Javier Duarte, Fidel Herrera y Carlos Salinas.

Entre Columnas

Miseria política.

Martín Quitano Martínez
mquim1962@hotmail.com

Una mala causa será defendida siempre con malos medios y por hombres malos.
Thomas Paine (1737-1809) Político y publicista

La miseria, el fango veracruzano dejado por un sexenio de doce años es tan vasto y alcanza tanto de la vida social y política, que hace resbaladizo y maloliente el piso donde transita la alternancia. Ochenta y siete años después y una docena trágica presentan las condiciones suficientes para que la preocupación respecto de cómo superar nuestros pesares, sea sinónimo de ansiedad, principalmente frente a la vigencia del cinismo.

Después del 5 de junio caminamos por la escabrosa ruta de la alternancia, en un tramo final de pesadilla, donde se privilegia la discusión y el ruido, exacerbando los vicios, el cinismo, el despropósito, como respuesta a una angustia que también agobia a los vencidos.

Aún después de haberse sobrepuesto en las urnas la opción del cambio, el caos provocado por los coletazos del dinosaurio no permite vislumbrar con claridad u optimismo la construcción de un rumbo distinto. Es premeditado y favorece la idea del derrumbe, del desastre a todos los niveles para que cuando lleguen los nuevos inquilinos encuentren solo ruinas.

Desde afuera, nos han abandonado a nuestra suerte los referentes de autoridad nacionales, balanceándose entre la omisión y la protección, se convierten en cómplices del compañero de partido peor visto en mucho tiempo. Intervenir es riesgoso políticamente pues ganó la oposición, así que mejor no meterse, cubiertos por los gestos de una institucionalidad nacional que respalda a sus correligionarios, que cuida los intereses de su clase política y que olvida a los que dice representar, el ejercicio no es nuevo, la Republica toda es garante de los desdenes de un gobierno federal incompetente, insensible e ignorante

Adentro no hay tregua, gloriosamente encabezados por su jefe, piden justicia y reconocimiento los personajes que, escudados en procedimientos “legalmente realizados”, han provocado la debacle financiera de la entidad veracruzana y sumido a los veracruzanos en la peor de las realidades públicas conocidas.

La insolvencia de representación y reconocimiento social positivo para con este gobierno por terminar es muy amplio solo es alabado por esos sectores duros, beneficiarios de un sistema que sin duda hay que desmontar; son cofradías de la impunidad y el cinismo que no deben repetirse, que son el claro ejemplo de la miseria política.

Los discursos y declaraciones de defensa provenientes desde la oficialidad gobernante en Veracruz son una instrucción de la desvergüenza ante lo patético. El Estado está en una encrucijada ennegrecida por la complacencia y la estrategia de profundizar la crisis, de acentuar los problemas, de esconderse en la bruma que genera el griterío. La miseria política prevaleciente merece nuestro señalamiento y rechazo; el bote de la basura histórica los acogerá y esperemos que mucho más.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Al OPLE de Veracruz se le adeuda mucho recurso, ¿tendrá que ver con la derrota del 5 de junio?

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