En la sierra del Totonacapan/Francisco De Luna

Kairós

Recuerdos del futuro

Francisco Montfort Guillén

Igor Irazoque fija su mirada en el horizonte. Era su costumbre en las estepas rusas. También cuando contemplaba las cordilleras andinas, en su segunda patria, en Bolivia. Estaba acostumbrado, pues, a ver horizontes sin límites. Y también a contemplar, con claridad, grandes obstáculos. De fácil palabra, sin más, suelta una frase de Ernesto Sábato, -Hay una manera de contribuir al cambio, y es no resignarse. Eso es una definición más de progreso, le respondo. -Sí, pero es sobre todo un llamado de resistencia frente a la barbarie humana, en cualquiera de sus formas, replica. Porque resistir es el futuro deseable para Veracruz, un futuro que me recuerda mucho el presente de los hombres de bien. Recordar su futuro, eso es lo que necesita Veracruz, dice con enojo, mientras prepara los tragos.

Acarrea dos vasos cortos de cristal de Bohemia. Coloca en cada uno la congelada pieza de pasta, que enfriará el GranGestone, Collection, 25 years old, para no diluirlo con hielos. Igual que lo hacía en su castillo de Namur, en Bélgica, disfrazado de confortable casa, (tener una casa belga, un mayordomo inglés, una amante francesa y una esposa japonesa es la mejor forma de dicha completa, decía con frecuencia recurrente, y acompañaba su boutade de una sonora carcajada) ahora en Coatepec ha preparado un festín de mariscos frescos y elaborados guisos, que acompañaremos con dosis sin límites de fría champagne.

Conocedor minucioso de la historia de México, este luchador social y revolucionario, historiador y bon vivant gusta sobre todo de encontrar y hacer visible las contradicciones de las sociedades. –La Independencia de México fue hecha por criollos adinerados, que no querían vivir los avances de la modernidad que destruiría sus privilegios, si España era sometida por los franceses. La Reforma la hicieron los intelectuales-políticos más lúcidos y honestos de la historia de México, encabezados por un indígena completamente liberal. La Revolución Mexicana fue obra principal de mestizos y campesinos, rancheros, gente del campo. Las clases obreras en México no han tenido ningún peso revolucionario en las luchas del país, sin negar algunos de sus episodios heroicos, rescatados en varias obras colectivas, algunas dirigidas por Pablo González Casanova. Bebe un largo sorbo de su higland single malt. Vuelve a la carga. – ¿Y sabes por qué? Tal vez porque al ser grupos reducidos de modernidad, sobre todo en el siglo XIX, y sabiendo por su experiencia de vida que sus patrones eran hombres de negocios, y no empresarios, entendieron que la guerra no mejoraría su situación, ya que los primeros en huir serían precisamente los hombres de negocios mexicanos, reacios al verdadero progreso.

-Eso explicaría en parte que los obreros fueran más bien conservadores: tenían mucho que perder. Y que Veracruz, por azar asiento de la promulgación de las Leyes de Reforma (y en donde algunas huelgas, de su moderno corredor industrial, sin asidero real, han sido glorificadas como antecedentes de la llamada Revolución Mexicana, movimiento de masas que, en realidad, estuvo hecha de sucesivos golpes de Estado, luchas políticas por el poder, que poco tienen que ver con las teorías marxistas sobre el papel revolucionario de las clases obreras explotadas) se quedara como uno de los bastiones más atrasados del conservadurismo a la mexicana. El último clavo en la cruz del liberalismo mexicano, fue la consolidación de lo que posteriormente fue llamado sistema político mexicano. El último piso fue la construcción del modelo cardenista de gobierno, mitad colonial-español, mitad indígena, con toques ideológicos y organizativos del momento: socialismo y comunismo primitivo en el campo, corporativismo fascista de los grupos productivos, exaltación nacional socialista, o como se llamó en México: nacionalismo revolucionario.

-Entonces, según tú, más allá de estas reducciones, esto explicaría la permanencia del priismo como cultura política y del PRI como dueño del poder político, le replico. Se sirve más whisky. Respira profundo. Continúa: -El atraso político en Veracruz es impresionante. La verdadera política siempre ha estado sustentada en una concepción del mundo, del hombre, de la sociedad y de la historia. En Veracruz no existe nada parecido al pensamiento político, al menos no en sus políticos. Es Realpolitik sin Idealpolitik: lucha del poder por el poder y sólo dentro del Partido. Los que están afuera son considerados enemigos, no adversarios.

-Es una política bárbara. Como bárbaras son las condiciones que la sustentan. En Veracruz no ha desaparecido el trabajo depredador. Mira los cuerpos, las miradas, las vestimentas de los cortadores de caña, de los piscadores de café, de los obreros y familiares de PEMEX, de los indígenas y de los marginados urbanos. No existen <<<trabajos enajenantes>> en el sentido marxista y moderno. Domina la escena la informalidad económica, la ausencia de disciplina laboral, los atajos para hacerse de títulos universitarios que finalmente resultan inútiles para encontrar empleo, y mucho menos productivos para cambiar el mundo laboral. Predomina la organización corporativa de los hombres de negocios, y de los trabajadores, por el dominio de los sindicatos, en todos los sectores (agroindustrias, construcción, servicios). La educación es un desastre sin visos de modernidad. Lo peor es el atraso en el manejo gubernamental de los asuntos públicos.

