Francisco De Luna /

Xalapa, Ver.- Cuando Rubén Espinosa Becerril se autoexilió en la ciudad de México, buscó a los medios nacionales como Proceso y Cuartoscuro para los que colaboraba porque creyó que podrían servirle de “escudo”.

Fue parte del discurso de la periodista Marcela Turati, en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada de la ciudad de Xalapa, donde los reporteros, amigos, activistas y familiares se reunieron para recordar el primer aniversario luctuoso del fotoperiodista.

También dijo que Espinosa Becerril a su llegada comenzó a tramitar años de colaboraciones que no había cobrado en ambos medios de comunicación de circulación nacional.

(En el minuto 03:12 del video, Marcela Turati, hace referencia a la situación laboral de Rubén)

Este domingo se exigió la investigación a fondo del trabajo periodístico de Rubén “y que se investigue el acoso y persecución que sufrió en Xalapa, Veracruz”, declaró Norma Trujillo, periodista e integrante del Colectivo Voz Alterna.

Durante el mensaje de Patricia Espinosa, hermana de Rubén, explicó que él había salido mes y medio antes de la capital veracruzana por el hostigamiento que había sufrido, “lo que le hizo exiliarse en la ciudad de México”.

Los reporteros y activistas marcharon con el rostro impreso del fotoperiodista y el hastag #UnAñoSinRubén #UnAñoSinJusticia. Caminaron por la calle Juan de la Luz Enríquez, avanzaron por el palacio de Gobierno hasta incorporarse a la plaza central.

Patricia Espinosa, comentó que en Veracruz no existe la libertad de expresión y no hay seguridad ni en la propia casa.

“Rubén salió autoexiliado del estado en las peligrosas condiciones en las que se veía obligado a trabajar bajo presiones y amenazas que cada vez eran más intensas por cuerpos y fuerzas de seguridad del estado”.

Dijo que él, cubría temas sociales, ambientalistas, pero jamás cubrió notas rojas o temas del narcotráfico.

La periodista Marcela Turati, refirió cuando dialogó con Rubén Espinosa en la ciudad de México, le contó querer realizar una exposición de fotografías sobre la pesadilla que es vivir en Veracruz.

También en el DF lo estaban siguiendo y que no lo dejaban en paz. “Le preocupaban los amigos combativos que había dejado en su tierra. Los que saben que informar se paga con la vida”.

Turati contó que Rubén temía perder sus tres trabajos “convertirse en un fotógrafo que nadie contratara”.

Pensaba que las marcas, Proceso y Cuartoscuro, los medios nacionales para los que colaboraba, podrían servirle de escudo. “Estaba tramitando años de colaboraciones que no había cobrado”.

Rubén Espinosa fue asesinado el 31 de julio de 2015 en la colonia Narvarte de la ciudad de México, junto con la activista Nadia Vera y tres mujeres más.

 

 

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