¿Quién dijo que todo está perdido?

Mario Mijares

1.- Fito Páez, compositor, músico representante del rock argentino, compuso una canción de título «Te vengo a ofrecer tu corazón», en la letra se cuestiona y dice «¿Quién dijo que todo está perdido?, te vengo a ofrecer mi corazón». Ahora bien, los habitantes de este país sobre todo la clase ilustrada, está consciente de la terrible descomposición que vive la nación mexicana, en el ámbito de lo político sea económico, social, de educación y cultural. En éste período, tanto Veracruz como el Estado de México, su población sufre las terribles acometidas del nefasto pluripartidismo. La saturación está en las calles, y casas habitación de éstas poblaciones, ya sea por la radio, TV y la prensa, con propaganda que no sólo es un insulto a la inteligencia, sino que deforma opiniones y que ridiculiza a los seres humanos, ello incluyendo la difusión del INE.

Pero ¿Quién dijo que todo está perdido? No obstante a la terrible despolitización histórica en que nos tienen, hay la esperanza que se pueda ayudar a despertar la vocación por lo público. El cual por desgracia se perdió, y por más que algunos candidatos y dirigentes de partidos políticos, le hablen a la «ciudadanía», ésta no existe. Sería mejor, que todos ellos cooperaran para rescatar o formar según el caso, los valores, los principios, los derechos y deberes que reza la Constitución original. Tal esfuerzo, daría una dimensión y valoración de la ética política, pública y jurídica en un marco distinto para ir conformado a esa «ciudadanía».

Tales acciones didácticas, podrían erigir tal «ciudadana», y que tanto manejan los demagogos, y esas organizaciones con el nombre de partidos políticos, los cuales finalmente les pudieran hablar y solicitar su voto. Al mismo tiempo, se constituiría una sana convivencia, con el ideal de arribar a una sociedad, libre, respetuosa, tolerante e instruida. Todo ello, produciría como resultado la capacidad de elección entre las diversas opciones por medio del razonamiento.

2.- En países con sociedades cerradas y atrincheradas como es el caso de México, aún no se entiende el juego siniestro de tipo electoral. Se ha perdido de vista que su génesis fue parte de los derechos naturales del hombre, y que finalmente se lograron conquistar, tales como; el derecho político, individual y civil. El sufragio ha recorrido largo camino para lograr generalizarse, primero fue para unos pocos y posterior a la Segunda Guerra Mundial, el sufragio universal acogió a las mujeres y clase pobre y de color. Y si bien la demagogia de lo electoral es la «igualdad política», ésta no ha sido paralela a la económica ni educativa. Para el caso mexicano, es todavía más grave, por la carencia del «estatus de ciudadano», que como ya lo señalé en líneas arriba en general no concurre.

3.- La pregunta y propuesta es; ¿Cómo formar y educar a una «ciudadanía» en este país? Sin duda tendrá que ser a partir del Estado, no hay otra, para ello, tiene que arribar un estadista que esté en razón de sus gobernados, el cual utilice todos los aparatos ideológicos, para implantar una idea de dignidad nacional. El instaurar un respeto al valor de la dignidad humana, significa reconocer los derechos fundamentales por parte de las autoridades, así como entre la misma población.

En el funeral de Fidel Castro, un periodista angloamericano subió a las redes, parte de algunas entrevistas a los jóvenes cubanos. Y llama la atención las respuestas, pero sobre todo de un niño de escasos 15 años, el cual, se volvió viral, pues daba una cátedra sobre la dignidad humana, la cual señalaba que era uno de los máximos valores del pueblo cubano. A la insistencia del reportero, sobre la libertad que existía en Cuba, contestó: «la libertad es no tener miedo y eso los cubanos la tienen bien entendida.»

¡La dignidad se construye¡! Aristóteles, en su Ética Eudemiana, Ed. Aguilar, Madrid, 1982, la palabra eudemiana es traducida como felicidad, que cuando habla de lo justo, señala: «la justicia es lo más bello, y la salud mejor, mientras que lograr lo que uno desea es lo más agradable de todo», p. 529. La política es una continuación de la Ética, en la siguiente página continúa: […] el que es capaz de vivir de acuerdo con su libre elección pone ante si alguna meta para vivir noblemente – el honor, la gloria, la riqueza o la educación», p. 531.

¡No todo está perdido! Pues el mismo bien del individuo podría ser para la ciudad, es evidente que es más mayor y más perfecto el alcanzar las salvaguardas de una nación; porque procura el bien, para lograr una mejor convivencia. «Solo como integrante activo de una polis bien gobernada puede el individuo llevar una vida plena y realizar su propia potencialidad».

Link, escuche la canción: https://www.youtube.com/watch?v=cg1FigbX6BM

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