Reforma de austeridad electoral

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Jorge Ignacio Luna Hernandez.

Reforma de austeridad electoral

Jorge Luna/

Estos días han sido de intensa actividad política y mediática en el Estado de Veracruz, pese a la baja que se venía registrando a causa del COVID-19. Apenas a principios de mes el grupo legislativo de morena presentó una serie de reformas a la Constitución en materia electoral, mismas que fueron aprobadas con 34 votos a favor tan solo unos días después.

En el proyecto presentado por el GL Morena, se plantean sustancialmente 3 cuestiones:
1. La reducción del financiamiento a los partidos políticos.
2. La reducción del período de los Ayuntamientos de 4 a 3 años.
3. La supresión de los consejos municipales del OPLE.

Estas determinantes propuestas generaron un malestar colectivo en los actores de las fuerzas políticas opositoras que propició incluso, la unión de facto de las dirigencias nacionales y estatales de los partidos PRI, PAN y PRD al grado de ofrecer una rueda de prensa conjunta en contra del paquete de reformas presentado por morena, con el argumento ramplero de que sería un atropello a los derechos de la ciudadanía para hacer válida la revocación de mandato (curiosamente también propuesta por morena), cuestión que ya abordaremos en otra columna por la amplitud del tema, pero de la que pretendieron colgarse estos partidos para impedir su aprobación.

Sin embargo, la realidad es que las reformas a la Constitución no tienen otro fin que disminuir el excesivo gasto que realiza el Estado con motivo de las elecciones y que asciende a más de 1,230 millones de pesos. Esto en plena congruencia con la austeridad republicana que ha instruido el Presidente de la República.

De tal manera que al disminuir a 3 el número de años que gobernarán los Ayuntamientos, las elecciones de éstos se empatan con las de los diputados federales y locales, disminuyendo el dispendio por paquetería electoral y contratación de personal. De igual forma se ahorrarán recursos suprimiendo los consejos municipales y concentrando en los distritales la función electoral del Estado.

De sobra está explicar por qué la necesidad de reducir el financiamiento a los partidos políticos. Tan solo en el Estado de Veracruz dicho financiamiento asciende anualmente a un monto superior a 350 millones de pesos, por lo que esta reforma que disminuye a la mitad las prerrogativas disponibles para cada partido, además de necesaria, es una demanda de justicia social para el pueblo de Veracruz.

Tan solo por este concepto se liberarán 177 millones de pesos y contemplando todo el paquete de reformas de «austeridad electoral», podría haber un ahorro superior a los 500 millones de pesos.

Estamos hablando de dinero del pueblo de Veracruz que año tras año fue destinado para los partidos políticos, lo que es una verdadera ofensa para los millones de pobres que habitan en el Estado. Es bien sabido por muchos que gran parte de ese dinero nunca cumplía con su función democratizadora, pues se estancaba tan solo en manos de dirigentes y líderes de grupos internos que terminaban por vender candidaturas con la consigna de que el candidato habría de costear su propia campaña, o en su defecto, ese dinero era utilizado para la compra de voluntades en las zonas más marginadas.

De tal suerte que es fácil deducir la verdadera molestia del bloque opositor (PRI, PAN, PRD). Los recursos públicos con que mantenían sus privilegios los dirigentes políticos no volverán a ser los mismos. Ese es su verdadero enojo. No les interesa la revocación de mandato aprobada por morena el año pasado. Lo que realmente les pesa es que poco a poco los recursos del erario vuelven a ser del pueblo.

Quienes votaron contra la austeridad electoral, en realidad votaron contra el bienestar de los veracruzanos, pues el recurso liberado sin duda servirá para satisfacer necesidades prioritarias de la población.

Ni siquiera a los militantes de estos partidos les genera molestia, la mayoría son conscientes de la realidad social y del excesivo gasto en la partidocracia. La inmensa mayoría de los simpatizantes de los partidos opositores aprueban una disminución del gasto, es a los líderes a quienes les afecta, a ese puñado de politiqueros que envilece el noble oficio de la política y cuyo único fin es la satisfacción de sus intereses personales.

En cualquier caso, lo que habría de demandarse, es precisamente que este ahorro se vea reflejado en el bienestar de los veracruzanos. Por lo pronto Cuitláhuac García ya ha manifestado que se utilizaría para combatir al coronavirus, sin duda que este recurso extra vendría bien para continuar haciendo frente a la pandemia que hace un par de meses llegó a Veracruz y que parece no quererse ir.

Jorge Ignacio Luna Hernández
Licenciado en Derecho
Regidor Tercero de Coatepec
Maestrante en Administración Pública

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