-¿Cómo calificas las campañas electorales en curso?, le pregunto. Apura un nuevo trago de su fino vaso. vuelto a llenar con su <<pura malta>>. –Desiertas de ideas, aunque con muchas propuestas. ¿A quién se le ocurrió proponer la tontería de que los debates son torneos de propuestas? Tampoco los son las campañas electorales democráticas. En Veracruz, han convertido las campañas en concursos de ocurrencias, tipo concursos de misses universo. <<Ganó el debate Miss Tricolor, con las más sólidas e irrealizables demagogias>> o, no, mejor <<Ganó Miss Naranja Naranja, por sus ofertas a flor de piel>>. Decía Michaël Lowy, singular pensador marxista, que en política no se trata de encontrar soluciones para determinados problemas, sino en hallar un modo de vida distinto, que no sea la negación abstracta de la modernidad, sino su superación (Aufhebung), que persiga la conservación de sus mejores conquistas y su proyección hacia una forma superior de la cultura, una forma que restituya a la sociedad ciertas cualidades humanas: el futuro que todos debemos recordar. Las campañas en Veracruz son inhóspitas tierras baldías, un desierto de diálogos. Algunos participantes buscan únicamente destruir, arrasar a su enemigo, que no a su rival. Pretenden desollarlo en vivo, demoliendo su honra, bajo el aplauso de las plumas compradas en medios de comunicación y las masas aullantes en la plaza pública o en las redes sociales.

-En México está de moda hablar de <<mal humor social>>, de <<desaliento>>. ¿Coincides con esta apreciación? –Irazoque me responde con voz grave. -Mira, yo siento más fuerte la desolación, es decir, que una aflicción y una angustia extremas se han asentado entre los veracruzanos. Con insolencia y descaro, el candidato neoconservador del PRI ha vestido de sangre sus palabras. Las ha inflado con denostaciones y acusaciones sin sustento, o por lo menos, con medias verdades. Lo más grave es que ha arrojado sobre la sociedad veracruzana la putrefacción de las palabras, sustento de una campaña de barbarie, llena de repugnante sangre y los humores que rezuma, y del pus amarillento de la estupidez humana que se expresa en la humillación del adversario (me dijeron que su primo hermano, por cierto) que más le inquieta. Poco importa quién gane la contienda: en los ciudadanos, Héctor Yunes y sus apoyadores en el partido y en el gobierno, han provocado heridas que no cicatrizan, porque la inmundicia la inocularon en el cuerpo social y se ve a flor de piel. A la pobreza material, a la miseria de las condiciones de vida de los veracruzanos, la campaña oficial le ha sumado la barbarie moral de su propia condición de podredumbre. Los malos olores los transpiran todos los involucrados en la campaña del partido oficial y sus partidos ayudantes. Los efectos negativos de esta campaña perdurarán más allá de este periodo electoral y se proyectarán como sombras malignas en el próximo gobierno, en los siguientes comicios, es decir, en el futuro del cual ya tengo memoria, parodiando al poeta.

¿Crees que todos estamos afectados?, pregunto con un poco de zozobra. –El arte de gobernar es el único que produce monstruos, decía Saint-Just. Y este monstruo marino, este Leviatán se mete por todas partes, como la humedad de Coatepec, aquí mismo en mi casa, me responde de inmediato Igor Irazoque. -Basta con poco para que la mala política descomponga a toda una sociedad. Ustedes han vivido 18 años de regresión, 12 años de pesadilla de corrupción e impunidad. ¿Qué no ves a tu alrededor? , alza la voz con molestia. -Destruyen seres humanos como si fueran insectos y a su medio ambiente como si fuera simple escenografía, sin ningún remordimiento. Corrompen a su juventud, humillan a sus mujeres, desnaturalizan completamente la educación pública ¿y todavía preguntas por el nivel de involucramiento de todos ustedes?

-El otro día escuché, por casualidad, a un comentarista de los problemas locales. Bueno, comentarista es un decir. El pobre carece de una cabeza ordenada, le es imposible dar coherencia a sus ideas, le tiembla la voz y se expresa con iracundia. No aceptaba las críticas a las instituciones electorales y descalificaba a quienes habían hecho las críticas, en lugar de aclarar lo mal fundado de las mismas, o su falsedad. En fin, si esas personas son las que defienden el sistema y son las que tienen acceso a expresarse en la radio y en los periódicos, ¿no resulta ostensible el atraso político que se vive en Veracruz? ¿Cómo piensan salir del subdesarrollo profundo si continúan votando por el PRI, o mejor o peor aún, apoyando con sufragios la reproducción de un sistema político anclado en el conservadurismo depredador de los años cincuenta del siglo pasado? La tienen difícil, porque el pensamiento conservador que los domina carece de acciones que le den viabilidad al desarrollo de su hermoso estado, en los nuevos tiempos del mundo globalizado. Así termina sus comentarios uno de los últimos hombres soviéticos que sobrevivió al fin de su nación, y que ronda por estas tierras.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here