a estos casos, aseguran que si Cuitláhuac García Jiménez, hace caso a sus asesores, es posible que logre hacer un buen gobierno y que esto sirva para que alcance, todavía, la popularidad del Peje, para asegurar un sexenio más, pero sí la prepotencia vuelve a aparecer en el gobierno de Veracruz, los mismos ciudadanos lo tomaran en cuenta y no podrá avanzar más allá de un gobierno, que por ahora confirma la alternancia en la entidad veracruzana.
Los actores políticos que todavía tienen el poder en Veracruz, supieron bien que sus errores fueron, de alguna manera, parte de su propia derrota, lo que ahora, ya disminuido considerablemente, han tenido que reconocer que por esta vez, la continuidad política y de poder, ya no existe.
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EN EL PARTIDO Revolucionario Institucional, se trabaja, desde ahora, para poder fortalecer a la organización política, que pese a los rumores que han surgido en el sentido de apurar una reestructuración de la dirigencia nacional y estatal, las acciones se perciben contundentes para poder salir del hoyo tan profundo que les causó la derrota del primero de julio.
Se asegura que están por darle la vuelta a la hoja y enfrentarse a una nueva realidad, pues el daño esta causado y lo más conveniente es seguir por la ruta de un nuevo empoderamiento, conformando nuevas estrategias que permitan continuar por el camino de la superación política, aunque haya amenazas, de sus propios militantes en dejarlo a que corra su propia suerte.
Para unos el PRI, no ha muerto, pero sí entienden que sufrió el más grave infarto de su vida política que lo mantiene en un estado delicado, al grado de que hubo opiniones generalizadas de que se pensaba desaparecerlo y crear una nueva organización política que lo sustituyera.
Pero no, ya lo dijo Américo Zúñiga Martínez, que el PRI, seguirá de pie y buscando nuevamente la oportunidad de reencontrarse, por lo que son muchas las corrientes políticas que se han agrupado a su lado y se organizan para reanudar el trabajo político que se requiere para levantar este partido. La pregunta que suele hacerse en estos casos, es la siguiente. ¿Logrará su objetivo, en el estado lamentable en que se encuentra, después de haber perdido todas las posiciones políticas en Veracruz?.
La tarea es titánica y solamente con la recuperación de la confianza popular, que tiene que ser a base de trabajo y buenos actos, logrará, seguramente, que vuelva a aparecer en el escenario político nacional y estatal.
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RICARDO ANAYA CORTES, Ex candidato panista a la Presidencia de la República, se quejó continuamente de que era acusado injustamente por lavado de dinero y que eso le costó, de alguna manera, que perdiera las elecciones, echando la culpa al gobierno de la República, por haber utilizado las instituciones y dependencias federales para atacarlo.
Dante Delgado Rannauro, uno de sus aliados en la búsqueda de la primera magistratura del país, también asegura que fue el Gobierno federal, el que generó la derrota de su candidato, insistiendo en que le fabricaron el delito de lavado de dinero por la venta de una nave industrial, tal y como ampliamente se dio a conocer en tiempo y forma.
Sin embargo, dicen los que saben, que la derrota del PAN y sus aliados, no se debió al impacto de la denuncia en contra de Anaya, sino la amenaza de meter a la cárcel al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, así como al Ex candidato del PRI, también, a la Presidencia de la República, por muchos errores cometidos durante la administración federal.
Se le olvidó a Ricardo Anaya, que Peña Nieto, era todavía el Presidente de la República, y que su mayor error fue amenazarlo con llevarlo ante el banquillo de los acusados, sí es que llegaba a la Presidencia. Desde luego, que esta amenaza, fue el último de los recursos políticos utilizados por Anaya, al verse superado, queriendo con estas declaraciones, obtener el apoyo ciudadano de todo el país.
De ahí que la verdadera razón de su derrota, es, si duda, haber querido espantar con el petate del muerto a Peña Nieto, que era y sigue siendo, de alguna manera, el Presidente de la República.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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